Como experta en el asesoramiento a altos directivos, start-ups, empresas y multinacionales, la abogada toma las riendas de “algo que siempre había soñado”, como es emprender su camino en solitario para ofrecer al mercado un servicio con los más altos estándares de calidad.
“Haber estado tantos años ejerciendo como directora de relaciones laborales en una multinacional me ha permitido evolucionar mucho mi perspectiva como abogada. No todos los abogados de despacho han tenido la oportunidad de vivir la experiencia de estar al otro lado y ese es un valor añadido que nosotros aportamos”, afirma Royo.
La abogada comenzó su carrera profesional en Uría Menéndez en 2009, hasta que en 2013 comenzó a ejercer como abogada in-house en grandes empresas multinacionales como P&G y Globalvia. En enero de 2016, con solo 29 años, fue nombrada directora de Relaciones Laborales en Gestamp Renewable Industries, multinacional líder del sector del acero. Posteriormente, fue socia en Ayuela Jiménez Abogados y fue cofundadora de Ebiroy Abogadas. Además de docente en Derecho Laboral, es coordinadora del Club de Jóvenes de la Asociación Nacional de Laboralistas (ASNALA).
Sobre sus objetivos estratégicos para la firma a cierre de 2022, la abogada avanza que persigue terminar el año consolidándose “como una firma laboral de referencia” y ampliar el equipo que ya tienen “con el objeto de poder prestar un mejor servicio a nuestros clientes”. Más aún, cuando, según afirma, se avecina un año en el que los asuntos laborales seguirán en primera línea de actualidad, especialmente aquellos que se refieran a la conciliación, teletrabajo y derecho a la desconexión digital o sentencias relacionadas con la crisis sanitaria y los cambios introducidos por la Reforma Laboral.
La socia directora de Maroy Legal, apunta que, si tuviese que dar un consejo a una joven abogada que quiera emprender le diría que, sobre todo, “no inicie un proyecto si no tiene pensado dejarse la piel. Esta es la clave del emprendimiento”.
“A una joven abogada le recomendaría que escogiese con mucho cuidado con quién se asocia, que disfrute mucho de los días buenos y que no pierda la ilusión en los malos (que los habrá), que no deje que sus miedos la paralicen, que sea humilde y que pida ayuda cuando la necesite y, por encima de todas las cosas, que no se boicotee a sí misma. Esto último es realmente importante en el caso de las mujeres, ya que somos expertas en sabotearnos a nosotras mismas y en cargarnos con culpas y responsabilidades que luego nos lastran mucho en la vida profesional”, asegura.
Para poder cumplir con el objetivo último de la igualdad real, según señala, es necesario “quitarse de la cabeza la idea de que un abogado debe estar disponible 24/7 porque así se lo exige su profesión y que se dé por supuesto que una mujer no va a poder cumplir con esa disponibilidad porque va a priorizar su vida personal a la profesional, el cambio es francamente complicado. Además, este cambio de mentalidad debería realizarse también por parte de los clientes, no solo por parte de los despachos. Es cierto que en las grandes firmas se está trabajando bastante en ello y ya se empiezan a ver los resultados, pero en los despachos pequeños es donde el cambio va a tardar mucho más en llegar”.
Sobre cómo se deberían esforzar los despachos en este punto, María Royo concluye que “no deberían descartar directamente a una mujer para un puesto de responsabilidad o de una oportunidad de ascenso por el mero hecho de pensar que en algún momento de su vida sus prioridades pueden llegar a cambiar”.