Entrevista al socio responsable del Dpto. de Derecho Procesal, Mediación y Arbitraje de Auren Abogados Daniel Sáez Castro
Entrevistamos a Daniel Sáez para conocer su opinión sobre el escenario tecnológico postpandemia y los cambios que se habrán de acometer en el proceso ya iniciado de digitalización del tejido productivo y empresarial para garantizar la supervivencia corporativa.
- Daniel ¿cómo está afectando esta crisis del Covid-19 al proceso de digitalización, modernización e innovación que han emprendido las empresas?
La crisis del Covid-19 ha tenido como principal efecto, una aceleración totalmente inesperada y no planificada del proceso de digitalización en las empresas del sector servicios.
El objetivo: evitar la paralización y conseguir interconectar a los trabajadores de la misma empresa, entre ellos y con sus responsables, así como con los clientes y proveedores en general. En resumen, adaptar la cadena de valor a las nuevas circunstancias.
Las empresas más innovadoras, ya contaban con los necesarios medios técnicos y materiales e, incluso, llevaban tiempo poniendo en práctica fórmulas de teletrabajo pero, nos atrevemos a afirmar que, incluso las empresas más avezadas en la digitalización, salvo aquellas de base cien por cien tecnológica, nunca previeron que sus sistemas debían permitir el teletrabajo a la totalidad de su plantilla y encauzar la totalidad de sus procesos en un entorno digital, motivo por el que han tenido que poner al límite de resistencia sus sistemas y equipos sin apenas capacidad de reacción.
Al mismo tiempo, otras muchas empresas han tenido que modernizar sus equipos y herramientas informáticas adaptándolas al teletrabajo y poniendo a prueba la capacidad de adaptación de sus responsables de informática, mantenedores de sistemas o empresas de servicios informáticos, en caso de subcontratación.
- ¿Cuáles son los principales retos tecnológicos que esta crisis plantea a las organizaciones y si cree que son o no superables?
Muchos de los programas y equipos informáticos utilizados por las empresas, tanto para procesos internos como los de negocio, no contaban aún con la necesaria adaptación al teletrabajo. Ello ha obligado a improvisar soluciones temporales, accesos remotos, líneas dedicadas, conexiones punto a punto, servidores virtualizados e icould, etc.
Se han centrado todos los recursos en lograr no paralizar el servicio pero, como dijimos anteriormente, en muchos casos se ha tenido que hacer de forma precipitada y sin apenas planificación. Por ello, el mayor reto tecnológico, superada esta primera fase, debe buscar afianzar la estabilidad de la red y los sistemas que se han puesto en marcha y, todo ello, sin dejar de lado el apartado relativo a la seguridad de la información y de los sistemas.
Me atrevo a identificar como uno de los retos principales que las empresas tienen que afrontar ahora es el tener que invertir tiempo, recursos y esfuerzos en tratar de garantizar la seguridad de sus sistemas tratando se blindarlos, con las máximas exigencias, a los desgraciadamente cada día más habituales ataques de terceros; Spyware, Phishing, Malware, etc. En resumen, el principal reto es invertir recursos en Ciberseguridad.
- Todo parece que hasta ayer nos encontrábamos inmersos en plena fase de innovación en todos los órdenes y ámbitos: empresa, organizaciones, despachos… , pero esa tendencia o moda de innovar por innovar, ahora, enfrentados ante este nuevo escenario, parece que obliga a repensar el modelo de innovación y a poner el foco en la estrategia a seguir para acometerla. ¿Cuál es su opinión al respecto?
El nuevo escenario, en mi opinión, no debe frenar el impulso a la innovación que estaba implantándose en diversos modelos productivos de diferentes sectores empresariales. No creo que nadie piense que la transformación digital no deba estar en la agenda de todos los operadores económicos, únicamente, se han visto alteradas transitoriamente las prioridades, dejando de invertir recursos en proyectos de innovación que se encontraban en marcha y centrando éstos, como dijimos antes, en la implementación y consolidación de los sistemas con los que contaban las empresas a fin de tratar de garantizar, en este nuevo escenario, la continuidad del servicio.
- Y Auren ¿cómo está afrontando la crisis? ¿Cree que la crisis también le deparará cosas positivas?
Para Auren, como firma de servicios, multidisciplinar, nacional e internacional, resultaba esencial garantizar, que todos sus profesionales, pudieran estar perfectamente interconectados y coordinados en todo momento y garantizar el acceso a la información desde cualquier punto. Esa interconexión debe ser igualmente bidireccional hacia todos nuestros clientes.
