Sentencia del Tribunal de Justicia de 19 de diciembre de 2019, Tom Kabinet (C-263/18).

Autorización para la venta de libros electrónicos de segunda mano

Tribuna Madrid
impuesto comercio minorista

1. Hechos. El caso surge en el contexto de un litigio entre, por un lado, dos asociaciones holandesas Nederlands Uitgeversverbond (“NUV”) y Groep Algemene Uitgevers (“GAU”) cuyo objeto consiste en la protección de los intereses de los editores del país y por otro, Tom Kabinet, empresa editora de libros, libros electrónicos y bases de datos que gestiona un sitio de Internet inaugurado en 2014 que ofrece un “club de lectura” on line a través del cual vende libros electrónicos “de segunda mano”. NUV y GAU decidieron acudir a los tribunales del país pidiendo la prohibición cautelar del servicio ofrecido por Tom Kabinet por infracción de derechos de propiedad intelectual, petición que fue rechazada por los tribunales.

A partir de junio de 2015, Tom Kabinet modificó las prestaciones de venta de libros electrónicos creando el “Tom Leesclub” en el que ofrecía a sus miembros, a cambio de una cantidad de dinero, libros electrónicos “de segunda mano” que habían sido adquiridos por Tom Kabinet o bien habían sido donados a título gratuito por los miembros del club.

Las dos asociaciones presentaron de nuevo una demanda solicitando que prohibiesen el servicio puesto que se estaban infringiendo los derechos de autor de sus asociados “mediante la puesta a disposición o la reproducción de libros electrónicos”. NUV y GAU alegaban que Tom Kabinet estaba llevando a cabo “una comunicación al público no autorizada”.

Si bien el Tribunal de Primera Instancia de La Haya parecía tener claro que no se estaba produciendo un acto de comunicación al público, no tenía claro si se estaba llevando a cabo un acto de distribución y si era de aplicación el principio de agotamiento, por lo que planteó cuatro cuestiones al TJ que se centraban en el concepto de distribución siendo la principal cuestión prejudicial la siguiente: ¿debe interpretarse el artículo 4, apartado 1, de la Directiva [2001/29] respecto de la puesta a disposición a distancia, por medio de descargas, para su uso por tiempo indefinido, de libros electrónicos (esto es, copias digitales de libros protegidos por derechos de autor) a cambio del pago de un precio que permita al titular de los derechos de autor obtener una remuneración correspondiente al valor económico de la copia de la obra de la que es propietario?.

2. Pronunciamientos. El TJ concluyó que la venta de libros electrónicos usados no es un acto de distribución sino de comunicación al público, en la modalidad de puesta a disposición interactiva o a la carta.

Concretamente, el TJ contestó a la cuestión planteada por los tribunales de la Haya concluyendo que la expresión “comunicación al público” de una obra cubre los actos de transmisión a la carta interactivos, confirmando así que el derecho de comunicación al público también es pertinente cuando quepa la posibilidad de que varias personas sin relación alguna tengan acceso desde puntos y momentos distintos, en el sentido del artículo 3, apartado 1, de la Directiva 2001/29/CE, a una obra que se encuentra en un sitio de Internet de acceso público, matizando que tal derecho abarca cualquier comunicación “distinta de la distribución de copias físicas”, mientras que las copias físicas que se pongan en circulación como objetos tangibles pertenecen al ámbito del derecho de distribución.

Finalmente, el TJ declaró que, para que un acto pueda ser considerado como comunicación al público, la obra debe ser comunicada con una técnica específica, diferente de las utilizadas previamente, o, en su defecto, ante un público nuevo. Teniendo en cuenta que la puesta a disposición de un libro electrónico va acompañada en general de una licencia de uso que autoriza su lectura por el usuario que haya descargado el libro electrónico, desde su propio equipo, es preciso considerar que una comunicación, como la efectuada por Tom Kabinet, se realiza ante un público que no fue tomado en consideración por los titulares de los derechos de autor, y, por lo tanto, debe considerarse como un público nuevo.

