SAP SE ha anunciado este martes sus principios rectores para la Inteligencia Artificial (IA), así como la creación de un grupo asesor de ética externo para Inteligencia Artificial por primera vez en una tecnológica europea, según ha reivindicado la propia compañía.
El grupo, formado por expertos del mundo académico, la política y la industria, garantizará la adopción de los principios y los desarrollará en colaboración con el comité directivo de Inteligencia Artificial de SAP, como ha explicado la empresa en un comunicado.
Las nuevas directrices, el grupo externo y el comité interno están dirigidos a garantizar que las capacidades de IA, respaldadas por la herramienta de aprendizaje automático de SAP Leonardo, se utilicen para mantener la integridad y la confianza en todas las soluciones.
"SAP considera el uso ético de los datos como un valor esencial", ha manifestado Luka Mucic, director financiero y miembro del comité ejecutivo de SAP SE. "Queremos crear 'software' que haga posible la empresa inteligente y realmente mejore la vida de las personas. Dichos principios servirán de base para hacer de la IA una tecnología que aumente el talento humano", ha defendido Mucic.
Los principios rectores de SAP tienen como pilares los negocios sin prejuicios, mantener la transparencia y la integridad, así como defender la calidad y la seguridad. La compañía también se compromete a respetar la protección de datos y la privacidad, así como a resolver los desafíos sociales de la IA.
El grupo ha sido creado para diseñar una estrategia europea de inteligencia artificial y proponer directrices éticas relacionadas con la justicia, la seguridad, la transparencia, el futuro del trabajo y la democracia a comienzos de 2019.
SAP ya ha confirmado a cinco miembros del grupo asesor externo, y tiene previsto añadir más. Entre ellos se encuentran expertos de la universidades de Erlangen-Nuernberg (Alemania), Cornell (Estados Unidos), Georgetown (Estados Unidos) y el University College de Londres, entre otras.
"La Inteligencia Artificial ofrece inmensas oportunidades, pero también plantea desafíos éticos sin precedentes y con frecuencia impredecibles para la sociedad y la humanidad", ha señalado Susan Liautaud, profesora de políticas públicas y derecho.
