Estudio sobre la Salud y Bienestar de la abogacía

El 30% de los abogados no volvería a serlo si pudiera volver a elegir

Noticia

La editorial jurídica Lefebvre ha publicado el primer Estudio sobre la Salud y el Bienestar de la Abogacía Española realizado en colaboración con el Instituto de Salud Mental de la Abogacía (ISMA). Del análisis de los resultados se desprende un dato inquietante: el 30% de los abogados no ejercería la misma profesión si pudiese volver a elegir.

El 30% de los abogados no repetiría

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El estudio, realizado durante el mes de abril de 2019 entre 672 abogados y abogadas de todo el territorio nacional, muestra el nivel de satisfacción personal con el desarrollo y ritmo de la carrera profesional y familiar. También se valora por los encuestados el tiempo dedicado a la actividad profesional.

Satisfacción mayoritaria

Para el 75% de las personas encuestadas, el desarrollo y ritmo de su carrera profesional es satisfactorio. Estos resultados están directamente relacionados con que la mayoría de ellos (68%) son socios o socias de un despacho, ya sea como abogados seniors o juniors.

Sin embargo, no piensan lo mismo los miembros cercanos de la familia de los encuestados: según las respuestas dadas en el estudio, se observa que existe un porcentaje importante de familias insatisfechas (41%) con el tiempo que dedica a su trabajo el profesional de la abogacía.

¿Volverías a ejercer la abogacía?

Sobre la cuestión de si las personas encuestadas consideran que eligieron bien su carrera profesional, cerca de dos tercios de la muestra, afirman que volverían a ejercer como abogados o abogadas. Pero sorprende que el 29,8% de los que han participado, preferirían dedicarse a una profesión distinta  si pudieran volver atrás.

No conocemos al detalle los motivos que pueden llevar a esta cifra tal alta de personas que consideran que están realizando una profesión equivocada, pero en el mismo estudio encontramos que los niveles de ingresos, el estrés, las dificultades para descansar bien y la valoración negativa que tiene la ciudadanía sobre la profesión, podrían ser la causa de estos resultados.

Nivel de Ingresos

El informe arroja datos preocupantes sobre los niveles de ingresos, ya que el 31% de los participantes, considera que sus ingresos no son nada satisfactorios, y aunque la mayoría de los encuestados sí considera que su nivel de ingresos es medianamente satisfactorio, para un 14% es necesario realizar otro trabajo que le ayude a cubrir sus necesidades económicas.

En la encuesta no se detalla, pero la Justicia Gratuita es, sin duda, la peor maltratada dentro del sector. Quien haya dedicado parte de su tiempo a defender los derechos de las personas más desprotegidas y vulnerables, coincidirá que un servicio público de la importancia del Turno de Oficio está valorado muy por debajo de lo que sería conveniente. Esto supone otro motivo de desafección con una profesión que ejercida con vocación, debería ser muy satisfactoria.

Nivel de Estrés

A las personas encuestadas se les ha pedido indicar cuál de los siguientes factores de riesgo: estrés, sedentarismo, insomnio y sobrepeso, consideran preocupante  dentro de la profesión. En este caso, la inmensa mayoría (98%), no ha dudado en considerar el estrés como el mayor riesgo que conlleva su trabajo. Siendo el sedentarismo la segunda preocupación de los abogados preguntados.

Con estos niveles de preocupación, parecen acertadas las preguntas con las que abre el estudio José Ángel Sandín, CEO de Lefebvre España, cuando indica que “la profesionalidad hace que el trabajo salga adelante de la mejor manera posible, pero, ¿cuál es el coste para estos profesionales? ¿Cuál es su nivel de bienestar? ¿Están satisfechos con su calidad de vida?

Parece, a la luz del estudio, que tanto la calidad de vida como el nivel de bienestar están amenazados por el ritmo de vida que la profesión, o los mismos profesionales se obligan a llevar.

La importancia del sueño

Otra explicación respecto a la posible desafección con la profesión, la encontramos en que solo el 11% de las personas encuestadas consideran su calidad del sueño como muy satisfactoria, mientras que el 31% de las personas encuestadas, casi un tercio, lo consideran “poco o nada satisfactorio”. Casualidad o no, coinciden en porcentaje el número de personas que descansan mal con el que no volvería a ejercer de abogado.

En lo que todos están de acuerdo, es que la causa de su “insomnio” está provocada por el trabajo. Involucrarse con sus clientes, llevarse los problemas a casa, la preocupación de que sus errores tengan consecuencias personales, hace que conciliar el sueño no siempre sea sencillo.

Valoración de la profesión por la ciudadanía

Acerca de la valoración que la ciudadanía tiene de la profesión de la abogacía, se desprende del estudio que no hay unanimidad, ni siquiera mayorías a favor o en contra. Prácticamente la mitad de las personas encuestadas (49%) considera que la profesión se encuentra actualmente mal valorada entre la ciudadanía, por un 51% que considera que la gente valora positivamente la profesión.

Respecto a la elevada cifra de ciudadanos que no ven con buenos ojos el ejercicio de la abogacía, existen diferentes respuestas posibles: por un lado la mala praxis de algunos profesionales o el abandono de la ética en algunas decisiones, y también, por qué no,  el coste elevado de algunos de los servicios.

Conclusiones

Siempre ha sido imprescindible la labor del profesional de la abogacía como interlocutor entre la Administración y el ciudadano, por ello es necesario que tanto las empresas como los profesionales desanden la parte del camino que ha llevado al repunte de los niveles de insatisfacción.

En palabras de Tomás Gabriel García Micó, vicepresidente primero del Instituto de Salud Mental de la Abogacía, que ha hecho posible este I Estudio sobre la salud de la abogacía: los abogados “somos su voz, compartimos sus temores, sus preocupaciones, sus lamentaciones, sus victorias y sus derrotas". Y por eso la sociedad debe comprender que “nuestro bienestar contribuirá a que la ciudadanía vea sus derechos mejor defendidos”.

Podemos concluir con las palabras de María Eugenia Gay, Decana del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona, para quien es obligatorio “actuar con ética y responsabilidad. Solo así podremos generar un impacto positivo en el entorno y contribuir a un mayor bienestar de las personas”.

Si quieres conocer más detalles del I Estudio sobre la Salud y el Bienestar de la Abogacía Española puedes descargarlo aquí.