3. Comentario. La sentencia del TJ cuya principal conclusión es que “el suministro al público mediante descarga de un libro electrónico para su uso permanente está comprendido dentro del concepto de “comunicación al público” y, más específicamente, del de “puesta a disposición del público […] en el sentido del artículo 3, apartado 1, de la Directiva 2001/29/CE” resulta de gran interés, puesto que profundiza de nuevo en la delimitación entre el concepto de comunicación al público y el de distribución en el ámbito digital, que ya habían sido interpretados en el año 2012 por el TJ en el conocido como caso UsedSoft (C-128/11) pero, siendo el objeto de análisis los programas de ordenador, se aplicó la Directiva 2009/24 sobre la protección jurídica de programas de ordenador.

 

Autor: Inés de Casas Viorreta. Anuario, Edición 2019 (recopilatorio de comentarios de jurisprudencia europea en materia de Derecho de Propiedad Industrial e Intelectual que realiza Elzaburu.

Texto de la sentencia proveniente de la base de datos NEO. Más información y posibilidad de probar gratuitamente el producto en https://www.efl.es/catalogo/bases-de-datos-juridicas-neo

 

Versión en inglés:

Authorisation for the sale of second-hand e-books. Judgment of the Court of Justice of 19 December 2019, Tom Kabinet (C-263/18)

1. Background. The case arises in the context of a dispute between, on the one hand, two Dutch associations, Nederlands Uitgeversverbond (“NUV”) and Groep Algemene Uitgevers (“GAU”), whose purpose it is to protect the interests of the country’s publishers and, on the other, Tom Kabinet, a publisher of books, e-books and databases that operates a website launched in 2014 offering an online "reading club" through which it sells "second-hand" e-books. NUV and GAU decided to bring actions before the country's courts seeking an injunction prohibiting the service offered by Tom Kabinet for infringement of intellectual property rights, an application that the courts rejected.

From June 2015 onwards, Tom Kabinet modified the e-book sales services offered up to that point by creating the “Tom Leesclub” through which it offered to its members, in return for a sum of money, “second-hand” e-books that had been acquired by Tom Kabinet or had been donated free of charge by the club’s members.

The two associations filed a new action requesting the service’s prohibition due to its infringement of their affiliates’ copyright by the making available or the reproduction of e-books”. NUV and GAU alleged that Tom Kabinet was making “an unauthorised communication to the public”.

Although the Hague Court of First Instance seemed to be clear that an act of communication to the public was not occurring, it requested clarification as to whether or not an act of distribution was taking place and whether or not the principle of exhaustion was applicable. It therefore referred four questions centred around the concept of distribution to the CJ for a preliminary ruling, with the main question asking whether “article 4 (1) of Directive [2001/29] could be interpreted as including the making available remotely by downloading, for use for an unlimited period, of e-books (being digital copies of books protected by copyright) at a price by means of which the copyright holder receives remuneration equivalent to the economic value of the work belonging to him?”.

2. Findings. The CJ concludes that the sale of second-hand e-books is not an act of distribution but of communication to the public, within the modality of making works available on an interactive or on-demand basis.

Specifically, the CJ answers the question referred by the courts of The Hague by concluding that the expression “communication to the public” of a work covers acts of interactive and on-demand transmission, thus confirming that the right of communication to the public is also pertinent when several unrelated persons have access from different points and at different times, within the meaning of Article 3 (1) of Directive 2001/29/EC, to a work which is on a publicly accessible website, clarifying that such right covers any communication “other than the distribution of physical copies”, since physical copies which can be put into circulation as tangible objects are covered by the distribution right.

Finally, the CJ holds that, for an act to be considered as a communication to the public, the work must be communicated using specific technical means, different from those previously used or, failing that, to a new public. Taking into account that the making available of an e-book is generally accompanied by a user licence that authorises the user who has downloaded the e-book to read it from his or her own computer, a communication such as that effected by Tom Kabinet must be considered to have been made to a public that was not already taken into account by the copyright holders and that must therefore be considered a new public.

3. Remarks. The CJ’s ruling – whose main conclusion is that “the supply to the public by downloading, for permanent use, of an e-book is covered by the concept of ‘communication to the public’ and, more specifically, by that of ‘making available to the public within the meaning of Article 3 (1) of Directive 2001/29/EC is of great interest, in that it further clarifies the distinction between the concept of communication to the public and that of distribution in the digital sphere, which had already been considered by the CJ in the so-called UsedSoft case (C-128/11) in 2012, but, as the products assessed in that case were computer programs, the court applied Directive 2009/24 on the legal protection of computer programs. Inés de CASAS

 

 

 


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