Está organizado por iiR España y cuenta con la presencia del Grupo Francis Lefebvre como media partner.
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Las necesidades de revisión de gastos están cambiando la relación entre asesorías jurídicas corporativas y bufetes externos. La facturación por horas retrocede, cediendo el paso a otros modelos que permitan un control presupuestario y de costes más práctico para ambas partes.
El eterno debate sobre la facturación por horas se aviva por momentos: por un lado, juicios en Estados Unidos hacen correr ríos de tinta sobre la perversidad de un sistema que se presta a inflar precios con tareas superfluas. Por otro, la crisis económica obliga a empresas y bufetes a contraer el gasto y a hacer un seguimiento férreo de los costes. Ante esto, surgen nuevos modelos de negocio de la mano de bufetes de menor tamaño que ofrecen precios más competitivos tomando la digitalización, la cercanía con el cliente y la agilidad por bandera.
"El desarrollo tecnológico está modificando la forma de ejercer el Derecho. Los propios abogados hemos tenido que adaptarnos a estos cambios. No nos quedaba más remedio" comenta Álvaro Écija, socio director de Ecix Group. Lo cierto es que la digitalización ha sido uno de los factores clave para el cambio de relaciones entre abogado y cliente: posibilita un asesoramiento más completo, más individualizado y más rápido pudiendo suponer además, un gran ahorro de gastos estructurales.
Por otro lado, para las empresas, el establecimiento de un fee por horas no resulta rentable: necesitan un presupuesto cerrado, con unas condiciones fijas que puedan incluir en sus presupuestos anuales sin el temor de llevarse sustos al recibir la factura. "La facturación por horas es perversa por naturaleza: hay temas que pueden resolverse con dos llamadas de teléfono si se tienen los conocimientos; Si no se tienen, sin embargo, pueden llevar horas ¿Aporta esto más valor? Definitivamente no" opina Fernando Mier, Socio de Iuristax e integrante de la Asociación Inkietos, un grupo de profesionales proclives a la evolución de las prácticas judiciales.
Ante esta situación, muchos bufetes orientan su facturación a precios cerrados de antemano o a tarifas planas en algunos servicios. Otros cambian directamente su estructura de negocio, como es el caso de Virtual Law Partners, una firma virtual, o Legálitas, que segmenta su público y aprovecha la digitalización para democratizar el asesoramiento legal. El objetivo final de muchos bufetes es convertirse en un proveedor de servicios jurídicos para las empresas con una relación más larga e incluso, con un Acuerdo de Nivel de Servicio de la misma naturaleza que cualquier otro proveedor de empresas.
Las nuevas necesidades de los departamentos jurídicos de empresa, las nuevas ofertas y estructuras de negocio de los bufetes, así como las nuevas relaciones entre ambos serán los temas centrales a tratar en la jornada "Costes y Precios en Asesoría Jurídica" que organiza iiR España el próximo 27 de Junio en Madrid. Con la colaboración de abogados externos de DLA Piper, Iuristax, o Ecix Group, abogados de empresa de ING Direct, Grupo Mahou – San Miguel, Tuenti o Grupo Antevenio y Consultores de Gestión y Marketing Jurídico de +MoreThanLaw, se dará una visión actual del panorama legal actual y sus previsiones de futuro.