El magistrado realiza una crítica jurídica en torno a la Ley del ‘solo sí es sí’ durante su toma posesión

Manuel Caballero-Bonald, miembro de la Real Academia de Jurisprudencia de Legislación de Granada

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La Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Granada -con sede en la capital nazarí pero cuyo ámbito de actuación se extiende a Almería, Jaén, Málaga y Melilla-, se ha desplazado en esta ocasión al Palacio de Justicia de la ciudad malagueña para celebrar el solemne acto de recepción de Manuel Caballero-Bonald Campuzano como Académico de Número de la Corporación, acompañado por numerosas autoridades de la provincia, compañeros y amigos del magistrado.

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“Espero estar a la altura de la elevada distinción de esta histórica, ilustre y prestigiosa institución”, aseguró el jurista durante su discurso de ingreso, titulado ‘La reforma de los delitos contra la libertad sexual. Algunos aspectos esenciales’, en el que también recordó las palabras de su padre, Rafael Caballero Bonald, último Presidente de la Audiencia Territorial de Granada antes de transformarse en Tribunal Superior de Justicia y miembro de la RAJYL de Granada entre 1986 y 2006: “Para nosotros, señores académicos, defender y difundir la cultura jurídica es una misma cosa”.

Un discurso de ingreso en el que, tras la apertura del acto por el presidente de la Academia, Rafael López Cantal, Caballero-Bonald analizó un tema de absoluta actualidad que está despertando gran atención jurídica y mediática. Se trata de la reforma de los delitos contra la libertad sexual que, hasta el 1 de mayo, ha desembocado en más de un millar de reducciones de pena y más de un centenar de excarcelaciones por aplicación de la Ley Orgánica 10/2022, según datos del Consejo General del Poder Judicial.

“Nos encontramos en la actualidad ente un debate político puro y duro, día sí y día también, ajeno a la política criminal correctamente entendida, sobre los delitos contra la libertad sexual”, aseguró el magistrado de la Audiencia Provincial de Málaga, evidenciando el carácter crítico-jurídico de su intervención respecto a la regulación de estos tipos penales, llevada a cabo “sin consenso”, así como la necesidad de “autodefensa de la labor de los jueces aplicando los mimbres que le ofrece el legislador, con una técnica jurídica cada vez más deficiente” y en un contexto político en el que, afirmó, se promueve “la falsa creencia de que los jueces rebajan las penas de los agresores por capricho o por perjudicar a determinado sector político”.

Asimismo, el recipiendario repasó la evolución histórica de los delitos de agresión sexual desde su regulación en el Código Penal de 1995 hasta la actualidad, abordando las modificaciones introducidas por la LO 11/1999, la LO 15/2003 o la LO 5/2010, hasta llegar a la Ley Orgánica 10/2022 de Garantía Integral de la Libertad Sexual, en la que se unifican los delitos de agresión sexual y abuso sexual en una sola categoría, y la reciente contrarreforma de la reforma de esta Ley del “solo sí es sí”, aclarando que el consentimiento ya era, desde hace muchos años, el centro o la piedra angular sobre la que descansan este tipo de delitos. “Estamos ante un ejemplo claro de que, en las reformas del Código Penal, hay que huir de calenturas, prisas y demagogias y es conveniente atender a los dictámenes de especialistas, eludiendo posiciones claramente partidistas y populistas”, concluyó el nuevo académico de número de la Corporación.

Se formaliza así su incorporación a la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Granada, reforzando la presencia de Málaga en la Academia. Lo hace ocupando la Medalla número 12, asignada con anterioridad al magistrado José Requena Paredes, tras su nombramiento por unanimidad del Pleno para este cargo el 30 de junio del pasado año, avalado por los académicos numerario Lorenzo del Río Fernández, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, y Ana Tárrago Ruiz, fiscal superior de Andalucía, y a propuesta de su homólogo Nielson Sánchez Stewart, ex decano del Colegio de Abogados de Málaga, quien calificó al magistrado como “un magnífico jurista, un trabajador incansable, una persona, en el buen sentido de la palabra, buena”, durante su contestación al recipiendario en nombre de la Corporación.

Manuel Caballero-Bonald Campuzano

Nacido el 9 de julio de 1963, en la localidad gaditana de Arcos de la Frontera, Manuel Caballero-Bonald Campuzano también se licenció en Derecho por la Universidad de Granada (promoción 1981-1986).

Su ingreso en la carrera judicial tuvo lugar en 1988, siendo destinado en primer lugar al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cabra (Córdoba) hasta que en 1990 asciende a la condición de magistrado, trasladándose al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 4 de Móstoles (Madrid), al Juzgado de Primera Instancia nº 12 de Málaga en 1992 y al Juzgado de Instrucción nº 5 de Málaga de 1995 a 2005, periodo en el que estuvo destinado en comisión de servicios en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 7 de Marbella (2000-2001) y Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Málaga (2003-2005). En marzo de 2005, fue elegido Juez Decano de Málaga, cargo que desempeñó hasta julio de 2009, no optando a la reelección y pasando a integrarse en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Málaga, especializada en Menores y Violencia de Género en la que actualmente desarrolla su actividad, compatibilizando dicho puesto con el de integrante de los tribunales encargados del enjuiciamiento del ‘Caso Malaya’ o el ‘Caso Fergocon’ y ponente en el ‘Caso Goldfinger’.

A nivel institucional, Caballero-Bonald formó parte, como miembro electo, de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla durante los años 2005 a 2009, fue designado ponente en materia de carga de trabajo y planta y demarcación judicial dentro del Plan de Modernización de la Justicia del CGPJ y estuvo integrado en la Comisión de Seguimiento del Cumplimiento de los Acuerdos de los Jueces Decanos de España (2005-2009), el Grupo de Trabajo sobre Investigación en la Lucha Contra el Blanqueo de Capitales, constituido entre el CGPJ, la Fiscalía General del Estado y Eurojust.

Junto a su carrera judicial, el magistrado ha sido director o intervenido como ponente sobre diversas materias en numerosos cursos organizados por instituciones como el CGPJ, la Fiscalía General del Estado, administraciones públicas, universidades, fundaciones o colegios profesionales. Fue coordinador de los cursos de formación de Jueces de Paz para Andalucía Oriental durante su etapa como Juez Decano y hasta el año 2011 y es profesor del Máster de la Abogacía del Colegio de Abogados de Málaga y la Universidad de Málaga, así como en el Curso de Experto en Derecho Penal de la Universidad Internacional de Andalucía.

En 2006, fue reconocido con la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco y está en poder de la Cruz Distinguida de San Raimundo de Peñafort de Segunda Clase y de la Cruz Distinguida de San Raimundo de Peñafort de Primera Clase desde 2015. En 2018, también fue seleccionado por el CGPJ dentro de la “terna” de candidatos para cubrir una plaza de magistrado del Tribunal Supremo, tras la vacante por el fallecimiento de José Manuel Maza.