PONS Mobility, consultora líder de movilidad sostenible, ha hecho públicos, coincidiendo con la Semana Europea de Movilidad, los resultados de un amplio estudio de opinión realizado por la consultora para conocer el grado de conocimiento y aceptación entre la ciudadanía del uso de drones en la Unión Europa (UE), en el marco del proyecto europeo Labyrinth. Este trabajo de campo, realizado simultáneamente en ocho países de la UE, pone de manifiesto el mayoritario desconocimiento de los españoles, de hasta un 85%, sobre la regulación del uso de drones en nuestro país.
En ese sentido el estudio de opinión del proyecto “Labyrinth, Ensuring drone traffic control and safety”, también coloca a España como el país más preocupado sobre la regulación de este fenómeno tecnológico y sus implicaciones en el día a día de los ciudadanos, ya que el 48% considera “muy importante” una regulación de estos vehículos aéreos no tripulados.
Por otro lado, España y Rumanía son los únicos países de la UE analizados que prefieren la implantación de drones sin piloto antes que los controlados por un profesional. Entre los drones autónomos (37%), dirigidos por la Inteligencia Artificial (IA), y los automáticos (27%), que siguen una ruta ya predeterminada, suman el 59% de las opiniones. Mientras tanto, los dirigidos por un profesional humano reciben solo el apoyo del 34% de los encuestados.
A nivel medioambiental, el 55% de los encuestados cree que la implantación de drones no tendría ningún efecto, ni negativo ni positivo. El 26%, por el contrario, opina que esta nueva situación sería positiva en términos de impacto medioambiental de nuestras ciudades y espacios públicos.
En cuando a los usos una mayoría de españoles, hasta el 56%, opina que lo correcto sería utilizar estos drones en situaciones de rescate y emergencia. La velocidad en la respuesta es también clave para esa mayoría de encuestados, considerando que la movilidad urbana por el aire “podría ser más rápida y eficaz que el transporte por carretera”. Entre los demás países europeos analizados, esta sigue siendo la opción escogida en su mayoría. Conseguir llegar a zonas complicadas, que podrían necesitar también un posible rescate, es la siguiente respuesta más escogida.
Por otro lado, los motivos que provocan más reticencia entre la población son el posible espionaje y la privacidad de datos. La media muestra que el 21% de los encuestados cree que podrían ser usados como un instrumento espía, mientras que el 16% opina que se vería afectada la privacidad de datos. En el caso de España, son estos los factores que más oposición provocan, pese a que no sean el país líder en ninguno de esos aspectos. El 18% de los españoles se muestra preocupado por su privacidad y el 21% cree que podría ser vigilado a través de los drones.
Para Ana Gómez Arche, CEO de PONS Mobility, este trabajo de campo demuestra que “una adecuada y transparente regulación junto a una ambiciosa campaña informativa podría ser suficiente para que estas dudas se vieran resueltas. La creación de un marco estable de regulación a través de sandbox regulatorios en esta materia, además, podría impulsar la actividad innovadora en un sector que todo apunta será clave en el desplazamiento de mercancías y nuestra seguridad tanto en zonas urbanas como en instalaciones críticas para la seguridad del país en un futuro cercano”.
Sobre el proyecto Labyrinth y el estudio
Este estudio es parte de los trabajos del proyecto Labyrinth, financiado en el marco del Programa Europeo Horizonte 2020, en el que PONS Mobility ha trabajado junto a un consorcio de doce entidades europeas, entre las que se encuentran Universidad Carlos III de Madrid, Arquimea Aerospace Defence and Security, DLR, la DGT, la división de I+D de telefónica, PKF Attest Inncome, el INTA, Eurocontrol, DIN, la autoridad del Sistema portuario del Mar Ligure Oriental, el Ayuntamiento de Madrid, a través del el SAMUR-Protección Civil, y el Instituto de Tecnología Austriaco, ha estudiado los efectos de implantar drones en las ciudades.
El principal objetivo de este proyecto de innovación era analizar y proponer medidas técnicas y normativas dirigidas a conseguir un óptimo servicio de tráfico de drones que mejorara tanto la seguridad como la eficiencia del transporte civil terrestre, marítimo y aéreo. La investigación se basa en un sistema de planificación de trayectorias 4D centralizada que permita que todos los drones activos en un área determinada se comuniquen entre sí, a través de la tecnología 5G, para conocer continuamente su trazado y situación, siendo capaces de calcular rutas alternativas que eviten colisiones, manteniendo siempre un nivel de encriptación que asegure la seguridad de todo el sistema.
Además de España, han participado en el estudio hasta ocho países de la UE como Alemania, Austria, Italia, Bélgica, Suecia, Polonia, Rumanía y Grecia. Cómo vea la población la implantación de drones en las ciudades durante su día a día es también un factor a tener en cuenta. Para conocer sus opiniones, el proyecto ha realizado encuestas a 4.000 personas en grupos de diferentes edades para que la muestra sea válida da nivel estadístico.