Las mujeres representan el 50,23% de los miembros de la Carrera Judicial aunque son pocas las que alcanzan puestos de máxima responsabilidad en la Magistratura. Sólo el 11,3% de los puestos del Tribunal Supremo son ocupados por mujeres, mientras que todas las presidencias de los Tribunales Superiores de Justicia son ejercidas por hombres, salvo en la Comunidad Valenciana.
Así lo ha constatado el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que este jueves ha aprobado el Plan de Igualdad de la Carrera Judicial con el que diseña las líneas estratégicas orientadas a alcanzar la "igualdad efectiva" entre los hombres y mujeres que ejercen en la Carrera.
El Plan defiende la promoción de las juezas en los puestos de responsabilidad de la Administración de Justicia al tener en cuenta que sólo existe una presidenta de Tribunal Superior de Justicia, cuya presencia representa el 5,8% del total de presidencias. Al mismo tiempo, las mujeres suponen el 20,4% de las presidencias de las Audiencias Provinciales.
En cuanto al acceso a la Carrera Judicial, el órgano de gobierno de los jueces refleja en el Plan, recogido por Europa Press, que la tasa de éxito es muy similar en ambos sexos. En el acceso por oposición de la última promoción, la tasa de hombres se ha situado en el 10% y la de las mujeres en el 9,6%.
Entre las personas que han accedido por concurso-oposición (juristas de reconocida competencia), el documento señala que la tasa de hombres se ha situado en la última promoción en el 11,1 y en el caso de las mujeres en el 9,7.
En relación con la composición de los tribunales calificadores, revela que la desigualdad se aprecia en los estratos más altos al ser sus presidentes, por lo general, hombres. En el año 2011 solo una mujer ha sido presidenta en los diez tribunales convocados al ser pocas las mujeres que tienen categoría de magistrada del Tribunal Supremo o de Fiscal de Sala, requisito para ocupar estos puestos.
El Plan busca desarrollar políticas en favor de la promoción de las mujeres con méritos y capacidad en los procesos de nombramiento de cargos gubernativos de la Carrera y magistradas del Tribunal Supremo. Pero también quiere remover los obstáculos que impliquen la "pervivencia de cualquier tipo de discriminación" en el acceso al empleo público y el desarrollo de la carrera profesional.
Conciliación familiar
En cuanto a la actuación inspectora, en el 56,6 por ciento de los expedientes de seguimiento realizados en el año 2011 se hicieron a magistradas, aunque no percibieron problemas derivados de la conciliación familiar.
El 3,8 por ciento de los informes realizados sobre la situación de los tribunales se efectuaron a órganos con competencias en materia de Violencia sobre la Mujer. Ninguno presentó problemas de funcionamiento al considerar que su plantilla es "buena".
En esta línea, el Plan de Igualdad advierte de que las normas sobre conciliación pueden quedar sin efectividad real si los inspectores no toman en consideración aspectos de la vida personal y familiar de los jueces y magistrados.
Aboga por introducir medidas para evitar "disfunciones exorbitantes" en la vida personal y familiar, en aquellos supuestos donde los requerimientos profesionales sean especialmente significativos en términos de compromiso temporal, como actuaciones
instructoras nocturnas o en días festivos o macrojuicios.
En cuanto al lenguaje no sexista, sugiere adoptar las medidas necesarias para implantar un lenguaje no sexista en el ámbito administrativo y fomentarlo a través de la formación de los miembros de la Carrera Judicial.
El Plan de Igualdad define once ejes estratégicos de actuación del CGPJ en materia de Igualdad: acceso a la Carrera Judicial, promoción profesional de la Carrera Judicial, formación profesional y sensibilización, conciliación, seguridad y salud en el trabajo, lenguaje no sexista, retribuciones, actuación inspectora, relaciones internacionales, nuevas tecnologías, información y participación.