1. Hechos.
El 9 de febrero de 2010, la firma española The English Cut S.L. solicitó la marca comunitaria THE ENGLISH CUT (denominativa) para distinguir productos de la clase 25 (vestidos …). El Corte Inglés presentó oposición sobre la base de su marca española EL CORTE INGLÉS (denominativa) y diversas marcas comunitarias EL CORTE INGLÉS (figurativas) que entre otros, también distinguían productos de la clase 25. Los motivos invocados en apoyo de la oposición fueron los previstos en el Art. 8.1 b) RMC (riesgo de confusión) y 8.5 RMC (marca renombrada). La oposición y el posterior recurso fueron desestimados.
Fundamentalmente, la Sala de Recursos de la OAMI consideró que las denominaciones The English Cut/El Corte Inglés no presentaban similitud en el plano fonético ni visual. Únicamente, la semejanza –en grado mínimo- existía en el nivel conceptual pero, siendo las marcas globalmente diferentes, no procedía la aplicación del Art. 8.1 b) RMC. A su vez, la Sala manifestó que El Corte Inglés no había demostrado la existencia real o potencial de un perjuicio para su marca, por lo que tampoco aplicó el Art. 8.5 RMC.
El posterior recurso ante el Tribunal General fue desestimado. El Tribunal ratificó que globalmente las marcas enfrentadas eran diferentes. Y, además, aun reconociendo el gran renombre de las marcas El Corte Inglés, manifestó que no resultaba aplicable el Art. 8.5 RMC, pues los signos en conflicto no eran similares.
2. Pronunciamientos.
El Tribunal de Justicia estimó el recurso de El Corte Inglés y anuló la sentencia del Tribunal General al considerar que incurría en un error de derecho “en la medida en que declara que –dado que los signos en conflicto no presentan un grado de similitud suficiente para poder aplicar el Art. 8.1 b) RMC- cabe deducir que, tampoco, concurren en el caso de autos los requisitos para la aplicación del apartado 5 de ese mismo artículo”.
Sobre la base de tales circunstancias, se devuelve el asunto al Tribunal General para que resuelva, nuevamente, “sobre si el grado de similitud apreciado a la hora de examinar las marcas, pese a ser ligero, es suficiente por concurrir otros factores pertinentes –como la notoriedad o el renombre de las marcas anteriores- para que el público interesado estableciese un vínculo entre los signos en conflicto, a los efectos del Art. 8.5 RMC”.
3. Comentario.
La presente sentencia nos da una magnífica oportunidad para resumir los principios básicos que deben ser tenidos en cuenta para la aplicación del Art. 8.5 RMC y, en consecuencia, para la protección de las marcas de renombre. Así, claramente, se dispone que para la aplicación del Art. 8.5 RMC se exigen de forma acumulativa los tres siguientes requisitos: identidad o similitud de los signos en conflicto; existencia de renombre de la marca anterior; riesgo de que el uso sin justa causa del signo cuyo registro como marca se solicita, se aproveche indebidamente del carácter distintivo o del renombre de la marca anterior o les sea perjudicial.
Lo importante de la sentencia que comentamos es que corrobora que el grado de similitud que pueda existir entre las marcas, aunque no sea suficiente para aplicar el Art. 8.1 b) RMC, no por ello se puede deducir que, también, es insuficiente para aplicar el Art.8.5 RMC, pues la protección que esta disposición prevé en favor de la marca renombrada, puede aplicarse aunque los signos en conflicto presenten un menor grado de similitud.
Y, en relación con el requisito del vínculo entre los signos que los consumidores deben hacer para que resulte de aplicación el Art. 8.5 RMC, el Tribunal de Justicia también hace una declaración trascendente; a saber: las infracciones contempladas en el Art. 8.5 RMC, no requieren que la asociación que los consumidores puedan establecer entre los signos en conflicto, sea inmediata.
Consideramos acertadas las conclusiones del Tribunal de Justicia y ello nos lleva a seguir animando a los Tribunales y demás Órganos que juzgan en materia de marcas a que consideren un principio que entiendo debe ser un pilar del Derecho de Marcas. De la misma manera que en el Derecho de Consumo o de la Publicidad rige el principio “in dubio pro consumidor” por qué no acuñar a la hora de analizar la prohibición del Art. 8.5 RMC un postulado similar como puede ser el que podemos denominar como “in dubio pro renombre”.
