Así, de acuerdo con los datos publicados por el ministro, a cierre del pasado viernes quedaban en ERTE un total de 299.423 trabajadores, muy lejos de los 3,6 millones de trabajadores que llegaron a estar en suspensión temporal de empleo en el pico más alto de la pandemia, en abril de 2020.
Del total de trabajadores que aún quedan en ERTE, 72.109 pertenecen a la hostelería (servicio de comidas y bebidas); 46.530 a los servicios de alojamiento; 26.493 al comercio minorista; 16.059 al comercio mayorista; 13.860 a agencias de viajes y turismo; 9.537 al transporte terrestre; 6.547 al transporte aéreo; 4.072 a almacenamiento; 3.336 al sector de vehículos de motor; 1.034 a la fabricación de caucho y plásticos, y 99.846 al resto de sectores productivos.
Las mayores reducciones de trabajadores en ERTE en la primera semana de agosto se dan, en valores absolutos, en los sectores de servicios de alojamiento (-8.913 trabajadores suspendidos); hostelería (-5.906); comercio minorista (-2.168); vehículos de motor (-1.818); agencias de viajes (-1.676) y transporte aéreo (-1.368).
Le siguen el comercio mayorista, con 1.124 trabajadores menos en ERTE; el sector del almacenamiento (-1.105); la industria de fabricación de caucho y plásticos (-812) y el transporte terrestre (-707). En el resto de sectores, el número de trabajadores en ERTE se ha reducido de manera global en 6.466 personas durante la primera semana de agosto.