Entrevistamos a María Jesús Sanmartín Sanmartín con ocasión de la reciente publicación de su segundo poemario
1.- Hola María Jesús ¿qué supone para ti ser poeta y a su vez abogada en propiedad intelectual?
Una interesante y útil paradoja.
Interesante, porque la poesía siempre estuvo latente pero estaba relegada por el Derecho, en donde la Propiedad Intelectual me acabó atrayendo por sus posibilidades creativas y constructivas más que por su vertiente en unos tribunales que serían muy esclavos.
Útil porque me proporciona herramientas de explicación, potenciación e integración incluso.
2.- Hablemos un poco sobre "Seres de lluvia", ¿qué te inspiró a escribir este poemario?
El recuerdo de mi infancia e incluso juventud vinculado en su publicación a un encuentro causal y el choque existencial de tener que afrontar e integrar sus perdidas, dejarlas marchar, evolucionar.
Es un poemario de versos antiguos de temprana juventud con nuevos enfoques.
El titulo no solo lo es por uno de los poemas sino porque hace mención a la ductilidad así como carácter purificador de la lluvia que nos compone y vinculada a un ser que quiere enseñar la generosidad de reconocernos en nuestros fallos o fragilidad pero también en sus posibilidades.
3.- En estos tiempos en que la tecnología impone una velocidad de adaptarse y apoyarse en ella, ¿consideras que la inteligencia artificial podría suplir a un poeta?
Sin querer pecar de soberbia, ni de dogmática, la respuesta de mi corazón algo gallego es “depende”.
Depende de lo que interpretes por poeta y por poesía.
Si la poesía la concibes, como en parte lo hago, como un don, regalo o privilegio divinos desde mi perspectiva en parte humana en ese caso, NO.
Porque para mi la poesía nace y apela a un alma que el ser humano podrá disfrutar pero no crear y menos sus creaciones o cualquier maquina o entidad artificial, por muy perfectas que sean.
Esa limitación además creo que se dará no solo en su nacimiento sino también en su percepción o como modo de comunicarnos con nuestro yo superior
La poesía es para mi una forma de expresión del Dios que llevamos dentro para ayudarnos a volver a nuestra esencia individual y buscar como avanzar de manera colectiva.
Aunque las formas más evolucionadas de IA pudieran llegar a hacer formalmente poesía o simularla más bien, no creo que la entendieran igual que nosotros los seres humanos, ni que estuviera dotada de los ecos del alma.
Eso siempre que se mantengan como creo que sería aconsejable los lindes entre los seres humanos y las maquinas (en un sentido amplio) pero no quiero de momento abrir más el campo. Digamos para simplificar que el hombre nunca será Dios por mucho que le pudiera atraer o gustar, ni convendría olvidarlo o no actuar en consecuencia.
4.- Como poeta y abogada ¿cómo percibes el impacto de la inteligencia artificial en la creación artística? ¿Crees que las obras generadas por IA deberían tener derechos de autor, y cómo se podría equilibrar la protección de los derechos de los creadores humanos frente a estas tecnologías?
En cuanto al impacto de la inteligencia artificial en la creación artística lo primero que percibo es que abre interesantes retos y ventanas de oportunidad, tanto normativas o regulatorias como judiciales e incluso creativas en los campos de las manifestaciones artísticas y/o sus derivados.
En todo caso traslado mi preocupación, para su análisis o propuesta de desarrollos, en cuanto al otorgamiento de algún tipo de derechos de autor o protección similar, acerca de si la IA pudiera no saberse detectar, medir, optimizar o premiar en su uso así como en su incidencia en los resultados que produjera.
Pues igual las leyes, reglamentos o convenciones no personalizadas se pudieran quedar cortas en su regulación, sin que se hubieran podido prever todas las variantes de consecuencias posibles de su utilización e incluso su evolución autónoma. Sin decir con lo anterior que fuera imposible pues todo lo es, solo es cuestión de cabeza, medios así como tiempo.
Aparte que también dependerá del arte afectado, ya que no es lo mismo, una obra literaria que una obra escultórica u otra pictórica o arquitectónica o audiovisual o cinematográfica, ni en cada tipo de obra el grado de participación que pudiera reservarse o atribuirse a los humanos sería parejo.
Tampoco en los distintos artes participan de igual manera elementos o herramientas técnicas con igual incidencia ni se pueden llegar a difuminar del mismo modo las fronteras o márgenes de autonomía creativa.
Pudiera además otorgar el uso de la IA ventajas competitivas o generar desequilibrios, a valorar en su aceptación o las posibles reticencias en su asunción o integración, sobre todo en su empleo en sus formas más avanzadas o generativas.
