La digitalización actúa como motor de crecimiento de la economía española. A partir de 2015 se ha convertido en responsable de hasta un 30% del crecimiento de esta. Aunque España ha perdido algunos años en los que la digitalización podría haber contribuido a mejorar el valor añadido de su economía: de haber mantenido el ritmo de crecimiento de la UE-15, el valor acumulado de los efectos de la digitalización en España entre 1996 y 2017 ascendería a 310.364 millones de euros (equivalente al 30,7% del PIB), frente a los 57.841 millones (el 5,7% del PIB) realmente alcanzados.
Así se deprende del Informe sobre Madurez Digital 2018 elaborado por Minsait, una compañía de Indra, que apunta cuál es el camino a seguir para que la digitalización consolide su papel a la hora de generar riqueza en un país por medio de la aportación de crecimiento al PIB y la creación de nuevos empleos.
“La economía española será capaz de obtener los máximos beneficios de la digitalización en la medida en que el capital tradicional sea reemplazado por el tecnológico, el capital humano siga optimizándose y se mantenga la inversión en I+D”, señala el citado informe, que también destaca la importancia de que, a diferencia de lo que sucedió en los años previos a la crisis, los sectores más productivos tiendan a aumentar su peso en el conjunto de la economía, en detrimento de las ramas menos eficientes.
El Informe de Minsait analiza el grado de madurez de la preparación de las grandes empresas españolas al proceso de digitalización sobre cuatro habilitadores. Minsait encuentra que, en lo referido a visión y estrategia, la mayoría de las empresas cuenta con una idea clara acerca del papel que las tecnologías digitales van a desempeñar en la construcción de su futuro.
“El 45% de las empresas ya ha concretado el programa que debe guiar su transformación, definiendo objetivos, responsables, hitos y métricas. Sin embargo, sólo el 14% de las grandes corporaciones apuesta por impulsar la innovación y abrir espacio para la disrupción”, indica.
En el terreno de organización, Minsait destaca que en el 74% de las grandes corporaciones españolas la dirección lidera el cambio con el ejemplo diario, mientras que en el 54% ya se han definido claramente los roles de liderazgo. El 41% dedica recursos (humanos y económicos) expresamente a la transformación.
Sobre talento, el Informe sobre Madurez Digital 2018 señala que las empresas comprenden que la transformación cultural es crítica para el cambio. El 24% afirma que ya ha asimilado el cambio cultural y el 38% ya cuenta con los mecanismos de incentivos, formación y comunicación necesarios para integrar el cambio en la organización. Por su parte, el 35% declara contar con niveles altos de apoyo al emprendimiento interno, fomento de la cultura colaborativa y sustitución de estructuras verticales por horizontales.
Y en cuanto a sistemas, el 66% de las empresas considera que sus sistemas core no están suficientemente preparados para integrarse en la transformación digital.
El Informe de Minsait define y examina cuatro dimensiones sobre las que se despliegan los avances logrados por las empresas españolas en digitalización en la cadena de valor. En lo que respecta a clientes, muestran un conocimiento alto del mercado (63%), del cliente (53%) y de su experiencia en todos los puntos de interacción, aunque la experiencia omnicanal está aún poco extendida (17%). Y destaca que un propósito común de las corporaciones es dedicar más recursos a la mejora continua de la experiencia y a la adaptación de la propuesta de valor, así como a la digitalización del punto de venta, de la fuerza de ventas y del contact center.
En lo referente a operaciones, las empresas ya cuentan con un nivel alto de automatización en la gestión y operación de las infraestructuras. Y en el terreno de la ciberseguridad, el informe señala que la mitad de estas ya se consideran plenamente preparadas para responder a un posible ciberataque. Y añade que, en el futuro, el 90% contará con un departamento de ciberseguridad dotado con un presupuesto específico. La figura del CISO (Chief Information Security Officer) ya está instaurada en dos tercios de las organizaciones y el 62% desarrolla estrategias de riesgos digitales.
Por último, Minsait señala que “el talón de Aquiles de la digitalización de las corporaciones españolas se encuentra en la innovación y creación de nuevos modelos de negocio”, dado que se descuida la búsqueda de nuevas fuentes de crecimiento e incluso la disrupción de los mercados. Para la compañía de Indra, las empresas españolas deben aprovechar las ventajas de la tecnología para aumentar la oferta basada en productos conectados, la contextualización y la personalización.
Para realizar este informe, Minsait ha llevado a cabo un análisis teórico sobre el impacto macroeconómico de la digitalización junto a investigadores de la Universidad Carlos III, que aporta una visión global sobre los efectos de la digitalización en la economía española durante los últimos 25 años, y entrevistas con altos directivos de 70 corporaciones, que permiten obtener una instantánea de en qué punto de esta transformación se encuentran las grandes corporaciones españolas.
Retos y recomendaciones para seguir avanzando en la transformación
A partir de este conocimiento, Minsait apunta cuáles son los principales retos a afrontar por parte de las empresas españolas:
Ajustar su capacidad de ejecución a la volatilidad de la demanda y la rapidez de los avances tecnológicos.
Explorar alianzas estratégicas para afrontar la urgencia de adquirir capacidades específicas escasas en el mercado.
Explotar todo el potencial del dato.
Abrirse a otros players, colaborando y uniendo fuerzas para sumar capacidades.
Contemplar a los nativos digitales no como una amenaza sino como una referencia con la que es posible explorar acuerdos de colaboración.
Y lograr que las estructuras construidas hacia afuera y de forma ágil para responder a los retos planteados por la digitalización (por ejemplo, el canal digital) se integren y coordinen con la estructura interna de las organizaciones.
Y para que las empresas sigan avanzando por el camino de su transformación por y desde la tecnología y para que los resultados de dicha transformación se reflejen en sus cuentas de resultados Minsait recomienda en su Informe:
Seguir apostando decididamente por las tecnologías digitales, ya que su impacto económico en los últimos años demuestra que es el camino a seguir para alcanzar su desarrollo pleno.
Poner especial énfasis en la transformación profunda del legacy (tanto en sistemas como en personas). La herencia del pasado no puede constituir un freno para las aspiraciones de cada compañía.
Y aumentar el nivel de ambición. No limitarse a digitalizar el negocio actual, sino aspirar a crear negocios futuros cimentados sobre la base de las nuevas tecnologías y atreverse a apostar por modelos de negocio disruptivos si no queremos vernos superados.