In Memoriam

Tranquila, y en paz

Noticia

En recuerdo de nuestra compañera Soledad Mayor que ha fallecido.

En Memoria de Soledad Mayor, Lefebvre_img

A las tres de la mañana, se fue Sole … ”tranquila y en paz”.

Me lo decía Diana, la buena Diana, que ha ido con ella de la mano, andando los últimos trechos de un camino sinuoso, que Sole llenaba de luz, de lógica aplastante y de humor simple e irresistible.

Lógica aplastante. Soledad Mayor, Sole, ha mantenido siempre vivas y encendidas sus creencias, sus convicciones, su forma de entender la vida, la historia y las relaciones humanas. Ella fue una maestra en la filigrana de la sonrisa cómplice, del guiño a la verdad aparente y del ansia de vivir… y disfrutar “de este relax que tenemos en Cantabria”.

Sole fue también Lefebvre. Anduvo por los pasillos y laberintos de Orense. También por Santiago de Compostela, ayudando a achicar agua y a hacer grandes los sueños. Y como esos siniestros notarios de la vida -y de la muerte- que son los teléfonos móviles, dejan el rastro y la fe privada de tantas cosas, de tantos momentos, de tantos pensamientos, veo en la amarga memoria electrónica que el 14 de diciembre de 2020, me decía …”Cómo me alegro ... Me siento orgullosa de mi paso por la Editorial”.

Y cuando estoy a punto de no poder contener las lágrimas, alguno de sus mensajes republicanos, ansiosos de felicidad, de suerte ¡y de salud! me endereza el ánimo.

Siéntete orgulloso, Santi. Tu Big Band seguirá sonando con fuerza y armonía. Tú sigue dándole bien y profundo al metal. Que ahora tienes la suerte de que Mahalia Jackson, Aretha Franklin, Etta James, la mismísima Billie Holiday os harán los coros de un blues hondo y doliente, pero muy sentido, porque se nos va la mejor de todas ellas. Greatest Loneliness: Soledad Mayor.

Pese a eso, pese a la ausencia, pese a la amputación cruel de su presencia, sigue cuidando la Banda, Santi. Sois demasiados buenos solistas: Pablo, Mateo, Bruno, Diana, la buena Diana. ¡Menuda Big Band!

Has sido oportuna en tu despedida, Sole. Has levantado el vuelo a las pocas horas de que los nuevos colosos de la tierra definiesen el nuevo reparto de las tierras, los mares y los aires. Tú, desde allí (¿desde allí?), sabía que eso no te iba a gustar nada, y  has hecho un soberbio, desafiante y definitivo corte de manga al siniestro algoritmo de la vida y de la muerte.

Gracias por haber sido Lefebvre, Sole. Gracias por tu cariño y tu amistad. Gracias por haber aplicado en tu vida la lógica implacable de la buena gente, la sencillez y el anhelo continuo de justicia.

Tendré que esperar un poco más a que en algún próximo diciembre me envíes, como siempre desde hace tanto tiempo, un billete de lotería en el que luzcan las dos herramientas que también cincelaron tu vida.

Vete en paz, Soledad Mayor, Greatest Loneliness, amiga, compañera.

 

Juan Pujol

Presidente de Lefebvre