Así consta en el nuevo marco estratégico sobre seguridad laboral que ha sido presentado este lunes por el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis, y el comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit.
El plan de acción es el primer paso para actualizar el conjunto de normas y recomendaciones de la UE y pivota sobre tres objetivos principales: adecuar la seguridad laboral a las transiciones verde y digital, reducir los accidentes y las enfermedades relacionadas con el ámbito laboral y mejorar la preparación ante futuras crisis sanitarias como la actual.
La estrategia de Bruselas pasa por avanzar en estos ámbitos a través del diálogo social, la revisión y mejora de legislación comunitaria vigente, una toma de decisiones "basada en evidencias", la movilización de inversiones en seguridad y salud laboral y campañas de concienciación.
Las muertes en el ámbito laboral han caído un 70% desde 1994, pero la Comisión Europea considera que no es suficiente porque 200.000 personas mueren al año por enfermedades relacionadas con el ámbito laboral y unas 3.300 personas fallecen a causa de accidentes en sus puestos de trabajo.
Además, a juicio de Bruselas, la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de que las empresas cuenten con un marco de análisis de riesgo adecuado y con medidas preventivas para "atajar los riesgos sanitarios de los trabajadores" durante una emergencia. "Ha subrayado más que nunca la necesidad de que los empleados se beneficien de un entorno de trabajo que reduzca el riesgo de transmisión de enfermedades contagiosas", defiende la estrategia comunitaria.
Por eso, el Ejecutivo comunitario lanzará "inmediatamente" un análisis "en profundidad" para evaluar el impacto de la pandemia y la "eficiencia" de los marcos de actuación nacionales y comunitario, con la intención de "desarrollar procedimientos y directrices para el despliegue, aplicación y supervisión rápidos de medidas en potenciales futuras crisis sanitarias".
Además, dentro de este objetivo, actualizará en 2022 sus recomendaciones con respecto a enfermedades laborales para incluir la COVID-19 y elaborará unas directrices para inspectores laborales en relación a la calidad del análisis de riesgos y su gestión en virtud de la directiva sobre agentes biológicos.
Derecho a desconectar y salud mental
Por otro lado, el Ejecutivo comunitario quiere "anticiparse" con este plan de acción a los cambios en los "patrones" laborales alimentados por las transiciones verde y digital y la aparición de "empleos que no existían hace una década".
Dentro de este eje se encuentran, por ejemplo, la revisión de la directiva sobre puestos de trabajo y de la directiva sobre empleos con equipos con pantallas, así como recoger las peticiones del Parlamento Europeo para legislar el "derecho a desconectar".
También se incluye en este ámbito una iniciativa no legislativa relacionada con la salud mental en el trabajo que esté disponible antes de que finalice 2022. Bruselas ha recordado que la pandemia obligó a cerca del 40% de los trabajadores a trabajar desde sus hogares y esto "desdibujó" las "fronteras tradicionales" entre el trabajo y la vida privada.
"Junto con otras tendencias relacionadas con el trabajo remoto, como la conectividad permanente, la menor interacción social y un mayor uso de las tecnologías de la información, ha supuesto un aumento adicional de los riesgos psicosociales y ergonómicos", reconoce la estrategia.