(Fuente de la información: ANUARIO ELZABURU 2015, recopilatorio de comentarios de jurisprudencia europea en materia de Derecho de Propiedad Industrial e Intelectual que realiza Elzaburu).
Documento citado:
-Sentencia del Tribunal de Justicia (UE) Pleno, S 10-12-2015, nº C-603/2014. EDJ 2015/225178
-Reglamento (CE) nº 207/2009 del Consejo, de 26 de febrero de 2009, sobre la marca de la Unión Europea. EDL 2009/18907. Diario Oficial de la Unión Europea 78/2009, de 24 de marzo de 2009.
<style="text-align: justify;"="">ENGLISH VERSION </style="text-align:>
<style="text-align: justify;"=""><style="text-align: justify;"="">"In dubio pro reputation". Judgment of the Court of Justice of 10 December 2015, The English Cut vs. El Corte Inglés (C-603/14 P). </style="text-align:></style="text-align:>
1. Background.
On 9 February 2010 the Spanish company The English Cut S.L. filed application for the trademark THE ENGLISH CUT (word) for clothing, etc. in Class 25. Spain's large El Corte Inglés department store filed opposition citing their Spanish trademark for EL CORTE INGLÉS (word) and several Community trademarks for EL CORTE INGLÉS (figurative) having coverage in various classes, including goods in Class 25. Article 8(1)(b) CTMR (likelihood of confusion) and Article 8(5) CTMR (trademark having a reputation) were cited as grounds for the opposition. The opposition was rejected and the subsequent appeal dismissed.
The OHIM Board of Appeal basically held that there was no phonetic or visual similarity between The English Cut and El Corte Inglés. All that existed was a minimal degree of conceptual similarity, and given that the trademarks differed overall, Article 8(1)(b) CTMR was not infringed. The Board of Appeal further found that El Corte Inglés had failed to demonstrate any actual or potential detriment to their trademark and hence also held that Article 8(5) CTMR was not infringed.
A subsequent appeal to the General Court was dismissed. The General Court agreed that the marks were different overall. Further, while the General Court recognized the considerable reputation enjoyed by the El Corte Inglés marks, it ruled that Article 8(5) CTMR did not apply, because the trademarks in dispute were not similar.
2. Findings.
The Court of Justice accepted El Corte Inglés' appeal and set aside the General Court's judgment on grounds that it had erred in law "in so far as it was held … that it was apparent from the fact that the degree of similarity between the signs at issue was not sufficient to result in the application of Article 8(1)(b) CTMR that the conditions for the application of Article 8(5) CTMR were therefore also not satisfied in the present case".
As a consequence, the case was referred back to the General Court for a fresh decision as to "whether that degree of similarity, albeit low, was not sufficient, on account of the presence of other relevant factors such as the renown or reputation of the earlier mark, for the relevant public to establish a link between those signs, for the purpose of Article 8(5) CTMR".
3. Remarks.
This judgment provides an excellent opportunity for us to recapitulate the basic principles for applying Article 8(5) CTMR and hence for protecting trademarks that have a reputation. The applicability of Article 8(5) depends on three conditions, all of which need to be fulfilled. First, the conflicting trademarks need to be identical or similar. Second, the earlier mark must have a reputation. And third, use without due cause of the trademark applied for should take unfair advantage of, or be detrimental to, the distinctive character or the repute of the earlier trademark.
The important point in this judgment is the finding that the degree of similarity between trademarks, even if insufficient to fulfil the requirements of Article 8(1)(b) CTMR, cannot necessarily be deemed insufficient to fulfil the requirements of Article 8(5) CTMR, and it may thus still be possible to benefit from the protection accorded to trademarks having a reputation as provided for in this latter Article even where the trademarks in dispute have a low degree of similarity.
The Court of Justice also issued an important finding regarding the link to be drawn between the signs by the relevant public pursuant to Article 8(5) CTMR, i.e. the harm referred to in Article 8(5) CTMR does not require consumers to establish an immediate connection between the signs.
The Court of Justice's findings are, to our mind, most apposite, and this leads us to encourage the courts and other bodies competent to decide on trademark matters to consider a principle that I propose should become a pillar of trademark law. Just as the principle of "in dubio pro consumer" holds sway in consumer protection and advertising law, in matters involving assessment of the bar to registration laid down in Article 8(5) CTMR, why not follow a similar principle, one that might be worded as "in dubio pro reputation".
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