En este artículo analizamos los pros y los contras de las herramientas de ChatGPT que generan información legal.

ChatGPT legal jurídico: ¿qué es, por qué falla y cuál es la alternativa profesional?

Noticia

ChatGPT se ha convertido en una herramienta de consulta sobre derecho español para muchos profesionales.

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Aunque ChatGPT puede ser útil para agilizar respuestas, es importante comprender y supervisar sus resultados debido a sus importantes limitaciones. Además de los prompts con los que se puede interaccionar con ChatGPT en general, esta plataforma contiene aplicaciones preconfiguradas diseñadas para ofrecer asistencia jurídica básica. Su función, según describe el propio ChatGPT, es la de ser un “asistente especializado en legislación española”. Sin embargo, se dirigen sobre todo a particulares que tengan dudas legales, y no tanto a profesionales, aunque para estos últimos puede ser un “apoyo técnico-jurídico”.

Estos modelos emulan el lenguaje de un licenciado en derecho. Y en cuanto a las fuentes, las que utilizan varían de una a otra, pero se reducen, sobre todo, a la Constitución Española, al Código Penal y al Código Civil, entre otras regulaciones. Las normativas están indexadas y se consultan directamente en las solicitudes del usuario.

Solo en algunas, en caso de que se necesite información actualizada no incluida en estas leyes básicas, la IA recurre al BOE. Pero ChatGPT advierte que “se puede usar información fiable disponible en la web”. Ese es uno de los motivos por el que las respuestas de ChatGPT legal jurídico pueden no ser 100% veraces, al caber la posibilidad de que se nutran de internet. No trabajan, por tanto, con un circuito cerrado de información, como sí lo hacen sistemas de IA Jurídica como GenIA-L, la inteligencia artificial generativa de la editorial Lefebvre pensada para abogados y asesores jurídicos.

ChatGPT legal jurídico: 6 pros y 6 contras

Aunque no es recomendable, las herramientas de ChatGPT que generan información legal puede ser un medio útil para aliviar cierta parte de la rutina diaria en el ámbito profesional, pero es indispensable utilizarlas con la máxima precaución.

Pros

  • Interpretan leyes
  • Responden consultas legales sobre legislación
  • Facilitan guías paso a paso de procesos
  • Explican derechos y obligaciones
  • Aclaran sanciones, plazos, recursos y procedimientos

Esta serie de ventajas pueden ser prácticas si no se introducen datos de clientes, sobre todo a la hora de que el abogado realice pequeñas consultas rápidas; o de cara a generar explicaciones en un lenguaje coloquial para los clientes.

Contras

  • No pueden acceder a bases de datos de jurisprudencia o sentencias; es, en todo caso, el usuario quien tiene que proporcionarlas si desea que la IA las analice. Por tanto, uno de los principales recursos de los letrados, que es buscar antecedentes jurisprudenciales, no está disponible en los asistentes tipo ChatGPT legal jurídico.
  • Tampoco cubren toda la legislación y la doctrina existente, sino que hay una delimitación en ese sentido. Cada aplicación ofrece información sobre las fuentes que únicamente consulta.
  • El hecho de que puedan brindar datos procedentes de diferentes webs implica que, en general, el profesional debe contrastar la existencia real del contenido. Esta deriva a fuentes no verificadas se puede comprobar cuando, tras introducir una consulta, de la indicación Buscando en mis conocimientos pasan rápidamente a Buscando en Internet.
  • ChatGPT lo admite: “mis respuestas son de carácter meramente orientativo”. En consecuencia, la precisión no está garantizada. Y puede generar respuestas plausibles pero incorrectas.
  • En cuanto a la protección de datos, según explica el propio chat, “OpenAI no está certificado específicamente bajo la legislación española (como la LOPDGDD o el RGPD), ni es un entorno certificado como ‘entorno seguro legal’ conforme a lo requerido, por ejemplo, en servicios jurídicos con secreto profesional”. Un vacío verdaderamente relevante si hablamos de la inteligencia artificial generativa en la rama legal; los datos se procesan en servidores fuera de Europa.
  • Acerca de los riesgos de confidencialidad: en su versión estándar, las consultas de un usuario pueden ser almacenadas y utilizadas para entrenar modelos.
  • Por último, manifiesta: “mi información legal no siempre incluye los cambios más recientes”. El no incorporar cambios recientes en la legislación es crucial desde la óptica profesional, ya que las leyes y la doctrina están en constante evolución, así como las modificaciones jurisprudenciales, de modo que los modelos de ChatGPT legal jurídico no aseguran un trabajo con datos actualizados.

