
De la mano de Legal IT y KManage Group, desde el despacho Broseta se organizó el pasado 21 de mayo una jornada, que contó con la intervención de Julio Veloso y Alejandra Matas, socios de Broseta, en la que se abordó el impacto que está teniendo la inteligencia artificial en los despachos de abogados desde varios prismas: el tecnológico y de gestión del conocimiento.
La gestión del conocimiento en los despachos de abogados sigue evolucionando acompañada de la tecnología. En la era conversacional, la gestión del conocimiento se configura como una pieza clave ante el paradigma de la Inteligencia Artificial. En una mesa moderada por David Seguí, director del área de conocimiento de Broseta, editoriales jurídicas como Aranzadi LA LEY, Lefebvre, VLEX o Tirant aportaron su visión sobre este proceso de cambio.
Beatriz Pérez-Olleros Arias, Directora de Producto y Soluciones de Mercado de Aranzadi LA LEY (Karnov Group), destacó que a través de sus herramientas de inteligencia artificial están “garantizando la seguridad, fiabilidad y confidencialidad” ya que se basan en principios como: la seguridad jurídica, conocimiento y contenido, protección de datos, transparencia e IA ética, reducción de sesgos y sostenibilidad, entre otros.
Para María José Sesarino, CIO de Lefebvre, el papel de la utilización de la tecnología es crucial dado que gracias a ella aportan a sus clientes “la certeza jurídica de siempre, pero con soluciones concretas y respuestas directas”. “Estamos cambiando el paradigma de la interacción de nuestros clientes con la documentación jurídica”, resaltó Sesarino.
En este contexto clave para el sector jurídico, Alfredo López Rodríguez, Sales Manager KA Spain & Southern Europe de VLEX, destacó que “la inteligencia artificial ya no es una promesa futura, sino una herramienta tangible que transforma el trabajo diario en despachos y departamentos legales”.
Sobre cómo impacta la tecnología en la optimización y gestión de la eficiencia de las tareas en los despachos, Enrique Miguel Martínez Esparza, director comercial de Tirant, apuntó que su solución está “diseñadas específicamente para optimizar tanto la eficiencia como la efectividad en las labores de los operadores jurídicos para permitir la toma de decisiones informadas”.
La IA como aliada en proceso de cambio tecnológico
Sobre cómo la inteligencia artificial ha irrumpido con fuerza en el ámbito de las herramientas tecnológicas, Manuel Asenjo, CIO de Broseta, moderó una con representantes de entidades como Little John, Maite, Valia o Fujitsu.
Daniel Vecino, CEO y cofundador de Little John, hizo hincapié en que uno de los grandes retos del sector legal es impulsar una colaboración activa y real entre todos los profesionales de la cadena a través de datos estructurados y no de documentos. “Por eso los negocios jurídicos buscan, ahora más que nunca, herramientas capaces de facilitar por fin ese entorno colaborativo entre procuradores y abogados y de estructurar su propia información y aprovecharla para obtener respuestas fundamentadas y así reducir errores y ahorrar tiempo de verdad, ofrecer un valor real a sus clientes, mejorar su eficiencia y diferenciarse. En definitiva, para aumentar sus capacidades y maximizar por fin el valor de sus negocios”, expuso Vecino.
Alex Castellano, CEO & Cofundador de Maite.ai, explicó que su herramienta “incorpora un motor de razonamiento jurídico que multiplica la productividad y la eficacia de los abogados, garantiza certeza legal en un entorno totalmente seguro y permite que cada profesional integre su propio conocimiento en una instancia privada, preservando y potenciando su know-how”.
Sobre cómo afecta la inteligencia artificial generativa a la gestión de los datos, Juan Antonio García Carrasco, Senior Plataform Business Solutions Engineer en Fujitsu, expuso que “la seguridad, privacidad y soberanía de los datos es algo no negociable”.
Finalmente, María Curtichs, CEO de Valia, que la su herramienta “replica la estructura funcional de los despachos y equipos in-house mediante el despliegue de agentes de inteligencia artificial, de modo que cada rol dentro de la organización cuente con un copiloto que le asista en todas sus tareas— desde investigación hasta casos de uso concretos”.