Los problemas que acarrea combatir los malos tratos a animales domésticos, la relación existente entre las redes de alta tensión con los incendios forestales y la mortandad de aves, o la contaminación marina en especial en la Antártida han sido estudiadas a fondo a través de las ponencias de expertos y fiscales.
La última jornada acogió la exposición de José Francisco Martínez, fiscal de Huesca quien explicó la investigación que llevó a cabo y que terminó con la condena a un empresario minero por la destrucción de la cueva de Chaves, un enclave de alto valor arqueológico, y que fue transformada en un comedero de ganado.
La clausura de las jornadas corrió a cargo del fiscal general del Estado. En sus palabras, José Manuel Maza, ha expuesto que las diligencias de investigación que realizan a diario fiscales como los de Medio Ambiente hacen a la Fiscalía totalmente apta para asumir de forma legal la investigación penal.
Esta investigación a cargo del fiscal, ha expuesto Maza, en la que se recaban pruebas y testimonios para decidir la judicialización del asunto investigado agilizan mucho el proceso penal.
En opinión del fiscal general, la decisión del legislador de otorgar la instrucción penal a los fiscales deberá ir acompañada de una mayor autonomía, un camino ya iniciado en 2007 con el actual Estatuto Orgánico del Ministerio Público, y con mejores medios materiales y de plantilla.