El pasado 23 de febrero de 2022, Rusia le declaró la guerra a Ucrania, y esta vez estamos oyendo modalidades de ataques que nada tenían que ver con la primera o segunda guerra mundial.
Pero, ¿Qué significan estas amenazas? ¿son reales? ¿Verdaderamente pueden vulnerar la seguridad de un estado como Rusia? ¿Afectan a la guerra?
La respuesta es sí, podríamos comparar un ataque cibernético con un ataque nuclear. Sería capaz de paralizarlo todo, de cambiar la información, de vulnerar un país entero, de aislar población o incluso de desviar misiles.
Vivimos en una sociedad digitalizada y, aunque no somos conscientes de ello, la seguridad de nuestras relaciones sociales y económicas se encuentra amenazada por los ciberataques.
Pero, ¿a qué nos referimos con ciberdelincuencia? Son todos los actos que se efectúan a través de una red, ya sea pública o privada, y que atentan contra la seguridad y confidencialidad de los datos, ya sean de una persona, grupo, entidad o estado.
Los delitos que entran dentro de esta categoría tienen un objetivo principal: romper la barrera de ciberseguridad del sistema informático para obtener datos confidenciales.
Los datos en la actualidad son el bien más preciado, tanto para empresas competidoras como para países, dado que, gracias a ellos, podemos conocer desde las estrategias, los proyectos, los planes, las labores de inteligencia de cada país, y en el caso de una guerra: LA INFORMACIÓN.
Ciberataques en Ucrania
Recordemos que, días antes de que Rusia iniciase la invasión, Ucrania sufrió diversos ciberataques DDoS -ataques de denegación de servicio- que bloquearon el acceso a las páginas de los bancos PrivatBank y Oschadbank, además de la página del Ministerio de Defensa ucraniano. La Unión Europea ya ha alertado a los distintos países y sus grandes empresas de la posibilidad de sufrir ataques cibernéticos en esta guerra que también afecta al ciberespacio.
El ataque cibernético del grupo de piratas informáticos se produjo como respuesta a un malware de limpieza de datos contra Ucrania. Se trata de un virus que borra todos los datos de los sistemas a los que se accede sin que puedan recuperarse. Rusia ha negado ser el responsable de este ataque informático a Ucrania, sin embargo todas las sospechas se dirigen a ellos.
Por ello, Anonymous ha bloqueado los portales oficiales TASS, Fontanka y Kommersant, inhabilitado diversos canales de radio y televisión y atacar las páginas oficiales del gobierno ruso, como la página de la Duma Estatal, que es la cámara baja de la Asamblea Federal de Rusia, o la del Ministerio de Defensa; Además, algunas redes sociales han sido restringidas en territorio ruso, impidiendo a los internautas de Moscú y San Petersburgo conocer las devastadoras consecuencias y el sufrimiento de Ucrania.
Ciberdelincuencia y guerra
Imaginemos la fuerza que tiene la ciberdelincuencia que ante una guerra en el SXXI tiene tanta fuerza o más, que un ataque armado porque puede afectar directamente a las administraciones estatales y complicar realmente los movimientos y estrategias de los países implicados.
Dicho esto, no nos olvidemos de que nos puede afectar a todos y a todos los niveles, según los últimos datos “el 99% de los casos son por beneficio económico o por venganza” y todos los usuarios de las redes sociales o de internet somos víctimas susceptibles.
Los ciberataques más comunes serían los siguientes:
- Robo de identidad. Utilizan la identidad del usuario ya sea entrando en sus cuentas o haciéndose pasar por él.
- Phishing persigue engañar al usuario para hacerse con sus datos de acceso de diferentes cuentas personales, así como datos bancarios y de tarjeta de crédito, haciéndose pasar por una entidad o empresa de su confianza.
- Keylogging: práctica de spyware silencioso mediante el cual se registran las pulsaciones en el teclado o la información introducida en distintos campos, con el fin de robar los datos personales de acceso de un usuario como el nombre, las contraseñas o los códigos bancarios.
- Carding: forma de acceder a la tarjeta de crédito
- Ciberacoso: se persigue hostigar, atemorizar o humillar a un usuario a través de canales o en entornos digitales.
- Ciberextorsión: intimidación o la violencia a través de la red para que la víctima realice un acto perjudicial para su patrimonio o el de un tercero.
- Ciberespionaje: traspasar las barreras de seguridad de una entidad, administración o usuario, para obtener datos confidenciales.
En conclusión, tengamos siempre en cuenta la importancia de mantener nuestros dispositivos seguros, de no acceder a links no confiables, de ser prudentes y de educarnos lo máximo posible en ciberseguridad.
Y por encima de todo, que viva la paz.
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