En este sentido, la plataforma prometía rentabilidades en torno al 20% mensual por depositar las criptomonedas del inversor durante aproximadamente 1.000 días. A partir del pasado mes de febrero, Kuailian cambió las condiciones de los contratos de forma unilateral y sus rentabilidades cayeron a mínimos en periodo alcista de las criptomonedas. Ahora, la empresa se enfrenta a reclamaciones masivas que podrían alcanzar la horquilla de los 500 millones de euros de indemnizaciones, que ya ha llegado como querella a la Audiencia Nacional y está a la espera de informe de la fiscalía.
El ejercicio de la acción penal se basa en la acreditación de que el modelo de negocio presentado por Kuailian a sus potenciales inversores se habría basado en distintas falsedades, y que en realidad los supuestos rendimientos entregados provenían del importe captado a nuevos inversores.
Según información publicada por Tulip Research, la plataforma Kuailian habría conseguido ingresar un total de 958.578 ETH (1.594.268.586 $) de 57.365 inversores.
Con anterioridad a las reclamaciones, la empresa había ofrecido a los clientes una liquidación antes de alcanzar los 1.000 días de inversión, pero solo por recuperar una parte a cambio de evitar cualquier acción legal. No obstante, ante la falta de transparencia, las personas físicas y sociedades afectadas, han comenzado a denunciar. Los delitos a los que se enfrentan no son menores, tal y como indica César Zárate, socio de litigios de ECIJA: “Kuailian podría haber incurrido en delitos de estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental. Por contextualizar en números, la pena por estafa alcanza hasta los 6 años de cárcel y multas hasta el triple de lo defraudado. Por blanqueo de capitales, estaríamos hablando de hasta 6 años de cárcel y penas de inhabilitación de hasta 10 años”.
La plataforma llegó a acoger fuerza entre los inversores al aparecer por buena parte de internet con el apoyo de decenas de youtubers e influencers que invitaban a sus seguidores a unirse al proyecto. Es por ello por lo que los expertos aconsejan que estas inversiones se hagan de la mano de despachos especializados en la industria, ya que este tipo de criptoestafas son cada vez más comunes. Según Alonso Hurtado, socio de ECIJA, quien también está tramitando las demandas masivas: “Este tipo de plataformas no son nuevas, tenemos casos como Nimbus o Arbistar que comparten modelos muy parecidos. El problema radica en que ahora mismo no hay una regulación específica con respecto a estos sistemas de inversión. Por este motivo, se hace esencial el asesoramiento legal”.
Respecto a la viabilidad de las reclamaciones, el letrado ha señalado que la estrategia busca acumular el mayor número de afectados para que el caso se eleve a ámbito internacional: “La experiencia indica que se dará la razón a los inversores, no obstante, la dificultad del caso es rastrear las criptodivisas invertidas: si estas se hallan en wallets de exchanges de criptomonedas, son fácilmente recuperables; si se han convertido en bienes, se procedería a rastrear y trazar la inversión y embargar los correspondientes bienes”.