1. Hechos.
Der Grüne Punkt GmbH obtuvo el 19 de julio de 1999 el registro en la EUIPO de la marca colectiva consistente en el distintivo siguiente
La marca se registró para productos de las clases 1 a 34, así como para determinados servicios de las clases 35, 39, 40 (reciclado de materiales de embalaje) y 42 (eliminación de basuras).
La finalidad perseguida con esta marca era que, colocada la misma en los envases de los productos, sirviera para reconocer la inclusión de tales envases en un sistema de reciclaje (sistema DGP) y distinguirlos de otros envases y productos no incluidos en tal sistema.
El 2 de noviembre de 2012, la sociedad eslovaca Halson Properties presentó en la EUIPO una solicitud de caducidad por falta de uso en relación con todos los productos de las clases 1 a 34 incluidos en la marca colectiva.
La División de Anulación declaró la caducidad de la marca respecto a todos los productos para los cuales había sido registrada, con excepción de los productos consistentes en envases. La Sala de Recursos confirmó la resolución, al entender que- de acuerdo con las pruebas presentadas- la marca se asociaba a un comportamiento ecológico de las empresas que participaban en el sistema DGP de reciclaje, pero- y a pesar de que envase y producto formaban una sola unidad de venta- no constituía uso para los productos que contenían los envases pues no tenía como objetivo crear o conservar un mercado para tales productos.
El recurso interpuesto ante el Tribunal General fue desestimado por sentencia de 12 de septiembre de 2018 (T-253/17). El TG señaló que “aunque se ha probado un uso efectivo de la marca en los envases, no quedó probado el uso respecto a los productos, pues el público identifica la marca en cuestión como una indicación de que los envases pueden ser recogidos y valorizados según un determinado sistema”. El TG también argumentó que “los productos eran regularmente designados por otras marcas, por lo que el público considerará que el tratamiento ecológico del sistema DGP alcanzará al envase y no al tratamiento del propio producto envasado”.
Interpuesto recurso de casación el TJ lo estima y anula tanto la resolución de la Sala de Recursos como la sentencia del TG.
2. Pronunciamientos.
El TJ parte de la consideración de que la función principal de la marca colectiva es distinguir los productos y servicios de los miembros de la asociación titular de la marca de los de otras empresas no pertenecientes a tal asociación; por su parte, la función de la marca individual es- en este aspecto- indicar al consumidor cual es la identidad de origen de los productos o servicios para los que se ha registrado. El TJ completa tal afirmación señalando que es posible que un miembro de la asociación identificada con la marca colectiva use la marca que lo identifica con tal asociación (marca colectiva) y, simultáneamente, use otra marca que indique el origen de los productos o servicios (marca individual).
Por ello, el TJ afirma que hay un uso efectivo de una marca colectiva cuando, en consonancia con su función esencial, la marca se usa para distinguirse de otras empresas que no pertenecen a la asociación y, además, se utiliza para crear o conservar un mercado para los productos o servicios donde se “coloque” la marca colectiva. En este último aspecto, el TJ manifiesta que la marca en cuestión se usa para indicar que los fabricantes y distribuidores de los productos de que se trata se han adherido al sistema DGP lo cual puede influir en las decisiones de compra de los consumidores contribuyendo de este modo al mantenimiento o creación de cuotas de mercado, tanto en lo que se refiere al envase como al producto concreto que lo contiene.
3. Comentario.
La sentencia que comentamos plantea un problema que deriva de una situación que se presenta bastante a menudo, debido a que los titulares de marcas colectivas (y, en su caso, marcas de garantía) registran sus distintivos, no solo para los servicios que representan la actividad o finalidad principal establecida en el correspondiente Reglamento de uso, sino también para los productos y servicios que fabrican, distribuyen o prestan (incluso con vocación futura) las empresas “usuarias” de la marca.
