Así se desprende del IX Informe Adecco sobre Empresa saludable y gestión del Absentismo, en el que Adecco también señala que la volatilidad de la pandemia "no solo ha llevado a un cambio en el orden de las preocupaciones de la salud laboral de las personas trabajadoras, sino que también ha afectado a las contingencias comunes y a las profesionales".
Así, del estudio se desprende que las bajas de más de un año por enfermedad común se han disparado un 27% y la crisis sanitaria lleva a un coste de las ausencias de 8.000 millones de euros, según cifras del Gobierno recogidas en el estudio.
Por otro lado, ha constatado "una importante" reducción de los accidentes de trabajo, tanto en número (124.975 accidentes menos de enero a septiembre de 2020) como en índices de incidencia (214,4 frente al 279,9 de 2019). No obstante, el impacto del Covid ha incrementado las cifras de accidentes mortales en un 8%.
El informe recuerda que desde 2014 hasta 2019 inclusive, la jornada anual pactada se mantuvo "estable", ligeramente por debajo de las 1.800 horas. De hecho, durante 2019, la jornada pactada media por trabajador y mes fue de 1.794 horas.
Sin embargo, la "brusca" caída de la actividad económica a raíz de las medidas para combatir el coronavirus derivó en un descenso pronunciado de las horas extraordinarias, que en el segundo trimestre de este año marcó un nuevo mínimo, el equivalente al 0,27% de las horas pactadas. Esto, según Adecco, ratifica "el estrecho vínculo entre las horas extraordinarias y el nivel de actividad económica".
Por otro lado, pone de relieve que durante el segundo trimestre de 2020 las horas perdidas por absentismo han incrementado "notablemente". De hecho, durante abril y junio, las horas perdidas por absentismo llegaron a casi 125 horas en términos anualizados, de media, por cada asalariado.
Según Adecco, dos tercios del aumento del absentismo en la primera mitad de 2020 se explican por el incremento de incapacidad temporal (enfermedad común o accidente no laboral), como efecto directo de la pandemia. Así, las horas perdidas por ello llegaron, en el segundo trimestre de 2020, a casi 89 horas anualizadas por trabajador, el doble que en 2012 y 2013.
El tercio restante del aumento del absentismo se explica por un conjunto de motivos, entre los que se encuentran el aumento de las horas no trabajadas por permisos (casi 17 horas anualizadas en el segundo trimestre) y las horas perdidas en el lugar de trabajo.
Por regiones, la tasa de absentismo "dio un salto" en todas las autonomías en la primera mitad de 2020 y todas alcanzaron su respectivo máximo histórico.
Las tasas de absentismo más elevadas se registraron en la Comunidad Valenciana, Canarias (9,6% en ambos casos) y en el País Vasco (9,5%). Por el contrario, solo en la Comunidad de Madrid (6,9%) y en Extremadura (5,6%) la tasa de absentismo ha permanecido por debajo del 7%.