El proyecto pretende que las empresas que apliquen estos proyectos piloto adopten una reducción de jornada mínimo para un número determinado de trabajadores según el tamaño de la empresa y manteniendo los sueldos sin reducción de las retribuciones salariales.
Además, las empresas deberán incorporar medidas organizativas, de procesos productivos y de formación para generar una mejora de la productividad que compense en los mayores costes salariales. También se fijarán indicadores para medir la evolución de la productividad.
Para respaldar este esfuerzo inicial, el Gobierno prevé ayudas directas temporales por los costes asumidos por la empresa como consecuencia de la reducción de la jornada y de implementación de nuevas fórmulas organizativas y la formación, como consta en el proyecto sometido a consulta pública.
Coste salariales y de formación
Así, se podrán financiar de forma parcial los costes salariales de los trabajadores que se sumen a la reducción de la jornada laboral, los costes de formación relativa a la optimización del tiempo de trabajo, los costes de colaboraciones externas o los costes de personal interno necesarios para el diseño o rediseño de procesos.
El Gobierno también plantea en el documento posibles soluciones alternativas, tanto regulatorias y como no regulatorias, entre las que destaca la orden de bases que fomente la realización de proyectos piloto en pymes industriales. No obstante, también contempla que la realización de estudios para el diseño de pilotos o que sea el sector privado el que consiga la mejora de la productividad y la reducción de la jornada mediante mecanismos de mercado.