Para iniciar una aproximación al comportamiento económico-financiero y presupuestario de los Municipios y de su garantía de sostenibilidad, hay que señalar que, el sector local en el que se encuentran, asume en torno al 13% del gasto público español y, en cambio, tan solo representa en torno al 3% de la deuda pública.
Respecto al nivel de endeudamiento, debemos saber que, en términos absolutos y relativos, la deuda del Estado o la de las Comunidades Autónomas, son exageradamente más elevadas que las de los Municipios, tanto si la medimos por ciudadano como por la capacidad económica para amortizarla. Quiere ello decir que las entidades más endeudadas –Gobierno central y Autonomías- tutelan a las que menos lo están (los Ayuntamientos) y, además, les imponen reglas que para ellas no rigen o, al menos, las flexibilizan o las interpretan de otra manera.
También es necesario conocer que la deuda del sector privado -hogares, empresas y sector financiero- es más elevada que la agregada de todas las Administraciones públicas. Bueno es también resaltar el fuerte desendeudamiento seguido por el sector privado y el camino contrario transitado por el público en España en estos últimos años, pero con el importante matiz de que los Municipios están reduciendo la suya progresivamente.
Por otro lado, en la determinación de la solvencia de los Municipios a la hora de devolver sus deudas, es importante resaltar que, si la medimos por el volumen de los ingresos corrientes o por los límites tributarios municipales (la capacidad de subir los tributos ajustándose a los tipos impuestos por las Leyes), veríamos que dicha solvencia está garantizada, más allá de que algún Municipio tenga graves dificultades financieras en estos momentos.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, en su último Informe de diciembre de 2016, en el que analiza la situación de sostenibilidad que tendrán las Entidades Locales al final de ejercicio 2017, al referirse a los Municipios, califica de notable su comportamiento ante las variables de la regla de gasto, la estabilidad presupuestaria y el nivel de deuda.
Si consideramos los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda, referidos a 2015, sobre el comportamiento de las tres variables anteriores observamos enormes coincidencias, como no podría ser de otra manera. Respecto a la estabilidad, señala el Ministerio que la cifra agregada municipal cierra con superávit, cuando el resto de Administraciones lo hace con déficit. En cuanto a la regla de gasto, las cifras finales de ese ejercicio muestran una leve desviación de un punto porcentual sobre el objetivo marcado (1,3% del PIB), mientras la Administración Central finalizó con un 6,4% y las Autonomías con un 5,2%; en relación al nivel de deuda. Los Municipios vuelven a ofrecer cifras espectacularmente positivas comparadas con el resto de Administraciones Públicas (a pesar de que en 2012 y 2013 convirtieron una gran parte de su deuda comercial en financiera por el préstamo recibido del Estado, lo que ocasionó un sobre endeudamiento de algo más de 11.000 mil millones de euros en el conjunto de Entidades Locales).
En relación a la deuda municipal, señalar que se prevé que para el cierre de 2017, se cumpla el objetivo del 2,9% del PIB. De esta magnitud es necesario conocer que un 80% se concentra en los Ayuntamientos no forales y que solo el 5% de estos mantienen un ratio de deuda sobre ingresos corrientes superior al 110%, lo que les imposibilita concertar nuevas operaciones de endeudamiento. Otro 5% sitúa ese ratio entre el 75% y el 110%, lo que solo les obliga a solicitar autorización del órgano de tutela para endeudarse. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal señala que, únicamente, 90 Municipios, de los más de 8.000 existentes en España, tendrán dificultades para situarse en un ratio inferior al 75%, de seguir con sus políticas económicas. Por su gravedad destaca, entre los Municipios de más de 20.000 habitantes, los Ayuntamientos de Parla, Jaén, Navalcarnero, Alcorcón, Algeciras, Jerez de la Frontera, Los Barrios, Aranjuez, Gandia, San Andrés del Rabanedo y Puerto Real.
Pero aun hay muchos aspectos de enorme interés que hacen que, desde mi conocimiento de estas magnitudes económico financieras, pueda decirse que los Municipios no solo han dado un gran ejemplo de gestión eficiente en los años difíciles de la crisis, sino que aseguran, en su conjunto, un comportamiento pleno de seriedad y rigor que garantiza la sostenibilidad de los servicios municipales ofrecidos.
No me cabe duda que ante los déficits, el control de la deuda o los cumplimientos de la regla del gasto, es necesaria una reflexión sobre si es el momento de la segunda descentralización desde las autonomías al mundo local y del adelgazamiento, por elevadas y costosas, de las estructuras centrales del Estado para una labor de tutela solapada con la realizada a nivel autonómico y que cuestiona, claramente, el principio de autonomía local consagrado por nuestra Constitución y la Carta Europea de Autonomía Local.
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