En su primer acto público en Cataluña como ministro de Justicia, Campo ha subrayado que la sociedad catalana “siempre ha sabido dialogar con el presente y ha puesto su inteligencia colectiva, cultura y talento al servicio de un futuro de libertad, concordia y bienestar.” En particular, ha señalado el ministro, la abogacía catalana aporta “valentía, innovación y un sentido vivo de la Justicia y el derecho.”
Juan Carlos Campo ha hecho de su intervención un homenaje a esta profesión, que “siempre ha estado del lado correcto de la historia” y, en plena dictadura, supo dar un paso adelante para ayudar a impulsar la democracia. Su contribución, ha dicho el ministro, es indispensable para “entender lo que somos como país y sociedad” y también para avanzar hacia una mejor Administración de Justicia.
“Tenemos una oportunidad histórica de perfeccionar nuestro marco de garantías legales”, ha manifestado el ministro, que ha llamado al colectivo a colaborar con su departamento para impulsar el anteproyecto de Ley Orgánica del Derecho de Defensa y una reforma del sistema de asistencia jurídica gratuita, “que reconozca el valor del turno de oficio y haga realidad el acceso universal a la Justicia”.
Juan Carlos Campo ha señalado también que Justicia colaborará en el desarrollo del Estatuto General de la Abogacía Española y en la mejora del sistema de acceso a la profesión, entre otras reformas que posibiliten la desconexión digital y la conciliación de la vida laboral y personal, como reclaman los letrados.
Durante el acto celebrado en el Colegio de la Abogacía de Barcelona, el ministro de Justicia ha entregado el premio ‘Memorial Decano Roda i Ventura’ a la mejor monografía a Fernando Jáuregui Campuzano, galardón recogido por Joaquín García-Romanillos, y el premio al mejor artículo a María Beatriz Goena Vives.
Además del ministro y la decana del ICAB, Maria Eugènia Gay, a la celebración solemne han asistido la consellera catalana de Justicia, Ester Capella; la presidenta del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), Victoria Ortega; y representantes de la abogacía barcelonesa y catalana.