Mediante este método, la tarjeta se asocia a una app del móvil y para pagar basta con acercar el dispositivo al datáfono si la compra es inferior a 20 euros. Si en su defecto es mayor, el usuario deberá introducir el código PIN de su tarjeta.
Antes de elegir una app de pago, la OCU también recomienda comprobar que la aplicación es compatible con el sistema operativo del móvil y que tiene un acuerdo con la entidad emisora de la tarjeta.
Además de las precauciones habituales para pagar con tarjetas bancarias, la OCU aconseja a los usuarios que realicen compras con su móvil que activen el bloqueo automático de pantalla en un plazo corto si el móvil está inactivo, encriptar el teléfono, evitar conectarse mediante redes públicas y no seguras, así como desvincular las tarjetas cuando el móvil se lleve a arreglar o se preste a alguien.
La OCU también sugiere que los usuarios bloqueen la tarjeta SIM con un código PIN que no sea el mismo que la contraseña utilizada para desbloquear el teléfono, desactivar el NFC cuando no se utilice y comprar a través de tiendas y apps oficiales.
En caso de pérdida del móvil, la OCU recomienda registrar el dispositivo en las herramientas de localización de Google o Apple para poder encontrarlo y borrar el contenido en caso de robo. También aconseja avisar al banco para bloquear las tarjetas.
La OCU considera que aunque parezca más fácil perder el móvil o que lo roben que perder la tarjeta, para utilizar las apps de pago es necesario bloquear la pantalla, "lo que supone una seguridad añadida".
En cuanto a la seguridad a la hora de pagar con el móvil o con la tarjeta bancaria, esta es similar, ya que para comprar algo de más de 20 euros se necesita el PIN, excepto con dispositivos de iPhone, que obliga a utilizar la huella dactilar.