La sentencia es muy aclaratoria y entiendo que será recibida con gran satisfacción por los titulares de marcas colectivas y marcas de garantía. De acuerdo con la naturaleza de este tipo de marcas, el titular de la misma establece unas pautas de uso, requisitos de pertenencia, etc., pero en ocasiones con suficiente amplitud para dar cobijo al uso de la marca por empresas que pertenecen a sectores, en algún caso, determinados, pero en otros indefinidos, pues no se quiere cerrar el paso a empresas de muy diversa índole. Asimismo, y por la propia naturaleza y finalidad de las marcas, en estos casos, por regla general, se permite el uso de la marca individual del empresario junto a la marca colectiva o de garantía. Hay- como se ve- un uso simultáneo de marcas de distinta naturaleza, pero- como dice el TJ- cada una cumple su función específica.
Este uso simultaneo provoca que el consumidor, cuando compra el producto o contrata el servicio, aprecie que cada una de las marcas cumple esa función propia; por ejemplo, que por la presencia de la marca de garantía hay una estandarización de calidad del producto o servicio que la porta, mientras que la marca individual indica cual es el origen empresarial de tal producto o servicio. Por este motivo nos parece claro que ambas marcas contribuyen a que el consumidor se vea influenciado en su decisión de compra o rechazo de lo ofrecido. De esta manera, hay un uso de marca que ayuda a crear o conservar un mercado en relación con el producto o servicio que ambas marcas identifican. Por eso, en estas circunstancias, parece lógico pensar que hay un uso de las marcas simultáneamente utilizadas que sirve para enervar una petición de caducidad por falta de uso.
Los principios señalados en la sentencia valen tanto para las marcas colectivas como para las marcas de garantía. Incluso no debemos olvidar que algunas de las marcas aparentemente de garantía se solicitaron en la EUIPO bajo la modalidad de marca colectiva, ya que hasta el 1 de octubre de 2017 no era posible registrar marcas de garantía en esta Oficina (Marcas de Certificación en la terminología del RMUE). En efecto, la doctrina de esta sentencia puede ser muy relevante y favorable, por ejemplo, para aquellas marcas creadas por organismos o instituciones oficiales con la idea de fomentar iniciativas propias de algún sector productivo o vinculadas a determinados territorios. De acuerdo con los principios declarados por la sentencia comentada- y partiendo de la base de que tales marcas se registren en la modalidad adecuada- la colocación de esta marca en el producto o servicio correspondiente servirá para acreditar el uso en relación con ese producto o servicio pues se cumple con la función esencial, como puede ser, por ejemplo, garantizar que el producto o servicio posee determinadas características, incluso de procedencia geográfica (marca de garantía) o el empresario que la usa conjuntamente con su marca individual pertenece a una determinada asociación (marca colectiva).
Autor: Jesús Gómez Montero. Anuario Elzaburu, Edición 2019 (recopilatorio de comentarios de jurisprudencia europea en materia de Derecho de Propiedad Industrial e Intelectual que realiza Elzaburu).
Sentencia del TJUE de 12 diciembre de 2019 proveniente de la base de datos NEO. Más información y posibilidad de probar gratuitamente el producto en https://www.efl.es/catalogo/bases-de-datos-juridicas-neo
Versión en inglés:
1. Background. On 19 July 1999, Der Grüne Punkt GmbH secured the registration at the EUIPO of the collective mark consisting of the sign.
The mark was registered for goods in classes 1 to 34, and for certain services in classes 35, 39, 40 (recycling of packaging materials) and 42 (waste disposal).
The purpose of this mark, when affixed to the packaging of goods, was to serve as a means of recognising that said packaging is included in a recycling system (the DGP system) and to distinguish it from other packaging and goods not included in the system.
On 2 November 2012, the Slovakian company Halson Properties filed an application for partial revocation with the EUIPO on grounds of non-use in relation to all the goods in classes 1 to 34 included in the collective mark.
The Cancellation Division declared the mark revoked in relation to all the goods for which it was registered except for goods consisting of packaging. The Board of Appeal upheld the decision asserting that, on the basis of the proof submitted, the mark was associated with environmentally sound conduct of the companies participating in the DGP recycling system but, despite the fact that the goods and their packaging constituted a single sales unit, it did not constitute use in respect of the goods contained in the packaging because it was not intended to create or preserve an outlet for the goods themselves.