En cuanto a cómo se podría equilibrar la protección de los derechos de los creadores humanos frente a estas tecnologías, la respuesta no es sencilla pero una solución, de otras que se me ocurren, sería tratar de medir en sus consecuencias o reconocimientos el momento en el que es utilizada la IA en la creación de una obra así como su grado de incidencia.
En todo caso pienso que si en la generación de la obra o definición final solo interviniese la IA o se hubiese desvinculado de las decisiones creativas de un ser humano no se le debieren conceder derechos de autor y que en el derecho español debiera necesitar el otorgamiento de este tipo de derechos quizá menores o alternativos, en última instancia, de un “autor”, entendido como persona física y humana.
Ahora bien la clave estaría en las situaciones intermedias de uso así como el tipo de arte al que se aplicase, porque ya tendríamos ejemplos de utilización reconocida de IA en diversas variables, aunque no en España, como el caso de la película “The Brutalist”.
Con el problema vinculado de quizá no llegarse a poder detectar el uso de la IA de no actuar conforme a la buena fe o no ser exactos en sus declaraciones de utilización quienes la empleasen. Tal vez como argumento que incentivara esa buena fe se podría prever como se negarían totalmente derechos o se perderían en el supuesto de descubrirse engaños.
5. La IA ve, escucha, habla y ya razona (deep research) ¿pero crees que llegará algún día a tener emociones, sentimientos, sueños o esas cualidades están reservadas exclusivamente a los seres humanos? ¿Inteligencia Emocional vs. Inteligencia Artificial?
No tengo claro que las IA más avanzadas no pudieran llegar a desarrollar algún tipo de empatía, quizá como mecanismo bien de corrección o bien como instrumento de camuflaje, pero emociones humanas como tales entiendo que NO.
Pudieran ser espejismos quizá y ojo con el riesgo que los anteriores pudieran conllevar, con remisión en este punto a uno de los grandes escritores de la ciencia ficción de anticipación como sería el maravilloso Isaac Asimov.
En cuanto a mecanismos de camuflaje me viene a la mente otro de mis escritores favoritos de ciencia ficción de anticipación como sería Philip K Dick cuyo test para detectar “replicantes” en Blade Runner (¿Sueñan los Androides con ovejas mecánicas?) quizá fuera interesante explorar con variaciones, para determinar engaños en relación con la venta de obras artísticas creadas totalmente con IA.
En todo caso de surgir espejismos planteo dos cuestiones rápidas.
La primera cuestión sería como se debería tener cuidado de identificarlos así como no fiarnos o guiarnos por esos espejismos los propios seres humanos o los programadores iniciales de las IA que pudieran tenerlos.
La segunda cuestión entrando ya directamente un poco en el campo de la propia Ciencia Ficción (desde mi alma poética) es como se debería tener cuidado porque las propias máquinas, o soportes materiales de la IA no humanos, pudieran llegar a creerse que tienen emociones pero sobre todo libre albedrío.
Con el problema de la delimitación previa o clara de lo que se pudiera entender que es una emoción.
6. De la IAG o Inteligencia Artificial General, que está por llegar, nos avanzan que será como la nueva electricidad o el nuevo internet en tanto que estará presente en todas partes y nos acompañará en todo lo que hagamos ¿Le aterra el advenimiento de esa omnipresencia?
Al final todo debiera centrarse en que debiéramos mantener la capacidad de decidir, cada individuo y en todo momento, de prescindir del uso parcial o total de la IA.
Si esa capacidad de salvaguarda se acompañara no solo con la imposición de limites o prohibiciones sino sobre todo con el mantenimiento de una red de información actualizada y comprensible de como “apagar” con garantías la IA, en ese caso NO.
Por otro lado habrá cuestiones a seguir vigilando como sería el uso de la información, el mal uso de cualquier tecnología así como los desequilibrios que se pudieran dar entre Estados, grandes corporaciones e individuos.
Nadie debiera estar exento de dar explicaciones detalladas, información así como en su caso responder individualmente las personas que en ultima instancia estarían detrás. No se debieran poder generar áreas de mal uso o posible impunidad.
7. En nuestro actual modelo de convivencia y connivencia con la Inteligencia Artificial ¿somos cómplices de administración desleal intelectual?
Si por complicidad se entiende pleno conocimiento y voluntad la respuesta es NO.
Y sin estar segura o no tener evidencias que se den supuestos generalizados de administración desleal intelectual. Desde mi capacidad limitada de conocimientos y de tiempo para poder abarcar supuestos que no se me hayan encargado.
Lo anterior no impide que conviniera ahondar o pedir desarrollos o seguimientos más precisos, comisiones o equipos de trabajo o estudio además de enseñanza y concienciación de consecuencias, por ejemplo.
8. El actual sistema de Justicia se basa en que ante un conflicto por una concreta petición los abogados (y fiscales en la jurisdicción penal) defienden los intereses contrapuestos de las partes y el juez dirime. Si el Juez puede valerse de la IA para conocer, ponderar y dirimir ¿Sobran entonces los abogados? ¿Sobran también los jueces?
