El nuevo vicepresidente del Tribunal Supremo, Ángel Juanes, ha tomado este jueves posesión de su cargo en una solemne ceremonia que ha estado presidida por el presidente del alto tribunal Carlos Lesmes y en la que ha estado arropado por los tres últimos presidentes de Extremadura, el actual José Antonio Monago y sus antecesores, Guillermo Fernández Vara y Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
El breve acto ha sido celebrado en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo en presencia del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, y varios vocales del anterior y el actual Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Los magistrados de la Sala de lo Militar José Luis Calvo y Fernando Pignatelli han actuado como padrinos de Juanes, que procede de la misma Sala, en la ceremonia que ha contado también con la asistencia del diputado socialista Antonio Camacho, el ex presidente del Supremo Gonzalo Moliner, el secretario de Estado de Justicia, Fernando Román, el subsecretario de Justicia, Juan Bravo, y miembros de la cúpula judicial.
Juanes asume este cargo tras presidir desde marzo de 2009 la Audiencia Nacional, una plaza que será temporalmente asumida por el magistrado más antiguo del órgano judicial, el actual presidente de la Sala de lo Social Ricardo Bodas, antes de salir a concurso.
El nuevo vicepresidente del Supremo comenzó su carrera como juez en Don Benito (Badajoz), estuvo destinado en Mérida, San Sebastián, Badajoz o Cáceres, ha sido letrado del Tribunal Constitucional y presidente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura hasta que en 2005 fue nombrado magistrado de lo Militar del Supremo y cuatro años después presidente de la Audiencia Nacional.
Un cargo de nueva creación
El pasado diciembre, Juanes obtuvo la unanimidad de los vocales del órgano de gobierno de los jueces para ser designado como 'número dos' del Supremo. Se trata de un puesto de nueva creación en la última reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que cambia el modelo de órgano de gobierno de los jueces, y establece la nueva figura del vicepresidente del Supremo para que auxilie al presidente y en su caso le pueda sustituir.
El texto normativo justifica su implamentación en que la "existencia de un vicepresidente es particularmente importante para el Tribunal Supremo, porque durante los últimos treinta años el Consejo ha absorbido casi por completo a los sucesivos presidentes, privando de facto a aquél de una presidencia unitaria".
Según la ley, el vicepresidente podrá sustituir a Lesmes y además podrá ejercer, por delegación del presidente, "la superior dirección del Gabinete Técnico" del alto tribunal, así como todas aquellas funciones que éste "le delegue expresamente mediando causa justificada".
