La propuesta de EEUU, que introduce elementos voluntarios para las multinacionales, preocupa a muchos países

La comunidad internacional se compromete a pactar un nuevo marco fiscal a finales de 2020

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Los 137 países que forman parte de la iniciativa liderada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para combatir las estrategias de planificación fiscal de las multinacionales y adaptar la fiscalidad internacional a los desafíos de la digitalización se han comprometido a alcanzar un acuerdo de consenso a final de 202, aunque "muchos" han expresado su preocupación ante el planteamiento de Estados Unidos de que la implementación del nuevo marco incluya elementos voluntarios para las empresas.

Fiscal-impuestos

A pesar de las dudas respecto de los planteamientos formulados por Washington, que fueron comunicados el pasado 3 de diciembre al secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, por el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, los 137 países y jurisdicciones fiscales que forman parte del marco inclusivo "han reafirmado su compromiso de llegar a una solución consensuada a largo plazo sobre una respuesta frente a los desafíos fiscales que plantea la digitalización y continuarán trabajando para alcanzar un acuerdo a finales de 2020".

En este sentido, los representantes de los 137 países, reunidos los días 29 y 30 de enero, han respaldado la propuesta unificada presentada el pasado mes de noviembre por la OCDE y han pactado seguir adelante con las negociaciones sobre la base de un planteamiento de dos pilares que garantice que las multinacionales paguen impuestos allí donde realicen una actividad significativa, aunque carezcan de presencia física.

"La aprobación del Enfoque Unificado es un paso significativo, ya que hasta ahora los miembros del marco inclusivo han estado considerando tres propuestas competitivas para abordar los desafíos fiscales de la digitalización", destacó la OCDE, adelantando que las negociaciones se retomarán el próximo mes de julio en Berlín.

"Es más urgente que nunca que los países aborden los desafíos fiscales que surgen de la digitalización de la economía, y la única forma efectiva de hacerlo es continuar avanzando hacia una solución multilateral basada en el consenso para revisar el sistema fiscal internacional", ha declarado Ángel Gurría, quien ha reconocido "que existen desafíos técnicos para desarrollar una solución viable", así como diferencias políticas críticas que deben resolverse en los próximos meses".

Propuesta de EEUU

En este sentido, la OCDE ha destacado que la declaración de los 137 países que forman parte del marco inclusivo recoge la propuesta estadounidense de que la implementación de los factores técnicos (Pilar I) sea llevada a cabo sobre una base de voluntariedad para las empresas, que tendrían la opción de acogerse o no al nuevo marco.

No obstante, a pesar de incluir la propuesta estadounidense, "muchos miembros expresaron su preocupación" de que la fórmula estadounidense de ofrecer un "puerto seguro" a las multinacionales podría plantear grandes dificultades, aumentar la incertidumbre y no cumplir con todos los objetivos de la política general del proceso.

De hecho, a pesar de que la decisión sobre esta cuestión será aplazada hasta que se haya acordado la arquitectura de Pilar I del nuevo marco, los países han advertido de que "la resolución de este problema es crucial para llegar a un consenso".

"Se trata de una cuestión que afecta a la implementación, pero no a la arquitectura (del nuevo marco fiscal)", ha explicado Pascal Saint-Amans, director del Centro de Política Fiscal y Administración de la OCDE, añadiendo que "en primer lugar habrá que ver qué significa un 'puerto seguro'".

"Honestamente, creo que hay pocas posibilidades, prácticamente nulas, de que se alcance un consenso al respecto, pero hay que explorarlo", ha añadido.

"La OCDE hará todo lo posible para facilitar el consenso, porque estamos convencidos de que no alcanzar un acuerdo aumentaría en gran medida el riesgo de que los países actúen unilateralmente, con consecuencias negativas en una economía global ya frágil", ha añadido Gurría.