1. Hechos.
En 1999, la compañía Cadbury Schweppes vendió a Coca-Cola/Atlantic Industries (“Coca-Cola”) la titularidad de la marca SCHWEPPES para algunos países de la UE, entre ellos, Reino Unido, reservándose la titularidad de otras, como las registradas en España.
En 2001, Cadbury Schweppes absorbió a la compañía francesa Pernod Ricard S.A., titular de la marca ORANGINA, adoptando el nombre Orangina Schweppes Group, grupo que tras algunas vicisitudes fue adquirido por la japonesa Suntory Beverage & Food Limited (“Suntory”) en 2009 y que es también titular de marcas SCHWEPPES en algunos países de la UE, a través de la compañía inglesa Schweppes Limited.
Así pues, en la actualidad las marcas SCHWEPPES en la UE están en manos de dos grupos empresariales distintos: Coca-Cola en Reino Unido, entre otros, y Suntory (Schweppes Limited) en España, entre otros.
En mayo de 2014 la licenciataria en exclusiva de la marca SCHWEPPES en España, Schweppes, S.A., interpuso una demanda contra las sociedades Red Paralela, S.L. y Red Paralela Bcn, S.L. por la infracción de sus derechos de exclusiva sobre la marca SCHWEPPES derivada de la comercialización por las demandadas de productos bajo dicha marca en España.
Las demandadas se opusieron a la demanda alegando el agotamiento de los derechos de marca de la actora por tratarse de productos adquiridos en Reino Unido de quien es titular de la marca SCHWEPPES en dicho país (Coca-Cola). Además, las demandadas formularon demanda reconvencional contra la actora y otras sociedades vinculadas a ésta ejercitando varias acciones por ilícitos concurrenciales y actos de competencia desleal.
Durante el transcurso del procedimiento, el Juzgado de lo Mercantil nº 8 de Barcelona decidió suspenderlo y plantear una cuestión prejudicial ante el TJ para que el Tribunal se pronunciara sobre la interpretación del art. 7.1 de la Directiva 2008/95 (y sobre el art. 15, apartado 1 de la Directiva (UE) 2015/2436 que lo sustituye) a la vista de las circunstancias del caso y su conclusión (C-291/16) fue que el art. 7.1 de la Directiva 2008/95 debe interpretarse en el sentido de que impide en supuestos como el enjuiciado oponerse a la importación de productos idénticos designados con la misma marca cuando a resultas de los acuerdos de cesión formalizados entre el titular original de la marca y el tercero:
- el titular, solo o coordinando su estrategia de marca con ese tercero, ha seguido promoviendo activa y deliberadamente la apariencia o la imagen de una marca global y única, o
- existen vínculos económicos entre el titular y dicho tercero, en el sentido de que coordinan sus políticas comerciales o se conciertan para ejercer un control conjunto sobre el uso de la marca en el territorio de que se trate.
El Juzgado de instancia consideró que, a la luz de la prueba practicada, existían indicios suficientes para afirmar que concurrían en este caso las dos circunstancias a las que se refiere el TJ y, en consecuencia, desestimó la demanda al considerar agotado el derecho de marca de la actora, así como la demanda reconvencional en la parte de la que no había desistido el actor reconvencional, relativa a las acciones de competencia desleal. La sentencia es recurrida en apelación, solicitándose la estimación íntegra de la demanda.
2. Pronunciamientos.
La Audiencia no comparte las conclusiones alcanzadas por la sentencia de primera instancia. Tras analizar las diferentes premisas sobre las que se basaría la existencia de un consentimiento tácito del titular de la marca que lleve al agotamiento de sus derechos, la Sala concluye que solo cabría quedarse con dos: las referencias que hace el titular de la marca al origen británico del producto y la existencia de un contrato de licencia entre Schweppes Limited y Coca-Cola para que la segunda fabrique y comercialice los productos de la primera en Holanda; y, en opinión de la Sala, ambos datos resultarían insuficientes para concluir que se dan cualquiera de las dos circunstancias que exige el TJ en relación a la imagen global de la marca o la existencia de vínculos económicos.
Por un lado, las referencias al origen británico de la marca están justificadas porque pretenden reivindicar el origen tradicional de la marca y no puede exigirse al titular actual de la marca que no lo haga. Por otro, de la existencia de un acuerdo puntual sobre la licencia del uso de la marca SCHWEPPES en Holanda no cabe inferir la existencia de vínculos económicos que permitan ejercer un control conjunto sobre la marca en todo el EEE que les otorgue la posibilidad de determinar directa o indirectamente los productos en los que figura dicha marca y controlar su calidad.
A la luz de lo anterior, la Sala estima el recurso y, por ende, la demanda de infracción y condena a las demandadas, entre otras cosas, a indemnizar a la actora en la suma de 293.480 euros.
3. Comentario.
De acuerdo con la interpretación dada por la Audiencia Provincial de Barcelona de la sentencia del TJ, para poder determinar la existencia de un consentimiento tácito por parte del titular de la marca que lleva al agotamiento de sus derechos, la prueba practicada debe ser capaz de demostrar de forma inequívoca que se cumplen las condiciones establecidas por el TJ.
