El programa, que se desarrollará a través de la red de Cámaras de Comercio, contempla ayudas directas para inversiones de hasta 7.000 euros para la implantar soluciones de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).
"Con este programa, la Cámara de Comercio de España contribuye a la mejora de la competitividad de las pymes mediante la adopción, uso y aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación", afirma el organismo en un comunicado.
Los dos ejes principales del programa son lograr que las empresas participantes aumenten su productividad y ahorren costes mediante la incorporación de procesos productivos más eficaces y, en segundo lugar, conseguir que aprovechen las oportunidades comerciales que ofrece actualmente Internet mediante el comercio electrónico y el marketing digital.
En una primera fase, los expertos de las Cámaras de Comercio realizan de forma gratuita un análisis exhaustivo del grado de digitalización de la empresa y de sus posibilidades de mejora, además de comparar su nivel de competitividad con su entorno económico y de mercado.
Una vez detectados los posibles déficits que presenta la empresa, proveedores externos a las Cámaras inician la implantación de las soluciones TIC establecidas en el diagnóstico. La empresa recibe una ayuda directa de entre el 50% y el 85% dependiendo de la comunidad autónoma, de la inversión realizada, sobre un máximo de 7.000 euros.
Posteriormente, la Cámara de Comercio realizará un seguimiento de la implantación, controlando el ritmo de ejecución y de la adecuación de los proyectos.
Paralelamente, el programa TICCámaras llevará a cabo acciones de sensibilización para lograr que la cultura TIC arraigue entre el tejido productivo español, especialmente entre las empresas de menor dimensión.
Desde que en 2014 se inició el programa TICCámaras, se han beneficiado 3.600 empresas, en su mayoría micropymes y autónomos, ya que un 48% tienen de dos a nueve empleados y el 32% entre 0 y 1. Las principales carencias detectadas son la falta de actualización de la web tanto en diseño como en contenidos o, incluso, no disponer de ella.
En otro nivel de maduración tecnológica, otros de los problemas hallados es la ausencia de una plataforma de comercio electrónico, la gestión inadecuada de la presencia en redes sociales y la falta de medición de los resultados o impactos de sus actuaciones en marketing digital.
(Fuente de la noticia: Europa Press)