CEDRO concedió más de 4.000 ayudas sociales a escritores, traductores y periodistas durante el pasado año. Ayudas de subsistencia, para materiales y servicios sociosantiarios y un Fondo COVID integraron el programa asistencial de esta entidad de gestión durante 2020.
«El pasado año fue especialmente duro para los autores del sector editorial. Muchos de nuestros socios vieron como se cortaron de forma abrupta sus vías de ingresos por derechos de autor y ese fue el motivo por el que creamos un Fondo COVID», explica el director general de CEDRO, Jorge Corrales. «Este fondo ha sido un complemento al programa asistencial que desde hace más de 25 años nuestra asociación ofrece a los creadores», añade Corrales.
Ayudas de subsistencia
Además de este fondo, CEDRO puso a disposición de escritores, traductores y periodistas miembros de esta asociación ayudas para superar situaciones de urgente necesidad. Este tipo de cobertura está destinada a autores que se encuentran ante dificultades económicas derivadas de una enfermedad o una situación de desempleo.
«Con esta actuación intentamos apoyar a los autores que están en riesgo de exclusión social. Son situaciones extremas, como pueden ser cortes de luz o gas, riesgo de desahucio o tratamientos no atendidos por la sanidad pública. Lamentablemente estas situaciones se dan en más ocasiones de las que pensamos, puesto que se trata de un colectivo cuya actividad profesional en muchos casos es intermitente», asegura el director de CEDRO.
Cobertura sociosanitaria y asesoramiento
Otra de las líneas de apoyo asistencial que facilita esta entidad de gestión al colectivo autoral es el de prestaciones para la compra o tratamientos sociosantiarios, como puede ser audífonos, material óptico, tratamiento dental o fisioterapia de rehabilitación.
También desde esta asociación se asesora a los autores que lo necesitan en la gestión de ayudas públicas.
Carácter solidario
El director general de CEDRO, Jorge Corrales, destaca el carácter solidario del colectivo autoral para que, a través de la gestión colectiva de derechos de propiedad intelectual, se pueda desarrollar esta función social. Y añade que desde la asociación que dirige ya están trabajando en la cobertura que ofrecerán este año «que todo apunta a que no será mejor para la cultura que 2020».