Estudio sobre la Salud y Bienestar de la abogacía

Pocas horas de sueño y estrés: los compañeros inseparables de la abogacía

Noticia

La editorial jurídica Lefebvre ha publicado el primer Estudio sobre la Salud y el Bienestar de la Abogacía Española realizado en colaboración con el Instituto de Salud Mental de la Abogacía (ISMA), y del mismo se desprende que la abogacía tiene un serio problema con el estrés.

Pocas horas de sueño

Ver especial completo sobre el estudio de salud en la abogacía

La encuesta, realizada durante el mes de abril de 2019 a 672 abogados y abogadas de todo el territorio nacional, determina que el 83,5% de los participantes considera el estrés como un riesgo muy elevado dentro de la profesión. Además, el 98% lo considera un motivo serio de preocupación, por encima incluso de las necesidades de conciliación de su vida laboral y personal.

¿Es el transporte un foco de estrés?

Es posible que en las grandes ciudades haya una relación directa entre la movilidad y el estrés. Sin embargo, con los resultados del estudio realizado por Lefebvre, podemos observar que la mayoría de las personas encuestadas vive relativamente cerca de su lugar de trabajo, tardando menos de 30 minutos en llegar (75%). El 25% restante vive a una mayor distancia de su puesto de trabajo o, viviendo cerca, tarda más debido al tráfico. Fenómeno que repunta en los datos obtenidos de los trabajadores de las grandes ciudades como Madrid o Barcelona.

¿Influye en los niveles de estrés la remuneración de nuestra profesión?

Cuando se entra a analizar el nivel de satisfacción con los ingresos, hay que destacar que casi el 60% de los profesionales de la abogacía, consideran sus ingresos medianamente satisfactorios. Por lo tanto no se puede considerar como una fuente de estrés para la mayoría. Esto no quiere decir que no se esté sufriendo estrés para alcanzar el nivel de salario necesario. Sin embargo, para el 31% de los encuestados que consideran sus ingresos nada satisfactorios, puede ser un motivo de preocupación añadido. El perfil mayoritario de este grupo de abogados insatisfechos con su salario, lo conforman las mujeres y aquellos profesionales que trabajan en despachos unipersonales.

En la pequeña franja restante del 8%, que los consideran muy satisfactorios, son mayoría los hombres. También existe un salto entre aquellas personas que trabajan en grandes despachos y están satisfechas con su salario (17,7%) frente al 6% de quienes trabajan en despachos pequeños.

Trabajo complementario por motivos económicos

El estudio ha revelado que el 14% de los encuestados tiene un trabajo remunerado adicional. La mitad de los cuales, lo hacen obligados por motivos económicos, mientras que en uno de cada tres casos, lo que busca es un desarrollo profesional. Solo el 7,4% de los que lo tienen, lo hace por interés altruista o por afición.

Pocas horas de sueño y aumento de estrés

Según el último informe publicado por la National Sleep Foundation de los Estados Unidos, titulado “The National Sleep Foundation Duration Recommendations”, para el colectivo de la profesión de abogados, el tiempo recomendado de sueño debe alcanzar entre 7 y 9 horas (hasta los 65 años) y entre 7 y 8 horas (para las personas mayores de 65 años).

Pues bien, las respuestas demuestran que la mayoría de los abogados y abogadas no duermen el número de horas necesarias (81%). Solo un 17% de las personas encuestadas responden que duermen 8 horas. Esto desvela unos patrones de sueño que pueden afectar a la salud.

Sobre la valoración de la calidad del sueño y el impacto que consideran que tiene sobre su trabajo, para el 55% su sueño es bastante satisfactorio. Por el contrario, casi un tercio de las personas encuestadas (31%), lo consideran “poco o nada satisfactorio”. De lo que no cabe ninguna duda, es que para la mayoría de los participantes del estudio (71%), el trabajo es el culpable directo en la calidad de su sueño.

¿Hay forma de salir de este laberinto?

Entre los participantes del estudio, hay un consenso respecto a que los altos índices de estrés, contribuyen al desarrollo de problemas físicos y psicológicos. A continuación destacamos algunas de las impresiones recogidas.

Para Sara Molina Pérez-Tomé, miembro del Comité de Bienestar del ISMA-MHILP, “nos enfrentamos a un estrés constante que tenemos en ocasiones tan interiorizado, que no lo detectamos como síntoma, al formar parte de la rutina diaria, y que provoca que seamos menos eficientes y la salud se resienta a medio plazo”.

Además, nos recuerda que diferentes estudios han identificado el estrés laboral como causa de 120.000 muertes al año.

Por su parte Carmen Pérez Andujar, abogada y consejera electiva del Consejo General de la Abogacía Española, se dio cuenta de que “para poder seguir ejerciendo mi profesión con calidad debía buscar la forma de cuidar mi cuerpo y mi mente, porque el estrés había acampado en mi día a día y era imposible gestionarlo. Empezar a hacer deporte, con cierto miedo y escepticismo, y controlar mi alimentación han hecho que a día de hoy vuelva a disfrutar de mi profesión”.

Por último nos gustaría destacar la opinión de Manel Atserias Luque fundador y presidente del Instituto de Salud Mental de la Abogacía (ISMA-MHILP) para quien es imprescindible “mejorar el bienestar de la abogacía y humanizar la profesión mediante la erradicación de aquellas actitudes negativas que rodean la salud mental en el sector legal. Solo así el profesional podrá asesorar y defender, con el máximo celo y diligencia, los intereses y derechos de los ciudadanos y las empresas”.

Puedes descargar el Estudio sobre la salud y el bienestar de la abogacía en este enlace.