NO, no sobrarían, ni sobraran, ni abogados, ni fiscales en su caso, ni jueces.
Aparte de disentir en como el Juez pudiera valerse de la IA porque no todas las jurisdicciones son iguales, me trato de explicar brevemente.
En primer lugar, los ordenes jurisdiccionales debieran importar porque la posición de justiciable NO es la misma.
Digamos que en el campo civil hay un aparente equilibrio de fuerzas.
Pero en el caso de la jurisdicción social se dan ciertos mecanismos que favorecen al trabajador porque se le presupone en cierta situación de desventaja.
Lo que asimismo ocurre aunque no se presupone sino que se da incluso en mayor medida en la jurisdicción penal o en temas sancionatorios.
Finalmente en la jurisdicción contenciosa administrativa el administrado o individuo esta en cierta posición de desventaja frente al enorme Estado.
En segundo lugar, expuesto lo anterior, el uso de la IA debiera ser aún más claro e incluso limitado en los ordenes jurisdiccionales donde el individuo o ciudadano esta en desventaja. Dentro del penal además habría especialidades.
En todo caso entiendo que los Jueces debieran ser quienes al final dirimieran y que a la IA no se le debiera de dar la posibilidad de decidir.
Aparte que si no fuera así resultaría que figuras o instituciones seculares de nuestro derecho como la “equidad”, la “confianza legítima”, las “garantías” de no discriminación injustificada, y no arbitrariedad, desparecerían.
Por otro lado incluso en la jurisdicción civil pudiera cuestionarme como se debiera limitar el uso de la IA, por ejemplo en la obtención de la pruebas, para que no se rompiera el equilibrio de fuerzas e igualdad de oportunidades de defensa.
Quizá suene a locura o utopía pero me cuestiono si no se pudiera contemplar como el acceso a la IA debiera posibilitarse en su caso por el Estado, de admitirse su empleo claro en los procedimientos civiles, no me queda claro si a instancia de las partes o de sus abogados.
9. ¿El factor humano en la administración de justicia resta ecuanimidad, imparcialidad y perfección en el cumplimiento de la Ley? ¿Acaso la interpretación legal no es una forma de corrupción?
Mi respuesta va en la línea de la definición de la democracia como el sistema menos malo de gobierno y aplico la misma máxima.
Creo que una Administración de Justicia apoyada en componentes principalmente humanos es el sistema menos malo aunque goce de muy mala prensa o se perciba de manera negativa por algunas excepciones puntuales. Sin valorarse por otro lado los ejemplos o casos positivos.
En cuanto a la perfección no deja de ser una utopía, no creo que por el uso de la IA, incluso su generalización, se pudiera lograr.
Aparte que podrían hacerse desaparecer factores correctores interesantes en la aplicación del Derecho como serían la equidad, el valor del perdón, las circunstancias excepcionales.
10. Por último, volviendo a la poesía, refugio del que no deberíamos salir, nos ha llamado la atención como de "Seres de lluvia", su primer poemario publicado, a "Tempo", su última publicación, se percibe el tránsito a una madurez personal y de sentimiento, de crecimiento y sabiduría, pero como decía Virginia Woolf "Hay un tipo de tristeza que viene de saber demasiado, de ver el mundo como realmente es... y en ese entendimiento, hay una profunda soledad" ¿Es la poesía el antídoto a ese desencanto? ¿Necesita el abogado o la abogada el refugio de la poesía?
La poesía para mi es un refugio pero también sería un modo de expresión y llamado del Alma hacia la transcendencia del ser humano, esa que nunca podrá tener la IA.
Me encanta la cita de Virginia Woolf (un honor que agradezco), aunque mi poesía ciertamente más madura porque “Seres de Lluvia” eran poemas de una juventud perdida, la percibo ya en “Tempo” u otros poemas no publicados, como un homenaje a los sueños que solo le cabrían a los “locos humanos” desde la certeza así como el mensaje que no estamos solos nunca y que somos mucho más e incluso podemos llegar aun más lejos si sumamos. Todo ello sin mencionar a Dios del que no me importa decir me inspira y ayuda.
En cuanto a si necesita un abogado el refugio de la poesía, como poeta para mi hay una poesía en sentido amplio que consiste en la forma positivista, creativa, constructiva e incluso valiente de tratar de enfocar la vida y cualquier situación o caso por difícil que parezca.
Desde esa concepción desde luego a cualquier abogado le vendrá bien tanto para descargar tensiones como para buscar soluciones, aparte que enriquece el lenguaje.
Pero no mi poesía sino cualquiera y no solo para los abogados yo creo que para cualquier persona y si algún día me demuestran que un maquina “siente” mi poesía no es excluyente.