The appeal lodged with the General Court (GC) was dismissed by the judgment of 12 September 2018 (T-253/17). The GC indicated that “although genuine use of the mark on the packaging has been proven, use with respect to the goods was not proven as the public identifies the mark in question as an indication that the packaging may be collected and recovered in accordance with a certain system”. The GC also argued that “the goods themselves are usually labelled with marks belonging to different companies, so the public will consider that the environmentally sound disposal by the DGP system will cover the packaging and not the disposal of the packaged product itself”.
The Court of Justice (CJ) upholds the appeal lodged and sets aside both the decision of the Board of Appeal and the judgment of the GC.
2. Findings. The CJ takes as its starting point the consideration that the essential function of a collective mark is to distinguish the goods or services of the members of the association which is the proprietor of the mark from those of other undertakings which are not affiliated. For its part, an individual mark has the function of indicating to the consumer the identity of origin of the goods or services in respect of which it is registered. The CJ further states that it is possible for a member of the association identified by the collective mark to use the mark indicating its affiliation with said association (collective mark) and, simultaneously, to use another mark indicating the origin of the goods or services (individual mark).
Thus, the Court of Justice states that there is genuine use of a collective mark where, in accordance with its essential function, the mark is used to distinguish the company from others not belonging to the association, while also being used to create or preserve an outlet for the goods or services on which the collective mark is “affixed”. In this regard, the CJ states that the mark at issue is used to indicate that the manufacturers and distributors of the goods in question are affiliated with the DGP system which may influence consumers’ purchasing decisions and, thus, contribute to the maintenance or creation of a share in the market in relation to both the packaging and the specific goods contained therein.
3. Remarks. This judgment addresses a problem which stems from a situation which is quite common, given that the owners of collective marks (and, where applicable, guarantee marks) register their signs not only for the corresponding service classes representing the main activity or purpose established in the Regulation governing use, but also for the goods and services manufactured, distributed or provided (even potentially in the future) by the companies using the mark.
This judgment provides considerable clarification and I believe that it will be welcomed by the owners of collective marks and guarantee marks. In accordance with the nature of this type of mark, its owner establishes certain usage guidelines, membership requirements, etc., but sometimes with sufficient scope to cover the use of the mark by companies belonging to specific sectors, in some cases, and by companies in unspecified sectors in others, so as to leave the door open for a wide range of companies. Likewise, and due to the nature and purpose of the marks themselves, as a general rule, in these cases the use of the company’s own individual mark is allowed together with the collective mark or guarantee mark. As may be seen, there is simultaneous use of marks which are of a different nature but, as stated by the CJ, each one performs its own specific function.
This simultaneous use leads the consumer to appreciate, when acquiring the goods or services, the specific function fulfilled by each mark. For example, the presence of the guarantee mark serves as an indication of the standardisation of the quality of the goods or services bearing the mark, while the individual mark indicates the business origin of said goods or services. It therefore seems clear that both marks contribute towards influencing the consumer to purchase or reject the goods or services. Thus, there is a use that helps create or preserve an outlet for the goods or services bearing both marks. Therefore, under these circumstances, it would seem logical to think that there is simultaneous use of the marks which would serve to neutralise an application for revocation on grounds of non-use.
The principles established in the judgment are valid both for collective marks and for guarantee marks. Moreover, we should not forget that some of what would appear to be guarantee marks were filed at the EUIPO as collective marks, given that prior to 1 October 2017, it was not possible to register guarantee marks at this Office (Certification Marks under the EUTMR terminology). Indeed, the doctrine established in this judgment could prove extremely important and favourable, for example, for marks created by official bodies or institutions with the aim of promoting their own initiatives in certain manufacturing sectors or linked to specific territories. In accordance with the principles set out in this judgment and assuming that the appropriate type of mark has been registered, the placement of this mark on the corresponding goods or services will serve to establish use in relation to said goods or services, as the essential function is fulfilled, for example, a guarantee that the goods or services have certain characteristics, even a specific geographical origin (guarantee mark), or that the company using it together with its individual mark belongs to a specific association (collective mark). Jesús GÓMEZ MONTERO.
ElDerecho.com no comparte necesariamente ni se responsabiliza de las opiniones expresadas por los autores o colaboradores de esta publicación