La necesidad de confianza al trabajar con IA

La IA Jurídica, como GenIA-L, supera muy notablemente en todos los puntos anteriores a las aplicaciones especializadas de ChatGPT. Se trata de una alternativa mucho más fiable, específicamente adaptada al sector legal y que garantiza, ante todo, la protección de datos y su confidencialidad (no almacenamiento).

ChatGPT legal jurídico Vs. IA Jurídica

Como avanzábamos antes, GenIA-L solo acude a fuentes internas de la editorial Lefebvre, fidedignas y actualizadas a tiempo real. Ello evita posibles errores humanos y de desactualización de los profesionales.

ChatGPT es, por tanto, una herramienta de IA muy útil para tareas generales, pero no está diseñada para el ejercicio profesional del Derecho. Terminas dedicando más tiempo a corregir errores que el que ahorras usándolo. En contrapartida, GenIA-L no almacena datos, se actualiza diariamente, utiliza una redacción legal especializada y fiable, y trabaja sobre contenido validado.

A ello se suma que GenIA-L no es una herramienta para copiar y pegar, como lo puede ser ChatGPT, sino un asistente. El Derecho no es uniforme: un argumento válido en un caso puede ser inútil en otro. Copiarlo de una IA generalista sin adaptarlo es un error crítico. GenIA-L asegura que los textos no sean genéricos, sino adaptables legalmente desde el principio. Y los resultados son editables y fáciles de revisar.

En contrapartida, confiar al 100% en ChatGPT puede tener consecuencias graves para tu práctica jurídica. Podrías estar creando documentos con errores legales o citas inexistentes, y arriesgándote a exponer datos confidenciales sin la seguridad adecuada.

Supervisión y reputación ante los clientes

Si bien GenIA-L, como asistente jurídico construido para apoyar a los abogados sin reemplazarlos, asume la supervisión humana como aval de veracidad, de responsabilidad y de la protección de los derechos fundamentales, en el caso de ChatGPT la intervención del usuario es imprescindible, aunque se trate de soluciones como ‘Abogado Virtual: Leyes España’ o ‘Experto Legal España’.

Por ello, los resultados de ChatGPT deben considerarse siempre como un “primer borrador”, sujeto a validación y adaptación por un experto. El uso de herramientas de IA no exime a los profesionales de la responsabilidad sobre el resultado final. El letrado, jurista o asesor sigue siendo plenamente responsable ante su cliente, ante la ley y respecto a la ética profesional. Y la IA no debe disminuir el valor que aportan, sino potenciarlo.

En paralelo, el uso de ChatGPT como herramienta de apoyo puede suponer un riesgo para la reputación profesional. La delegación de tareas jurídicas en una IA no especializada podría interpretarse como una merma en el rigor y la seriedad que los clientes esperan de su representación legal. Sin olvidar, de nuevo, la protección de datos.

5 mitos que desmonta la IA Jurídica de GenIA-L

Mito 1: La inteligencia artificial se inventa cosas

El hecho de que algunos modelos de IA puedan “alucinar” o generar información incorrecta depende de las fuentes utilizadas. GenIA-L se basa en contenido plenamente confiable de Lefebvre.

Mito 2: No es segura para el trabajo legal

GenIA-L opera en entornos seguros. A diferencia de los modelos públicos de IA, garantiza que tus datos y los de tus clientes no se usan para entrenar sistemas externos.

Mito 3: Es demasiado complicada de usar

GenIA-L resuelve esta posible problemática con una interfaz intuitiva y diseñada para profesionales, pero no para ingenieros informáticos. No es necesaria una formación técnica y la curva de aprendizaje es mínima.

Mito 4: Puede que sea una moda pasajera

La IA Jurídica generativa tiene utilidad a corto, medio y largo plazo, y se convierte en una herramienta estratégica para los profesionales que quieren prepararse para el futuro sin quedarse atrás.

Mito 5: Todas las IAs son iguales

A la luz de todo lo expuesto en este artículo, se puede corroborar que existe una diferencia mayúscula entre las herramientas de IA genéricas y GenIA-L. Esta solución especializada entiende el lenguaje jurídico y razona en consecuencia, nutriéndose siempre de contenido previamente aprobado por expertos.

La IA que respeta el ejercicio del derecho

En esencia, GenIA-L está desarrollada específicamente para profesionales del ámbito legal y fiscal, habiendo sido creada para aportar un verdadero plus al trabajo diario de despachos de abogados, asesorías y departamentos jurídicos.

Como valor adicional, GenIA-L incluye desde el primer día: onboarding, recursos prácticos, sesiones en vivo y guías de buenas prácticas. El objetivo es que cada usuario entienda qué puede hacer la inteligencia artificial -y qué no-, y la emplee con confianza y responsabilidad profesional.