Durante su intervención en las Jornadas Tributarias de 2019, organizadas por la Asociación Española de Asesores Financieros y Tributarios (Aeaft) y la Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios (Asefiget), Gascón ha remarcado que "el trabajo en el día a día está surtiendo efectos positivos en la recaudación".
Gascón ha explicado que el aumento de la recaudación en el IRPF puede corresponder en parte al aumento salarial, sin embargo no cree que sea un factor "decisivo" dada la coyuntura de baja inflación, y lo achaca en mayor medida a la mayor facilidad del cumplimiento fiscal y la menor propensión al fraude.
Asimismo, ha indicado que la AEAT quiere contar con un indicador plurianual que analice los efectos inducidos de la labor administrativa para medir el comportamiento del contribuyente inspeccionado más allá del cobro. En este sentido, ha apuntado que, tras monitorizarse el comportamiento de los contribuyentes inspeccionados en 2015, se constata que en el trienio posterior a la inspección (2016, 2017 y 2018) declararon un 26% más respecto al trienio anterior.
Según datos de los barómetros fiscales, solo un 8% de los contribuyentes muestra propensión al fraude, un porcentaje que a juicio de Gascón "no es mucho" en comparación a las cifras totales y teniendo en cuenta que el 92% restante no presenta dicha intención. De estos, en torno a un 75% no quiere saber "nada" de incumplimientos voluntarios, y otro 15% admite que el fraude puede ser una opción en determinadas circunstancias de vida personal y societaria.
Nuevo plan estratégico
En cualquier caso, ha hecho hincapié en la necesidad de favorecer el cumplimiento voluntario, la prevención y que las actuaciones de control tengan un efecto inducido que mejore el comportamiento de los contribuyentes. Estos objetivos serán centrales en el Plan Estratégico 2019-2020 que la AEAT publicará "en las próximas semanas" con las principales prioridades, líneas de actuación e indicadores estratégicos plurianuales que contempla el organismo, si bien no incluirá cambios normativos.
A este respecto, ha explicado que la AEAT pondrá "mucho empeño" en medir los efectos inducidos y mejorar el cumplimiento voluntario, para lo que trabaja para disponer de indicadores cuantitativos y cualitativos. Para ello, ha encargado un estudio al Consejo para la Defensa del Contribuyente respecto a la posibilidad de alcanzar acuerdos en la vía contencioso-administrativo, y trabaja en un indicador referido a la deuda pendiente de gestionar.
41.000 millones pendientes de cobro
En concreto, la deuda pendiente de cobro ronda los 41.000 millones, si bien unos 12.000 millones son no gestionables al tratarse de deuda suspendida por recursos o reclamaciones y hay un margen de actuación "muy reducido" sobre otros 6.000 millones al referirse a procesos concursales.
También ha señalado que la AEAT quiere disponer de un indicador sobre los intereses de demora que paga la Administración, en su mayoría motivados por anulaciones de tribunales o por el retraso en la gestión de devoluciones, así como medir la eficiencia de la Administración Tributaria, con un coste administrativo de 0,7 euros por cada 100 euros que gestiona el organismo.
Igualmente, busca recuperar efectivos tras una pérdida de 3.000 trabajadores de la plantilla en los últimos 10 años, aunque ha admitido las dificultades de recuperar la cantera de opositores y ante el aumento de la edad de jubilación.
Avisos y administraciones digitales
Entre la batería de medidas que se incluirán en el nuevo plan estratégico, adelantadas hace unas semanas por la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, ha destacado la implantación de una prueba piloto de borrador en la declaración del IVA. Concretamente, ha detallado que se ofrecerá una predeclaración del modelo 3030 y se destinará a empresas con un perfil "sencillo", que no formen parte de grupos o regímenes especiales.
En Sociedades ha mostrado el "compromiso" de que a partir del próximo año se ofrezcan los datos fiscales a los contribuyentes, como los créditos fiscales pendientes de aplicar, información de cuentas, pagos fraccionados o retenciones, en línea con lo que ya se hace en el IRPF.
Sobre este mismo impuesto Gascón también ha dicho ver "inevitable" que si se acometen cambios en este tributo, ante el consenso internacional para que las grandes multinacionales paguen impuestos en los países donde generan beneficios, acabe afectando a "todo el tejido empresarial".
El directo general de la AEAT ha reconocido que si se registran dos millones de citas previas al año en las oficinas, hay un "problema" al consumir muchos recursos y la dedicación de los efectivos en dicha atención, por lo que ha avanzado que en el "futuro" se enviarán avisos para recordar las obligaciones tributarias.
En esta apuesta por los asistentes virtuales, ha adelantado que se crearán administraciones "exclusivamente especializadas exclusivamente en servicios digitales", para una atención telemática y telefónica.
Analizará con los empresarios los nichos de fraude
En cuanto a los códigos de buenas prácticas, ha señalado que hay un diálogo abierto con CEOE, Cepyme y las organizaciones de autónomos para establecer códigos, de forma que haya uno para grandes empresas, para pymes y otro para autónomos, y ha recordado hay que mejorar el modelo de relación y cooperación. Para ello, se estudiará con las organizaciones empresariales los ámbitos sectoriales de fraude o economía sumergida con mayor impacto.
Desde la AEAT también se está trabajando en un código de buenas prácticas con las asociaciones y colegios profesionales, que en caso de prosperar podrá ser firmado por los asociados con independencia de que sus asociaciones se acojan al mismo o no. Así, una vez se disponga del documento para ser visto por el Consejo de Defensa del Contribuyente, se trasladará al foro de asociaciones y colegios profesionales para su debate y ver si se puede traducir en una propuesta normativa de cara a la nueva legislatura.
Por último, ha indicado que el nuevo plan estratégico hará una apuesta por la mejora de la gobernanza, la transparencia y la rendición de cuentas, para lo que se prevé aprobar una declaración institucional sobre la integridad, con un código explícito para los trabajadores de la AEAT con los principios esenciales, así como un canal de denuncias de comportamientos y una comisión consultiva desde el punto de vista ético.