El informe señala que la regulación jurídica, en tanto que mecanismo de ordenación de la sociedad, juega un papel determinante en la configuración de la sociedad digital, pues ‘sociedad’ y ‘sociedad digital’ son hoy día expresiones perfectamente equivalentes. O como en relación con la economía recuerda la OCDE: la economía digital es ya ‘la economía’. El detonante y motor de la sociedad digital, Internet, fue tecnológicamente concebida como una red abierta, conforme al principio de ‘extremo a extremo’ (end-to-end), que hace posible una conectividad directa y total entre cualesquiera de sus puntos. Ello condujo a sus pioneros a mostrarse particularmente reacios a cualquier factor que pudiera obstaculizar aquel principio, por ejemplo, en forma de regulación legal. Sin embargo, y tras décadas y varias etapas de compleja relación entre Internet y regulación, está hoy pacíficamente aceptado que Internet no es un mundo aparte carente de regulación o que deba permanecer al margen de ella. El informe aborda estas cuestiones, situándolas en su contexto tecnológico, pues es obviamente la tecnología la que ha hecho posible la sociedad digital.