De este modo, la diferencia entre los costes laborales por hora de España respecto de la media de la zona euro se ha ampliado desde el 22,7% de 2008 al 30% en la última década. En 2017, el dato de España fue un 29,3% inferior a la media de la eurozona.
Los costes laborales por hora de la eurozona crecieron un 2,2% durante el año pasado, hasta los 30,6 euros, mientras que en el conjunto de países que conforman la Unión Europea (UE) se incrementaron un 2,7%, hasta 27,4 euros.
Los datos de la oficina estadística comunitaria también muestran que la gran disparidad existente entre los Veintiocho se mantuvo durante 2018. Así, mientras que en Dinamarca los costes laborales fueron de 43,5 euros por hora (+1,7%), en Bulgaria se situaron en 5,4 euros (+6,9%).
Entre los países de la unión monetaria, los mayores incrementos se observaron en Letonia (+12,9%), Lituania (+10,4%), Estonia y Eslovaquia (+6,8% en ambos casos). En términos absolutos, los mayores costes por hora de trabajo se dieron en Luxemburgo (40,6 euros), Bélgica (39,7 euros) y Países Bajos (35,9 euros), al tiempo que los menores se observaron en Letonia y Lituania, con 9,3 y 9 euros, respectivamente.
Por sectores, los mayores costes laborales se registraron en la industria (27,4 euros en la UE y 33,2 en la zona euro), por delante de las empresas (27 y 30,6 euros, respectivamente), los servicios (27 y 29,6 euros, respectivamente) y la construcción (25 y 27,6 euros, respectivamente).
En comparación con 2017, los costes laborales por hora aumentaron en todos los países de la Unión Europea con la excepción de Suecia, donde registraron una caída del 3,9%, hasta situarse en 36,6 euros.