Entrevista con ocasión de la celebración del Primero de Mayo
1.- Hola Carlos, hemos superado ya el primer año de crisis pandémica y entre otras consecuencias se está evidenciando que la nueva realidad ha traído consigo la necesidad de saber gestionar las relaciones laborales en las empresas y resto de corporaciones. ¿Cómo está influyendo la crisis de la COVID-19 en nuestro actual marco de derechos laborales?
La crisis de la Covid-19 ha supuesto, y actualmente sigue siéndolo, un gran reto, no solo para las relaciones laborales sino para todos los sectores y ámbitos en general.
Desde un punto de vista de las relaciones laborales, la crisis sanitaria ha provocado un auge, sin precedentes, del teletrabajo, lo que supone grandes retos para los agentes sociales y el propio legislador.
Asimismo, la generalización de los expedientes de regulación temporal de empleo ha obligado a la Administración a realizar un esfuerzo sin precedentes, tanto desde un punto de vista de gestión, como de asignación de recursos financieros.
Cabría apuntar que la normativa laboral, que el legislador ha promulgado durante el último año, parece apuntalar la posición de los sindicatos más representativos, en ámbitos de negociación donde antes no contaban con una prioridad negociadora clara.
2.- En este sentido ¿hasta qué punto la extensión del teletrabajo y la flexibilización de la jornada laboral ha contribuido a mejorar la calidad de vida y condiciones de los trabajadores?
El teletrabajo puede ser una fórmula laboral idónea de conciliación de la vida laboral y personal o familiar. Las nuevas tecnologías hacen posible que muchas empresas puedan implantar este sistema de trabajo.
No obstante, no debemos olvidar que el teletrabajo no es un mecanismo de conciliación por si solo, por lo que es necesario establecer límites a las jornadas de los teletrabajadores.
Los ritmos y formas de comunicación, los tiempos de atención y descanso y, en resumen, describir un procedimiento razonable y consensuado, es fundamental para que el teletrabajo ayude a la conciliación. De otra forma, será el trabajo el que determine el ritmo, la intensidad y el orden, constituyendo, por tanto, un impedimento para la conciliación.
3.- ¿Cree que el teletrabajo ha llegado para quedarse? ¿Y su actual regulación, qué le parece? ¿Echa en falta alguna garantía o medida deseable a incorporar en su desarrollo regulatorio?
Nunca antes habíamos sido testigos de un proceso de transformación digital tan radical como el que hemos vivido en los últimos meses. Por ello, creo firmemente que el teletrabajo, aunque sea parcial, ha llegado para quedarse.
En cuanto a la regulación, sin perjuicio de que la norma que regula el teletrabajo es un primer paso positivo, queda mucho trabajo por hacer. Deberán ser los agentes sociales, a través de la negociación colectiva, los que desarrollen la regulación del teletrabajo, para cada sector o empresa.
4.- La situación de los jóvenes en España es ciertamente compleja. La precarización y la alta tasa de paro juvenil, rozando el 40%, les afecta seriamente a la hora de emanciparse, desarrollarse profesionalmente, formar una familia, etc. ¿Qué medidas en el ámbito laboral propondría para revertir esta situación?
Es fundamental iniciar un diálogo con los agentes sociales para poner en marcha medidas urgentes, dirigidas a mejorar las condiciones laborales de aquellos que se incorporan al mercado laboral.
Sin duda, la primera preocupación debería ser la reducción de la tasa de paro juvenil, por cuanto una sociedad con los datos de paro juvenil españoles está abocada al fracaso.
Sería necesario dirigir las políticas activas de empleo al sector más joven de nuestros trabajadores, así como incentivar la contratación de trabajadores que se incorporan a la vida profesional.
5.- ¿Hasta qué punto el reparto de los fondos europeos supone una oportunidad para afrontar y atajar el problema estructural del desempleo y la alta tasa de temporalidad que ahora se ha visto agravada con la crisis pandémica?
La llegada de fondos europeos es una oportunidad para mejorar nuestro tejido empresarial, así como un impulso para acelerar los cambios hacia un nuevo modelo. España tiene ante sí el reto de modernizar y digitalizar su economía, ganando en productividad, revitalizando los sectores más golpeados por la pandemia de Covid-19.
Dicha digitalización puede suponer una nueva revolución económica, si las autoridades públicas basan sus actuaciones en el largo plazo.
Los cambios estructurales que demanda la economía española no son problemas a resolver en 3 o 4 años, sino probablemente en un plazo de 10 o 15 años.
6.- España destina más de un 25% del PIB a pagar pensiones y sueldos públicos. ¿Cree que es inevitable retrasar la edad de jubilación, según qué casos, para que sea sostenible la hucha de las pensiones?
En mi opinión, el problema de la financiación de la seguridad social no responde a la coyuntura económica, sino más bien a un problema demográfico.
En relación con lo anterior, aunque muy probablemente sea necesario alargar la vida activa de los trabajadores, las soluciones a largo plazo pasan por un cambio mucho más radical, que implique un verdadero cambio de modelo.
7.- Actualmente, el uso de tecnologías basadas en Inteligencia Artificial se están aplicando en los procesos de selección de empleo. ¿Qué opinión le merece si se utilizase el método del Currículum Anónimo aprovechando la disponibilidad de estas tecnologías? ¿Debería regularse la anonimidad en los procesos de selección y resto de casos en los que se puede incurrir en actitudes discriminatorias en el ámbito laboral?
Es indudable que la aparición de la IA o Inteligencia Artificial, abre espacio para que la contratación de equipos sea más productiva y orientada a objetivos.
Respecto del currículum anónimo, no cabe duda de que es una herramienta muy útil para evitar la discriminación a la hora de contratar. Supone un paso importante para tratar de combatir un problema que afecta a muchas personas y que les cierra las puertas del mercado laboral. De esta manera, se podrían evitar prejuicios y garantizar la igualdad de oportunidades.
Sin perjuicio de lo anterior, debemos plantearnos si la IA, por si sola, sirve a los efectos de evitar la discriminación. En mi opinión, la respuesta es no. De cara a evitar discriminaciones en los procesos de selección, lo realmente importante es establecer criterios que, ni directa ni indirectamente, causen situaciones de trato desigual.
8.- Y, para terminar, al hilo del uso de las tecnologías basadas en IA, comprobamos como cada vez son más frecuentes el uso de programas y herramientas informáticas que miden y hacen seguimiento de la labor del trabajador, en aras de la productividad, llegando a una situación de auténtico acecho en el control y en la supervisión del asalariado. ¿Considera que al igual que se ha regulado el derecho a la desconexión digital debería plantearse hacer lo propio con la prohibición de la hipervigilancia y observación digital exhaustiva del empleado?
Sin duda, deben establecerse límites a la capacidad de control de empleador sobre sus trabajadores. Dichos límites deben garantizar que, en todo momento, la intimidad de los trabajadores quede salvaguardada.
Asimismo, un excesivo control podría provocar la aparición de riesgos psicosociales, lo que contravendría la legislación sobre prevención de riesgos laborales.