La revisión de estas prioridades de inversión muestra cómo, a pesar de que existe un crecimiento sostenible de la inversión en cloud pública, ésta se ha suavizado en este primer semestre (pasando del 21.2% en las estimaciones de 2022, hasta el 13.7% actual). Dentro de este mercado, destaca el crecimiento sobre todo en PaaS y SaaS con un 32.2% y 17.7% respectivamente, con respecto al año anterior. El comportamiento tanto por sector como por tamaño de empresa se mantiene en alza, siendo servicios financieros e industria, así como las medianas y grandes empresas, aquellos segmentos que presentan mayor incremento en este primer semestre.
Las estrategias de infraestructura digital están siendo remodeladas por tendencias como Consumo as a Service, las cargas de trabajo de Big Data y los cambiantes requisitos de interconexión de redes.
Respecto a la prioridad de inversión asociada a la IA, se observa cómo este mercado en España está experimentando una explosión, especialmente empujado por las aplicaciones de la IA generativa, con un crecimiento del 30.2% respecto del 2022 y presenta incrementos de más de un 25% de media en todas las industrias, con casos de uso como sistemas de inteligencia y prevención de amenazas, recomendaciones y aumento del proceso de ventas, análisis e investigación de fraudes, agentes de atención al cliente mejorados o la optimización de las TI, como algunos de los más destacados por las empresas de nuestro país.
Dentro de este mercado, en relación con la IA generativa, la realidad actual es que el 55% de las organizaciones europeas ya está explorando potenciales casos de uso, y el 21% de ellas tiene previsto invertir en el segundo semestre del año en este tipo de tecnología. En la actualidad, los principales usos adoptados a nivel empresarial están orientados a aplicaciones de gestión del conocimiento, marketing conversacional y generación de código.
El impacto en la configuración del espacio de trabajo es indiscutible, donde siguen presentes los tractores de inversión como la reducción de la brecha digital (adquisición de talento y skills digitales para frenar el retraso en la transformación), así como la adopción de low-code para generar aplicaciones y procesos automatizados por parte del propio empleado.
Respecto de la sostenibilidad, se mantienen la adopción de la sostenibilidad en las operaciones y la racionalización/desacoplamiento de aplicaciones para la eficiencia del consumo energético, así como la inversión en soluciones de seguimiento de la huella de carbono.
Por último, en relación con la ciberseguridad, la inversión crece motivada por la necesidad de hacer frente a ciberataques cada vez más sofisticados. Esto además está provocando que la configuración de este mercado haya cambiado.
Este mercado de ciberseguridad alcanzará en 2023 la cifra de 2.259 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 10.6% respecto del año 2022 (y casi un punto porcentual más que la previsión que se presentaba en diciembre de 2022). De igual forma, las prioridades de inversión se han reorganizado en este primer semestre alrededor de los servicios gestionados de seguridad, los servicios de seguridad de red y los asociados a la gestión de identidades, que experimentan un crecimiento de más de un 10% respecto de la previsión estimada a finales de 2022. Por ello, la tendencia que se observa en las organizaciones apunta a la adopción de la seguridad cloud, zero trust y la evolución hacia SASE como framework de seguridad.
Vídeo de Presentación José Cano: IDC Mid-Year Review 2023 en España
