"Queremos una Europa poderosa que persiga objetivos ambiciosos a largo plazo y no negociables vinculados a la cooperación internacional, una mayor integración, una defensa común, políticas verdes disruptivas y un desarrollo socioeconómico impulsado por la innovación y la tecnología", añade la declaración.
En esa línea, también urgen a Europa a desarrollar un plan sostenido para conseguir "asociaciones correctas y justas" con otras regiones en cuanto a materiales y tecnologías críticas.
Para ello, ven necesario apoyar a los innovadores "no solo con reglas", sino con inversiones públicas y privadas concretas y estrategias proactivas para el desarrollo tecnológico y la transferencia "más allá de los intereses nacionales".
Las entidades firmantes también abogan por la formación de talento en Europa, "venga de donde venga", y que los planes educativos y las oportunidades laborales propicien la retención de profesionales altamente cualificados para poder afrontar los desafíos de los próximos años.
"Queremos una Europa donde las personas y las empresas puedan tener éxito sin tener que trasladarse al extranjero", enfatiza el texto.
La declaración también ahonda en la necesidad de una mayor consolidación empresarial en el continente y apuesta por la creación de 'campeones' europeos para elevar la competitividad de la UE.