Ya teníamos mucha experiencia previa en modelos de gestión por medio del teletrabajo al haberlo implantado hace años en la organización. Por tanto, Auren no sólo contaba con los recursos tecnológicos necesarios, además, disponía de un adecuado plan de contingencia que, podemos afirmar, ha resultado ser totalmente eficiente.
No obstante, la crisis actual ha representado el uso intensivo del teletrabajo, no como un medio alternativo al método tradicional, sino como medio exclusivo y principal, y ello ha supuesto que hayamos visto la necesidad de tener que implementar planes específicos de formación en gestión de equipos a distancia para las personas con responsabilidad dentro de la Organización.
Sin duda, y en mi opinión, el teletrabajo ha venido para quedarse. Saber gestionar bien y de forma eficiente a los equipos en este nuevo escenario es de trascendental importancia, lo que permitirá una redefinición de sus procesos y una reducción de sus costes de estructura.
- La crisis y el riesgo al contagio han potenciado sobremanera modelos de organización y tecnologías basadas en la gestión eficaz y óptima del distanciamiento físico, como ocurre con el teletrabajo, la videoconferencia, la formación online,… ¿Considera que este nuevo planteamiento basado en saber gestionar el distanciamiento generará nuevas oportunidades? ¿Cuáles y en qué ámbitos principalmente?
Sin duda se ha intensificado el uso de las redes sociales en todos los ámbitos, las empresas tienen que adaptarse a esa fórmula de relación y comunicación.
No sólo hay que estar en redes, hay que ser activo y aportar valor a los usuarios y potenciales clientes. La forma de comunicarnos cambiará profundamente. En ese escenario se abren muchas oportunidades.
La formación es otro de los sectores que deberá adaptarse a esta incipiente realidad, evolucionando de un modelo presencial a otro tecnológico. Veremos también como se incrementa el número de las plataformas de entretenimiento, sustituyendo en parte a las grandes distribuidoras. Se incrementarán los usuarios de e-sports y sus seguidores, así como las ventas on-line, desapareciendo parte de los espacios comerciales que tenderán a centrarse en la experiencia del cliente.
También cambiará la forma de relacionarnos con nuestros clientes, muchas reuniones de trabajo se realizarán por medios telemáticos, cada vez mas sofisticados. Aquí es donde la incipiente tecnología basada en la realidad virtual puede jugar un papel importante, permitiendo ahorrar tiempo y costes de desplazamiento.
- A buen seguro el escenario postcrisis supondrá una gran oportunidad para el desarrollo e implantación de las tecnologías basadas en la realidad virtual y realidad aumentada. ¿Cuáles serán los nuevos desafíos jurídicos que traerá consigo la implantación de estas tecnologías?
La tecnología 5G que ha comenzado a implantarse en España, sin duda, será un adecuado acicate para universalizar la implantación de estas tecnologías.
Se abrirán multitud de desafíos en el campo jurídico a fin de regular los derechos de marcas, de imagen, intimidad de las personas, protección de datos, derecho de consumidores y usuarios y así hasta un interminable número de materias que, de una u otra forma, tendrán que considerarse y dará lugar a la promulgación de un gran número de normas legales.
- Y para terminar, pensando en la gran mayoría de nuestros lectores, le pedimos nos aporte el que a su juicio sería el principal consejo destinado a los despachos de abogados para que puedan capear la crisis y adaptar sus modelos de negocio a la nueva realidad que se impondrá tras ella.
Desde luego, considero que no es el mejor momento para realizar ningún tipo de labor comercial con los clientes y contactos. Lo importante es darles a conocer que estamos ahí para escucharlos y ayudarles en lo que necesiten, y tratar así de mantener el contacto personal con ellos, simplemente, para interesarnos sinceramente por su situación.
Las crisis siempre han dado lugar al nacimiento de nuevas ideas y a la creación de nuevas tipologías de negocio. Quizás la abogacía no haya sido hasta la fecha la profesión que mas haya innovado en el pasado. Toca pensar en cómo podemos adaptarnos a los cambios que se avecinan y hacerlo de forma rápida, incidiendo en aquello que siempre ha sostenido la base de nuestro trabajo: la relación y la confianza de los clientes. Debemos adaptarnos a las nuevas formas de comunicación y de relación con los clientes, ser flexibles y adaptar nuestra tecnología a esa nueva realidad.