Para Montse González, vicepresidenta de la APttCB, se trata de una reforma tributaria inapropiada y desafortunada. "Nos encontramos en plena pandemia, con más de 11.000 muertes por coronavirus en Cataluña, y el incremento de impuestos como el de Sucesiones y Donaciones parece una medida oportunista y poco justificable. Quizás no era el mejor momento de aplicar estos aumentos de impuestos. Liquidar las herencias ya era una tarea dura y pesada, a nivel emocional y, en plena crisis económica y social, será difícil para muchas familias poder hacer frente al impuesto y, además, poder hacerlo en el periodo correspondiente, si el Gobierno no otorga plazos y condiciones especiales en estas circunstancias tan duras".
El argumentario que defiende la APttCB y en el que cree firmemente es la protección de las empresas y de los ciudadanos de Cataluña y Baleares. Como entidad "tenemos la obligación de aportar nuestros conocimientos para un mejor desarrollo económico del territorio y velar por la continuidad y competitividad de la empresa familiar tan arraigada en Cataluña", explica Montse González.
Si la transmisión generacional se graba excesivamente se corre el riesgo de perder la esencia que ha mantenido a las pymes al frente como modelo de empresa familiar, innovadora y moderna, con la correspondiente generación de puestos de trabajo y actividad económica, que es lo que contribuye, en gran medida, a la riqueza de Cataluña.
El hecho de no poder aplicar la bonificación del 95% en la sucesión de empresas familiares, porque no es compatible con la bonificación por patrimonio, afectará a la actividad empresarial y, en el momento de liquidar una herencia con empresa familiar, la cuota final será muy superior a la que se habría pagado antes del 1 de mayo de 2020.
Tal como explica la vicepresidenta de la APttCB, cuando salió a la luz el anteproyecto de Ley de Medidas Fiscales, Financieras, Administrativas y del Sector Público para el 2020 de la Generalitat de Catalunya relativas a los impuestos cedidos del Título II, concretamente IRPF y Sucesiones y Donaciones, la Asociación se puso en marcha, junto con otros colectivos, y entre los meses de enero y febrero, mantuvieron unas entrevistas con los grupos políticos, para plantear que la subida de impuestos a Cataluña podría provocar una deslocalización de empresas y familias hacia otras comunidades autónomas, por lo que aconsejaban una reconsideración de la reforma de los impuestos.
En aquel momento los representantes de los colectivos presentaron varias propuestas de enmiendas con las que pedían, en el caso del IRPF, que no se modificara la mesa autonómica y dejar la escala del impuesto tal como estaba hasta entonces para evitar un descenso en el consumo y, en consecuencia, la falta de generación de negocio y actividad del país.
Mientras que, para el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, se pedía que no se modificara la escala que grava los grupos I y II, que han pasado de un coeficiente multiplicador de 1,000, a 1,100 y 1,150, con patrimonio preexistente de 500.000,01 a 2.000.000,00 y de 2.000.000,01 a 4.000.000,00, respectivamente.