
La jornada, que reunió a juristas, artistas y profesionales de la cultura, fue posible gracias al patrocinio de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid y a la colaboración del Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de Madrid y de los propios Teatros del Canal. Un apoyo institucional que, como destacó la organización, refuerza el compromiso de Madrid con las expresiones artísticas urbanas y su protección legal.
El foro contó con la participación del Daren Tang, Director General de Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, que, a través de un vídeo, trasladó el valor de la propiedad intelectual ante los desafíos que tecnologías disruptivas en el sector cultural y, en particular, en la creación y el mercado de la música.
Un foro para visibilizar y proteger la cultura urbana
El foro arrancó con la intervención de Juan Antonio Orgaz, presidente de denae, quien subrayó la importancia de reconocer el valor cultural del arte urbano y de la música urbana, pasando de manifestaciones alternativas a expresiones plenamente reconocidas y protegidas. "El Derecho debe ser una herramienta de empoderamiento, no una barrera", destacó en su presentación.
El acto contó con el respaldo institucional de Gonzalo Cabrera, Director General de Cultura y de Industrias Creativas de la Comunidad de Madrid, quien puso en valor el papel transformador del arte urbano y el apoyo de la Comunidad a este tipo de expresiones, como una manifestación viva y esencial de la cultura contemporánea madrileña.
Arte visual urbano: de la calle al Derecho
La primera mesa redonda, moderada por la abogada y artista visual Patricia Muñiz, abordó la protección de las obras de arte urbano en el espacio público.
El artista SUSO33 compartió experiencias personales en su proceso creativo que le ha llevado por todo el mundo, desde sus grafitis iniciales en Madrid a sus grandes obras por todo el mundo. También contó casos de vulneraciones de sus derechos de propiedad intelectual, lo que permitió la reflexión de los juristas sobre la importancia de proteger la actividad creativa de los creadores urbanos.
Alejandro Puerto, registrador del Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de Madrid, subrayó la importancia del registro como herramienta de protección y de generación de prueba cualificada sobre autoría y el momento de la creación de las obras, muchas ellas en la vía pública.
Por su parte, el profesor Luis Anguita (Universidad Complutense de Madrid) explicó los derechos morales y patrimoniales que amparan a los creadores urbanos y cómo el carácter público de sus obras plantea nuevos desafíos jurídicos.
Música urbana: el reto del sampling y los derechos conexos
La segunda mesa redonda, centrada en la música urbana, puso el foco en los desafíos legales actuales y fue moderada por la abogada Alba Swati, Manager Legal Affairs en Déjame Pensar.
Nerea Sanjuán (counsel de Andersen) recordó que el uso del sampling en la música urbana sigue generando importantes conflictos jurídicos, y destacó la importancia del equilibrio entre la protección de los derechos de los creadores originales y la libertad creativa de quienes samplean. Indicaba que “será preciso estar atentos al resultado del proceso judicial que está actualmente en marcha a nivel europeo para entender donde se establece dicho equilibrio”.
Daniela Bosé (directora general del Palacio de Vistalegre) amplió el análisis señalando que la propiedad intelectual atraviesa toda la cadena de valor de la música urbana, desde los directos hasta el merchandising, y recalcó la responsabilidad tanto de los creadores como de los gestores en defender los derechos frente a usos indebidos.
María Vegas (CEO Bruma Enterrainment “BeReal” y comanager de Ptazeta) nos traslado sus experiencias con artistas de música urbana y trasladó el valor de los pactos y de reflejar de la menor manera posible en los contratos la realidad de las colaboraciones y las reglas de juego. El documentar los acuerdos evita en muchas ocasiones conflictos innecesarios.
Safari urbano por Lavapiés: cierre de la jornada
Como broche final, los asistentes participaron en un safari urbano guiado por el barrio de Lavapiés, descubriendo murales emblemáticos y reflexionando sobre el impacto social del arte en el espacio público.