En las palabras de inauguración, el decano José María Alonso ha explicado las distintas funciones que pueden desempeñar los profesionales de la abogacía para favorecer la visibilización y la defensa de los derechos de las víctimas de accidentes viales. “La abogacía puede jugar un papel a la hora de impulsar o trasladar a los poderes legislativos y ejecutivos las necesidades que tienen las víctimas de los accidentes y también la normativa que puede resultar más adecuada para la prevención de accidentes”.
Asimismo, el decano madrileño ha afirmado que los profesionales jurídicos también pueden “tener un papel importante en la ayuda directa a las víctimas, en la reclamación y en el ejercicio de sus derechos en todas las instancias y para intentar que sean debidamente protegidos y, en su caso, debidamente indemnizados”.
Otra de las funciones en manos de la abogacía que ha mencionado Alonso es la coordinación con el fiscal de Sala de Seguridad Vial para ayudar a paliar las consecuencias físicas y psicológicas de las víctimas y combatir el vacío institucional en el que, en muchas ocasiones, se ven inmersas. “Ya hemos hablado en varias ocasiones para ver de qué forma, entre las dos instituciones, podemos colaborar para que el dolor, las consecuencias físicas y psíquicas que tienen las víctimas de los accidentes puedan ser minimizadas de la mejor manera posible, porque hay muchas víctimas que no tienen unas consecuencias directamente físicas pero en su día a día necesitan tratamientos médicos, fisioterapias, ayuda psicológicas... y son víctimas que se encuentran muchas veces olvidadas por las administraciones, ya que no pueden hacer frente a sus tratamientos”.
Por su parte, el fiscal de Sala de Seguridad Vial ha subrayado en su intervención la necesidad de evitar la doble victimización que en muchos casos padecen las víctimas de accidentes durante los procesos judiciales. En ese sentido, tras afirmar que el ministerio fiscal “siempre defiende lo vulnerable, lo que nadie defiende”, Bartolomé Vargas ha reivindicado que sean las víctimas quienes “estén en el centro del procedimiento”, de forma que puedan ser escuchadas y sus derechos morales, defendidos.
Tras la sesión inaugural, se han celebrado cuatro sesiones en las que víctimas de accidentes, especialistas de diferentes ámbitos sanitarios y abogados han abordado la problemática de una forma integral. En el ámbito jurídico, según ha destacado la presidenta de Stop Accidentes, Ana Novella, durante la presentación de las conclusiones del encuentro, “la expectativa de la víctima y la realidad del sistema judicial no tienen nada que ver”, puesto que la lentitud de los procesos y los largos periplos judiciales a los que se ven sometidas las víctimas les impiden en muchos casos pasar página.
Otra de las conclusiones que ha destacado Novella es la necesidad de igualar los derechos de las víctimas de accidentes viales a los de las víctimas de atentados terroristas o de violencia de género, a fin de evitar a los afectados la “victimización secundaria” a las que se ven sometidos en los ámbitos administrativo y judicial. La presidenta de Stop Accidentes ha pedido tanto a la Administración pública como a las compañías de seguros una mayor sensibilidad con las víctimas de un siniestro vial, recordando que detrás de los accidentes hay personas, no números.
En esta misma línea se ha expresado durante la sesión de clausura el director general de Tráfico, Pere Navarro, para quien, aunque “siempre hablamos de fallecidos, detrás están los heridos graves, la legión de heridos leves y los familiares, que también son víctimas invisibles de los accidentes de tráfico”.
Tras asegurar que “la historia de la seguridad vial en España es la historia de los Foros contra la Violencia vial de Stop Accidentes”, Navarro ha desglosado algunas de las acciones impulsadas desde la DGT para promover la seguridad vial y reducir las cifras de fallecidos y víctimas invisibles: desde la actualización de medidas implementadas hace tiempo y que han demostrado ser efectivas, como el carnet de puntos, hasta la apuesta por favorecer la educación vial en el ámbito escolar enseñando a los niños a montar en bici como parte de la asignatura de educación física, pasando por la reducción de la velocidad máxima en las vías convencionales o en los espacios urbanos.
Respecto al balance del último ejercicio y del año en curso, Navarro ha señalado que, si bien en 2020 se redujo la movilidad un 25% y los fallecidos un 22%, en 2021 el tráfico ha aumentado ya por encima de los niveles prepandemia. “Los días laborables tenemos un 4% más de tráfico que los días laborables prepandemia, y los fines de semana un 8% más”, ha manifestado, mientras que los accidentes mortales y los fallecidos han bajado un 7% respecto a 2019.
En cuanto al presupuesto de DGT para el próximo ejercicio, estimado en 838 millones de euros, Navarro ha afirmado que el objetivo no es “pedir más dinero”, sino que “el reto es ser más eficientes en la utilización de este presupuesto. “Cada año repito lo mismo: no es un gasto, invertir en seguridad vial es una inversión de un inmenso retorno: ahorrar fallecidos, heridos graves y leves es una inmensa inversión”, ha concluido.