El evento está enmarcado en un momento clave para España, como Estado miembro que asume la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023, y tras la celebración en Málaga del Congreso Anual del GSG el 2 y 3 de octubre de la cumbre más importante a nivel mundial en materia de impacto con más de 1000 participantes, y 120 ponentes expertos de 68 nacionalidades.
Sir Ronald Cohen ha explicado ante más de 300 líderes del sector público y privado, emprendedores y tercer sector, del vicepresidente de la CEOE, Iñigo Fernández de Mesa, el director general de CaixaBank AM y presidente de SpainNAB, Juan Bernal, el vicepresidente del Observatorio de Impacto y presidente de Ontier, Pedro Rodero, y la presidenta del Observatorio de Impacto y socia de Transcendent, María Herrero, que “la Revolución de Impacto está guiando a consumidores, emprendedores, inversores, empresas, filántropos y Gobiernos a crear un impacto tangible y medible. Para transformar completamente nuestro modelo económico, el trinomio riesgo-rentabilidad-impacto debe convertirse en el epicentro de nuestra toma de decisiones”.
La incorporación del impacto en el centro de la estrategia empresarial requiere un proceso de transformación hacia un nuevo nivel en el que las empresas incorporen a sus decisiones estratégicas el impacto que generan, midiendo y gestionando el efecto que causan en sus grupos de interés. Como ha explicado Cohen, “cuando observamos el mundo a través de una lente de impacto, descubrimos oportunidades de mayor crecimiento y rentabilidad que, de otro modo, nos habrían pasado desapercibidas. En resumen, hacer el bien puede ser un gran negocio”.
“La Revolución de Impacto está guiando a consumidores, emprendedores, inversores, empresas, filántropos y Gobiernos a crear un impacto tangible y medible”. De hecho, a día de hoy cada vez más empresas que, manejando la sostenibilidad como un elemento estratégico de gestión, tienen en su hoja de ruta evolucionar su modelo de negocio hacia el impacto. “Debemos transformar nuestro modelo económico para que, en vez de causar problemas, generemos soluciones”, explica Cohen.
Este cambio de modelo se refleja en un mayor reconocimiento de las empresas que cumplen con los criterios ESG, impulsan la creación de valor de largo plazo y priorizan actividades económicas que optimizan la rentabilidad y el impacto social y ambiental positivo, en lugar del mero retorno financiero en el corto plazo. Por todo ello, el volumen de la inversión de impacto ha crecido de manera exponencial, llegando a movilizar en los últimos años 1.000 millones de euros en inversión de impacto y 40.000 millones en inversión ESG.
Como explica Cohen en su libro “Impacto: Transformar el capitalismo para lograr el cambio”, cuya versión en español se ha presentado hoy en Madrid, “podemos cambiar el capitalismo actual, basado únicamente en el beneficio económico, por un capitalismo que esté enfocado en el beneficio económico y el impacto social por igual, redirigiendo grandes flujos de capital para mejorar el mundo”.
“Ha llegado el momento de que alcemos nuestras voces, de que generemos impacto a través de nuestras decisiones. Desde cómo trabajamos, compramos e invertimos, hasta cómo logramos influir en nuestros Gobiernos”, ha explicado sir Ronald Cohen.
Este encuentro, el segundo que organiza el Observatorio de Impacto este año, pretende impulsar el impacto que las empresas son capaces de generar basándose en un modelo económico centrado no solo en minimizar el daño, sino en generar un impacto positivo.
“Estamos en un punto de no retorno de cambio del modelo empresarial, en el que gobiernos, las principales instituciones financieras mundiales y sociedad en general, se están alineando entorno al concepto del impacto, de modo que, en unos años, la empresa que no tenga el impacto social y medioambiental en el centro de su estrategia, sencillamente no existirá. Todo este movimiento, unido a la fuerza de la tecnología abre enormes oportunidades para aquellas empresas que apuesten por dicha transformación”, comentó Pedro Rodero, presidente ejecutivo de Ontier, y vicepresidente del Observatorio de Impacto.
Con esta perspectiva y dado que el valor de una empresa no es lo que vale hoy sino su potencial de generar valor en el futuro, la transformación hacia el impacto junto con la innovación tecnológica es una palanca de crecimiento, de competitividad y de mejora de la empresa y de la sociedad.
“En el momento presente, el reto ha dejado de estar focalizado en torno al esfuerzo en minimizar el impacto negativo, para pasar a una nueva exigencia por maximizar el impacto positivo que generamos empresas, inversores, gobiernos y ciudadanos. En este camino es necesario abordar una transformación profunda y transversal, medir el impacto que generamos y gestionarlo para mejorarlo”, explica María Herrero, presidenta del Observatorio de Impacto y socia de Transcendent.