¿Por qué es importante la organización territorial de la Justicia?, con esta pregunta inició Antonio Dorado su intervención. En su opinión, cuando se habla de “modernización de la Justicia”, se tiene que aludir a tres elementos, el tecnológico, el organizativo y el procesal.
La Ley Orgánica del Poder Judicial del año 1985, se sustenta en una estructura territorial del siglo XIX, si bien, en un análisis posterior de dicha organización se observa que la población había crecido un 15%, la litigiosidad incrementado un 100% y se habían creado unos 2500 órganos judiciales, por lo que esa estructura de siglos pasados, ya no era válida para la resolución de conflictos.
Así, en 2003, se puso en marcha una reforma que afectaba, exclusivamente, a la gestión de la Oficina Judicial. Estos órganos empiezan a dar servicio a varios juzgados y tribunales, aumentando su campo de actuación, y pasan a tener un alcance provincial. En ningún caso, se vió afectada la estructura territorial de los órganos jurisdiccionales.
Antonio Dorado siguió analizando la historia del ámbito organizativo de la Justicia y afirmó que, pocos años después, empieza a plantearse el modelo de justicia de proximidad, eliminando por completo al partido judicial.
El Ministerio de Justicia, en la legislatura pasada, crea una comisión en la que se debate sobre la necesidad o no del partido judicial, y se empieza a hablar de tribunales colegiados y de la reforma del recurso de casación.
En los años próximos, el Consejo General del Poder Judicial puso en marcha un modelo en el que reduce el número de partidos judiciales a la mitad.
Llegando a la actualidad, en el año 2012, el Ministerio de Justicia, ordenó a una comisión que estudiara un anteproyecto de Planta y Demarcación, de la que formó parte Antonio Dorado.
Esta comisión ha apostado por el modelo provincial. La justicia de base se impartiría por los tribunales de instancia divididos en cuatro salas (civil, penal, contencioso-administrativo y social), con una sede única, ya que este modelo se correlaciona con un modelo de carrera judicial de especialidad y calidad.
En segunda instancia, destacarían los Tribunales Superiores de Justicia y en el último escalafón, el Tribunal Supremo con las cinco salas actuales.
A continuación, los invitados plantearon sus cuestiones y diferentes puntos de vista.