Día de la Mediación

Mediación laboral: cuando el diálogo es el camino ante el conflicto en la empresa

Tribuna
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El acuerdo alcanzado por los agentes sociales para sacar adelante la reforma laboral es un buen ejemplo de que el diálogo es el camino. Seguro que con mucho esfuerzo y empeño, también con bloqueos temporales, pero gracias al diálogo se evita que un tercero imponga ante las partes el régimen que ha de regular a ambas.

Esto es precisamente lo que persigue la mediación, que tiene un papel clave en el ámbito laboral. Se trata, en definitiva, de que las partes busquen soluciones a los conflictos laborales con la ayuda de una tercera persona imparcial -un mediador- ante la falta de acuerdo o ante el bloqueo de una negociación.

Su fin es evitar el proceso judicial, donde la solución, como es lógico, no será acordada ni pactada (salvo que se acuerde previamente a la celebración de las vistas).

Otra característica fundamental es el ahorro de costes de tiempos que supone, al evitar precisamente la judicialización de los asuntos.

Además, otra ventaja indiscutible, referida a las relaciones en el trabajo, es que evita la conflictividad laboral. El inicio del procedimiento de mediación impedirá la convocatoria de huelgas y la adopción de medidas como el cierre patronal o el ejercicio de acciones judiciales o administrativas.

Respecto al tiempo, no es preciso esperar a ningún plazo para iniciarlo, sino cuando las partes así lo acuerden. Pero si el bloqueo de una negociación se produce pasados tres meses desde la constitución de la mesa, se podrá solicitar por una de las partes.

Tres ventajas clave de la mediación en el ámbito laboral

Por nuestra propia práctica profesional, son todo ventajas lo que puede ofrecer la mediación. Y hay tres aspectos que lo confirman.

1) La mediación, como ya hemos mencionado, es una clara apuesta por el diálogo social. Esto sirve para rebajar la tensión entre las partes negociadoras, sobre todo cuando nos encontremos con algún bloqueo. Como consecuencia automática, la mediación mejora el clima laboral.

2) Ya hemos apuntado que la mediación supone ahorrarse el tiempo y el dinero inherentes al ámbito judicial, así por la evitación de huelgas o cierres patronales. Además, tiene un efecto directo en la saturación de los juzgados, que en los próximos años experimentarán un alto volumen de casos si no se fomentan otras vías de resolución de conflictos.

3) Hay un último aspecto importante, que es el de la imagen social. La mediación también repercute en una mejora significativa de la imagen que arrojan las partes frente a sus representados y frente a terceros. Esto es más importante aún en el momento actual, donde vivimos numerosas tensiones en el seno de las empresas derivadas, en gran parte, por la crisis del COVID 19 y por las tensiones económicas y de tesosería. Y en un momento, además, en el que nos hemos acostumbrado a que determinados ámbitos -como el político- la “bronca” sea la tónica general.

En definitiva, la mediación ofrece alternativas baratas, rápidas y voluntarias para alcanzar consensos, algo que, sin ninguna duda, es más satisfactorio para las partes. En un contexto donde podemos esperar un aumento de la conflictividad laboral, la mediación es un recurso de gran valor tanto para empresas como para  empleados.


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