La mujer deberá pagar además una multa de 540 euros (seis meses con cuota de 3euros/día) e indemnizar a su compañera de trabajo y de piso, con 1.110,49 euros en concepto de responsabilidad Civil.
La víctima, Cristina, había contratado con Vodafone una línea telefónica. Antes de terminar la permanencia con la compañía telefónica Cristina acordó con Elisabeth, su compañera de trabajo y de piso en Navarra, cederle el móvil y que ésta le abonara los consumos en su cuenta bancaria. Cuando Cristina trasladó su residencia a Zaragoza, Elisabeth dejó de abonarle las facturas telefónicas. Los consumos realizados por Elisabeth, entre septiembre y noviembre de 2015, incluían llamadas a servicios de tarificación adicional de coste muy elevado que ascendieron a 1.345,64 euros y constaban además otras facturaciones por importe de 1.455.
A raíz de su traslado a Zaragoza Cristina fue consciente también de que Elisabeth, se había hecho pasar por ella y que había suscribió con Vodafone un contrato de fidelización por el que obtuvo un terminal telefónico nuevo a cambio de un periodo de permanencia más prolongado, y que cuando recibió el pedido simuló su firma haciéndose pasar por ella.