Quien fuera máximo responsable del Colegio de Abogados de Madrid entre 2007 y 2012 ha fallecido esta madrugada a los 66 años de edad

La Abogacía madrileña se despide de Antonio Hernández-Gil, decano emérito del ICAM

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Representantes de los distintos estamentos jurídicos, del mundo de la política y de la empresa, profesionales de la abogacía y empleados del ICAM han asistido esta tarde al Colegio de Abogados de Madrid para despedirse de quien fuera decano de esta casa entre 2007 y 2012, Antonio Hernández-Gil Álvarez-Cienfuegos, fallecido esta madrugada a los 66 años de edad.

Antonio Hernández-Gil

Hasta la capilla ardiente, instalada en el Patio de la Biblioteca del ICAM, se han desplazado numerosas personalidades, entre ellas el alcalde del Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; el consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López; la presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega; la presidenta de la Abogacía Española, Victoria Ortega; la juez decana de Madrid, María Jesús del Barco; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Celso Rodríguez Padrón; el fiscal superior de Justicia de Madrid, Jesús Caballero Klink; el abogado y exministro de Justicia Miguel Ángel Michavila; la abogada y exministra de Asuntos Exteriores Ana Palacio; o el magistrado y ex fiscal general del Estado, Julián Sánchez Melgar.

Los miembros de la Junta de Gobierno del ICAM, encabezada por José María Alonso, han acompañado en todo momento a los familiares y amigos de Hernández-Gil en un acto al que también han acudido los ex decanos Luis Martí Mingarro y Sonia Gumpert, además de otros compañeros de anteriores juntas de gobierno.

En una carta enviada a los más de 77.000 colegiados inscritos en Madrid, José María Alonso ha destacado cómo Hernández-Gil “ponderó hasta sus últimos días la figura del abogado como pieza absolutamente clave para construir un Derecho abierto, donde es vital la experiencia de cada compañero y compañera, forjada en la atención a los problemas de los clientes sin olvidar nunca la responsabilidad ante la sociedad de su misión”.

En nombre de los abogados y abogadas de Madrid, Alonso ha expresado su consternación por la pérdida de “un jurista y una persona de dimensiones tan grandes que deja un hueco imposible de ocupar. Cultivó la idea de que sólo a través del Derecho es posible auténticamente progresar hacia una sociedad más justa. Moralmente, nos vemos en la responsabilidad de hacerla crecer y consolidarla. Descansa en paz, compañero”.