El mecanismo de ajuste de carbono en frontera busca igualar el precio de carbono de los productos producidos dentro de la UE y los producidos fuera del mercado comunitario y se aplicará al sector del cemento, aluminio, fertilizantes, producción energética, hierro y acero.
La medida pretende evitar la fuga de carbono, es decir, que las empresas radicadas en la UE puedan trasladar la producción a países extracomunitarios con normativas sobre emisiones poco estrictas o que productos de la UE puedan sustituirse por otros importados mas intensivos en carbono.
Además, el mecanismo de ajuste de carbono en frontera quiere alentar a los socios de la UE a que establezcan políticas que fijen precio al carbono y luchen contra el cambio climático en el marco del sistema europeo de comercio de emisiones. La gestión de este sistema se realizará de forma centralizada.
"Todos los esfuerzos que se hacen en la UE para reducir el carbono lo perdemos importando productos con alto contenido en carbono o en cuya elaboración entra en gran medida el carbono", ha dicho el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire.
En un paso más, los ministros de Economía y Finanzas de la UE prevé establecer un umbral mínimo que exima de las obligaciones a las importaciones con un valor inferior a 150 euros para reducir la complejidad administrativa, considerando que cerca de un tercio de las importaciones de la UE entrarían en esa categoría.
Los Veintisiete tendrá aún que cerrar algunos asuntos del mecanismo de ajuste de carbono en frontera que no están directamente relacionado con el texto legal. El mecanismo es un elemento dentro del paquete de medidas de la Comisión Europea, Fit for 55 que tiene por objetivo alcanzar la neutralidad climática en 2050.