Según el sistema actual, vigente desde 1987 con algunas modificaciones, en ambos casos la edad general hasta la que se tiene acceso a una pensión de orfandad es de 21 años, salvo cuando el huérfano no realiza trabajo lucrativo o sus ingresos son inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
En ese caso, el límite se eleva a los 22 años (24 años si hay una discapacidad superior al 33%) para el régimen de clases pasivas, mientras que en el régimen general es de 25 años, tal y como se recoge en la Ley 27/2011 de Seguridad Social, vigente desde el pasado 1 de enero.
25 años para todos
Por ello, el PSOE plantea que se mantenga la regla general de los 21 años y que se generalicen los 25 años como límite en supuestos particulares en ambos regímenes. Además, también se propone aplicar a ambos supuestos la regla de que si el huérfano aún está estudiando al cumplir la edad máxima se mantenga la pensión "hasta el día primero del mes siguiente al del inicio del siguiente curso académico".
"Si el huérfano mayor de 21 años se incapacitase para todo trabajo antes de cumplir los 25 años de edad tendrá derecho a la pensión de orfandad con carácter vitalicio", añade la proposición, que también incluye la previsión de que los huérfanos cuya pensión se hubiera extinguido antes de la entrada en vigor de esta nueva normativa "podrán solicitar la reposición de dicha prestación siempre que se encuentren dentro de los nuevos límites de edad".
Para que estas medidas entren en vigor de manera paulatina, en los casos de orfandad en que no se trabaje y siempre que sobreviva uno de los progenitores el nuevo límite de edad se aplicará desde el 1 de enero de 2014. Para ello, se mantendrá un límite de 24 años para lo que resta de ejercicio.