Autor: Ana Sanz. Anuario Elzaburu, Edición 2019 (recopilatorio de comentarios de jurisprudencia europea en materia de Derecho de Propiedad Industrial e Intelectual que realiza Elzaburu).
SAP de Barcelona de 22 julio de 2019 proveniente de la base de datos NEO. Más información y posibilidad de probar gratuitamente el producto en https://www.efl.es/catalogo/bases-de-datos-juridicas-neo
Versión en inglés:
Non-exhaustion of trademark rights in the case of parallel marks.
Judgment of Barcelona Court of Appeal of 22 July 2019, Schweppes (EDJ 2019/655136)
1. Background.
In 1999, the company Cadbury Schweppes sold to Coca-Cola/Atlantic Industries (hereinafter “Coca-Cola”) the ownership of the SCHWEPPES trademark in some EU countries, including the UK, while retaining ownership in other countries, such as the marks registered in Spain.
In 2001, Cadbury Schweppes took over the French company Pernod Ricard S.A., owner of the ORANGINA trademark, adopting the name Orangina Schweppes Group, a group which after some changes was acquired in 2009 by the Japanese company Suntory Beverage & Food Limited (hereinafter “Suntory”), which also owns SCHWEPPES trademarks in some EU countries through the UK company Schweppes Limited.
Thus, at present the SCHWEPPES trademarks in the EU are owned by two different groups: Coca-Cola in the UK, among other countries, and Suntory (Schweppes Limited) in Spain, among other countries.
In May 2014, the exclusive licensee of the SCHWEPPES trademark in Spain, Schweppes, S.A., brought an action against the companies Red Paralela, S.L. and Red Paralela Bcn, S.L. for infringement of its exclusive rights in the SCHWEPPES trademark resulting from the defendants selling goods under this trademark in Spain.
The defendants contested the claim, asserting the exhaustion of the plaintiff’s trademark rights, since the goods in question were acquired in the UK, where the owner of the SCHWEPPES trademark is Coca-Cola. Moreover, the defendants filed a countersuit against the plaintiff and other companies associated to the plaintiff company, bringing actions for a breach of competition rules and acts of unfair competition.
In the course of the proceedings, Mercantile Court No. 8 in Barcelona decided to suspend the proceedings and seek a preliminary ruling from the Court of Justice concerning the interpretation of Article 7(1) of Directive 2008/95/EC (and of Article 15(1) of (EU) Directive 2015/2436 substituting the former) in the light of the circumstances of the case. Its conclusion (C-291/16) was that Article 7(1) of Directive 2008/95 should be interpreted in the sense that it cannot be relied on, in cases such as that at hand, to oppose the import of identical goods designated with the same trademark whenever, as a result of the assignment agreements signed between the original owner of the mark and the third party:
- The owner, either acting alone or coordinating its brand strategy with the said third party, actively and deliberately continues to promote the appearance or the image of a single and global trademark; or
- There are economic links between the owner and the aforementioned third party, in the sense that they coordinate their commercial policies or reach an agreement in order to exercise joint control over the use of the trademark in the territory in question.
The court of first instance considered that, in the light of the evidence, there were sufficient indications to confirm that both circumstances referred to by the Court of Justice existed in this case and, consequently, it dismissed the complaint, finding that the complainant’s trademark right was exhausted, and also dismissed the countersuit with respect to the part that the counterclaimant had not withdrawn, with regard to the acts of unfair competition. The judgment was appealed, requesting full acceptance of the complaint.
2. Findings.
The Court of Appeal does not share the conclusions reached in the first instance judgment. Following an analysis of the different premises on which the supposed existence of a tacit consent by the owner of the mark, resulting in the exhaustion of his rights, was based, the Court concludes that only two would be possible: the references made by the owner of the mark to the British origin of the product and the existence of a licence agreement between Schweppes Limited and Coca-Cola for the latter to manufacture and sell the products of the former in Holland. Moreover, in the opinion of the Court, both items of information would be insufficient to conclude that either of the two circumstances required by the Court of Justice exist with regard to the global image of the mark or the existence of economic links.
On the one hand, the references to the British origin of the mark are justified as they aimed at claiming the traditional origin of the mark and the current owner of the mark cannot be required not to do so. On the other hand, the existence of a specific licence agreement for use of the SCHWEPPES mark in Holland does not provide a basis for inferring the existence of economic links allowing for joint control to be exercised over the mark throughout the EEA, in such a way that it is possible for both parties to directly or indirectly determine the goods to which said mark is affixed and to control their quality.
In the light of the above, the Court accepts the appeal and, as a result, the infringement complaint, ordering the defendants to pay the plaintiff compensation in the amount of 293,480 euros, among other measures.
3. Remarks.
In accordance with the Barcelona Court of Appeal interpretation of the ruling by the Court of Justice, in order to determine whether there is tacit consent by the owner of the mark, resulting in the exhaustion of his rights, the evidence must be capable of unequivocally proving that the conditions established by the Court of Justice are fulfilled. Ana SANZ.
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