Uatae saca sus principales conclusiones del estudio que ha realizado sobre "los empleadores en España durante la crisis".
La última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el INE y correspondiente al 4º trimestre de 2013, con lo que se cierran los datos del conjunto del año 2013, aporta un dato preocupante para el futuro del empleo en nuestro país: los autónomos con asalariados contratados bajaron en 289.600 en comparación con el 4º trimestre del 2008 (los últimos 5 años de la crisis), lo que supone una caída del 24,85%. Según la EPA, en el cuarto trimestre 2013 existían en nuestro país 875.700 autónomos con trabajadores asalariados a su cargo, mientras que cinco años antes (4º trimestre de 2008) ese número era de 1.165.300.
Para María José Landaburu, secretaria general de UATAE, "este dato de la EPA es especialmente preocupante ya que limita a corto y medio plazo las posibilidades de creación de empleo tanto por cuenta propia como asalariado. En efecto, la desaparición de autónomos empleadores tiene como consecuencia no sólo la pérdida del empleo del trabajador por cuenta propia, sino también la de todos los trabajadores asalariados que tuviera contratados".
Según Landaburu, "la desaparición de una cuarta parte de los autónomos empleadores en sólo cinco años es un dato muy preocupante, especialmente en un país que concentra su empleo de forma muy mayoritaria en las pequeñas actividades, y da una idea clara de la intensidad destructiva de la crisis que estamos viviendo. Cabe suponer, además, que un buen número de autónomos que antes eran empleadores se han mantenido en la actividad pero sin asalariados, consecuencia de la crisis, la caída del consumo interno y las dificultades de financiación que encuentran los autónomos y microempresas".
Para María José Landaburu, secretaria general de UATAE, "es necesario que el Gobierno haga una reflexión sobre esta importante pérdida de actividad y de empleo y especialmente sobre las medidas necesarias, que no pueden ser sólo promover nuevas iniciativas de emprendimiento, también deben orientarse a mantener vivo lo que ya existe y evitar cierres".
Por otra parte, a juicio de Landaburu, "es fundamental centrarse en los problemas que más están afectando a los autónomos y microempresas, como son el estancamiento económico, las tasas negativas de consumo interno y las dificultades de financiación que afectan especialmente a las actividades productivas de menor tamaño".
Las Comunidades Autónomas con mayor intensidad de caída de autónomos empleadores, todas ellas con tasas negativas por encima del 30% en estos cinco años, han sido: Extremadura, -8.900 (-33,6%); Cataluña, -71.200 (-33,3%); Cantabria, -5.700 (-32,8%); Galicia, -26.800 (-31,1%); Madrid, -40.300 (-30,3%); y Navarra, -4.700 (-30,1%).
Sólo una Comunidad aumentó su número de autónomos empleadores en este difícil período, Canarias, con unos mil empleadores más, un 2,9%.