El pasado 12 de marzo, el Parlamento Europeo aprobó la ley que pretende garantizar la ciberseguridad de los productos que contienen un componente digital, es decir, que están conectados a Internet, durante todo su ciclo de vida.
Se refiere a todos los equipos y programas informáticos -'smartphones', sistemas operativos o 'routers', pero también monitores de bebés, relojes inteligentes, cortafuegos, etc.-, que deberán cumplir unos requisitos de ciberseguridad mínimos, proporcionales al nivel de riesgo asociado a cada uno de ellos.
Esta Ley de Ciberresiliencia (CRA, por sus siglas en inglés) ha entrado en vigor este martes, mientras que las principales obligaciones que introduce se aplicarán a partir del 11 de diciembre de 2027.